Biólogos que cuestionan las pretensiones transgénero

Dos biólogos han denunciado “negacionismo sexual” en un artículo de opinión en Wall Street Journal. Colin Wright, de la Universidad estatal de Pennsylvania, y Emma Hilton, de la Universidad de Manchester, sostienen que la existencia de solamente dos sexos, hombre y mujer, es un hecho científico y que la ideología transgénero es “una teoría académica excéntrica”.

De izquierda a derecha, Emma Hilton, Colin Wright y Heather Heying, también bióloga y también autora del artículo, aunque no aparece como firmante porque el Wall Street Journal admite un máximo de dos autores en columnas de opinión. En sus cuentas de Twitter, los doctores Hilton y Wright aportan datos interesantes a raíz del debate suscitado por su artículo.

Señalan que incluso las revistas de divulgación científica están promoviendo una visión no-binaria del sexo. “La idea de que hay dos sexos es simplista”, declaró Nature en 2015: “Los biólogos creen ahora que el espectro es más amplio”. Un artículo de Scientific American afirmaba en 2018 que “los biólogos piensan ahora que existe un abanico mayor que solo el binario de hombre y mujer”. Y en 2018 The New York Times explicaba “por qué el sexo no es binario”.

Wright y Hilton describen esas opiniones como “una peligrosa y anti-científica tendencia que conduce a la negación total del sexo biológico”. Y añaden: “Decir que esta línea de pensamiento carece de fundamento en la realidad sería quedarse corto. Es falsa en cualquier forma en la que se mida”.

Y sostienen que no es asunto para tomarse a broma: “Se acabó el tiempo de las buenas maneras al respecto. Los biólogos y los profesionales de la medicina tienen que defender la realidad empírica del sexo biológico. Cuando autorizadas instituciones científicas ignoran o niegan los hechos empíricos para acomodarse a las corrientes sociales, cometen una enorme traición contra la comunidad científica a la que representan. Eso mina la confianza pública en la ciencia y resulta peligrosamente dañino para los más vulnerables”.

Publicado en BioEdge.

Traducción de Carmelo López-Arias.