¿Fue la Última Cena una celebración de «Pesaj» [Pascua Judía]?
por Luciana Rogowicz
¿Fue la Última Cena una celebración de la pascua judía? ¿O fue sólo una cena de despedida, llevada a cabo un día antes de la cena pascual? ¿Hay diferentes respuestas según el evangelio que contemplemos? ¿Tienen éstos cronologías diferentes o todos sus relatos están alineados?
La "contradicción" en la datación
Es lo común al leer los cuatro evangelios pensar que hay una contradicción en la fecha de la celebración de la pascua judía que indican los evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas), y el evangelio de Juan.
A esto se lo conoce como la contradicción en la datación de la Última Cena y hay diferentes teorías que responden a este interrogante, intentando buscar una razón que pueda explicar estas discrepancias.
Para responder este interrogante existen cuatro hipótesis principales. El teólogo Dr. Brant Pitre, que muchas veces cité en mis artículos, se encargó maravillosamente de investigar, recopilar y explicar cada una de ellas en su libro Jesús y la Última Cena, y en este artículo haremos un breve recorrido de lo que proponen estas hipótesis y analizaremos la respuesta y la novedosa solución que este autor propone.
Cuatro soluciones a esta “contradicción”
1) La primera, es la hipótesis esenia, desarrollada principalmente por Annie Jaubert en su libro La fecha de la Última Cena. Esta hipótesis afirma que tanto Juan como los sinópticos son correctos, pero que cada uno responde a un calendario litúrgico diferente. Mientras que el evangelista Juan se basa en el calendario lunar utilizado por el templo y los fariseos, los evangelios sinópticos lo hacen en el calendario solar, usado por los judíos esenios para la celebración de la festividades judías, entre otras cosas.
Por lo tanto, cuando los sinópticos indican que la Última Cena era una celebración de pesaj, están en lo correcto de acuerdo al calendario que estaban utilizando. Del mismo modo, cuando el cuarto evangelio dice que Jesús fue arrestado antes de la cena de pascua, también está en lo cierto según el calendario lunar que él seguía.
Si bien en sus inicios esta teoría fue muy apoyada, incluso mencionada por el Papa Benedicto XVI en una de sus homilías del Jueves Santo como una hipótesis factible, no sostuvo evidencia suficiente sobre la existencia real del uso de estos diversos calendarios en la época de Jesús.
2) La segunda es la hipótesis joánica. Ésta se inclina a decir que la Última Cena de Jesús, según el relato de Juan, no fue una cena de pascua judía, sino que se hizo 24 horas antes de la pascua y la celebración de la pascua judía se llevó a cabo el viernes a la noche, después de la muerte de Jesús.
De este modo, según esta presuposición, la muerte de Jesús se da el mismo día en que los corderos pascuales estaban siendo inmolados para la celebración de la pascua judía, mostrando claramente a Jesús como el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Por lo tanto, según esta hipótesis, el relato de San Juan es el correcto, mientras que los evangelistas Mateo, Marcos y Lucas transformaron lo que fue la Última Cena en una cena de pascua judía con un objetivo teológico.
3) La tercera es la hipótesis sinóptica, según la cual los relatos de los evangelistas Mateo, Marcos y Lucas están en lo correcto, la Última Cena fue celebrada durante la primer noche de la pascua judía. Y es el cuarto evangelista quien alteró el dia de la pascua judía, con un objetivo teológico, que era justamente mostrar que Jesús había sido crucificado el mismo día en que los corderos pascuales lo estaban siendo para la cena pascual.
4) La cuarta es la hipótesis pascual. Según esta teoría, tanto los evangelios sinópticos como el de Juan están en lo correcto con respecto a la cronología de la pasión de Cristo. Y lo que parece ser una contradicción, es en realidad, un resultado de una mala interpretación de los datos del Evangelio de Juan, debido al desconocimiento o falta de familiaridad con la terminología del judaísmo antiguo, el culto y los sacrificios pascuales.
La solución que propone el Dr. Pitre tiene que ver con la correcta interpretación de la terminología y de sus costumbres, especialmente de la palabra pascua (Pascha en griego) en el cuarto evangelio. Y por ello, tanto San Juan como los otros evangelios están en lo correcto en sus cronologías, y somos nosotros quienes lo malinterpretamos y asumimos que hay una contradicción entre los relatos.
Las hipótesis joánica y sinóptica
Antes de desarrollar esta cuarta hipótesis, vamos a profundizar un poquito sobre los argumentos a favor y en contra de las hipótesis joánica y sinóptica.
A. Sobre la hipótesis joánica
A.1. Arní - Pàscha
La hipótesis joánica pone de relieve que en los relatos de los evangelios sinópticos jamás se menciona la presencia del cordero pascual en la Última Cena. Específicamente dicen que no se utiliza la palabra griega: αρνί (arní) para mencionar al cordero y utilizan este argumento para afirmar que la cena no era una celebración de la pascua judía sino una cena normal el día anterior. Esto se dio, según ellos, ya que que como Jesús sabía que al día siguiente iba a morir, se adelantó para celebrar la Última Cena con sus discípulos. Y por eso no había un cordero pascual.
El problema con esa teoría es que si leemos los relatos en su idioma original, el griego, es clara la presencia del cordero pascual, especialmente en el relato de Lucas: “Llegó el día de los Ázimos, en el que se debía inmolar la víctima pascual…”
En griego se traduce como Πάσχα (Páscha): “Jesús envió a Pedro y a Juan, diciéndoles: «Vayan a prepararnos lo necesario para la comida pascual». Ellos le preguntaron: «¿Dónde quieres que la preparemos?». Jesús les respondió: «Al entrar en la ciudad encontrarán a un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo hasta la casa donde entren, y digan a su dueño: El Maestro manda preguntarte: '¿Dónde está la sala en que podré comer la Pascua con mis discípulos?'. El les mostrará en el piso alto una pieza grande, arreglada con almohadones: preparen allí lo necesario». Los discípulos partieron, encontraron todo como Jesús les había dicho y prepararon la Pascua" (Lc 22, 7-13).
Es evidente el primer uso que hace Lucas de la palabra pascua para referirse al cordero pascual en estos textos: “…se debía inmolar la víctima pascual…” , “«Vayan a prepararnos lo necesario para la comida pascual»”, “...que podré comer la Pascua“. Es clara la referencia que hace al sacrificio del cordero.
También es clara la referencia a la comida pascual en Marcos: "El primer día de la fiesta de los panes Ácimos, cuando se inmolaba la víctima pascual, los discípulos dijeron a Jesús: «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la comida pascual?». Él envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: «Vayan a la ciudad; allí se encontrarán con un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo, y díganle al dueño de la casa donde entre: El Maestro dice: '¿Dónde está mi sala, en la que voy a comer el cordero pascual con mis discípulos?'»” (Mc 14,12-13).
Y también en Mateo 26,17: “El primer día de los Ácimos, los discípulos fueron a preguntar a Jesús: «¿Dónde quieres que te preparemos la comida pascual?»”.
Si bien la palabra pascua podía adquirir varios significados según el contexto, la referencia en este caso a la inmolación de la víctima pascual es clara. Esto señala que lo que se sacrificaba era el cordero, de forma que las alusiones en estos evangelios a la pascua hacían referencia a este animal.
Por lo tanto no sería válido para alguien afirmar que por que no figura la palabra αρνί (arní) para mencionar al cordero, implique que no hubo uno en esa cena. La referencia a la presencia del cordero pascual es clara. De hecho, la forma más común de referirse al cordero pascual, a principio del primer siglo, era utilizando la palabra Pascua (Páscha). Por eso se dice que se va a inmolar, sacrificar, a la víctima pascual.
A.2. Ieshú
Otro de los argumentos principales de la hipótesis joánica se encuentra en textos que recopilan las tradiciones orales judías extra bíblicas que hablan acerca de un Ieshú, Jesús. Por ejemplo en el Talmud encontramos: “El pregonero salió cuarenta días declarando que: «[Ieshú] va a ser apedreado por practicar la brujería, por atraer y conducir a Israel por mal camino. Cualquiera que sepa algo que lo justifique, debe presentarse y exculparlo». Pero nadie se presentó a justificarle, y se le colgó la víspera de pascua” (Sanedrín 43a, Sanedrin, vol. I, Talmud Babilónico, pp. 136-137).
Acá queda manifestado que un tal Ieshú, en referencia a Jesús de Nazaret supuestamente, fue colgado en la víspera de la pascua, por lo que la Última Cena no podría haber sido la celebración de la pascua judía.
Este argumento parece muy evidente. Pero si leemos a este texto en todo su contexto, dentro del Talmud, es claro, como lo señala Pitre, que no se refiere a Jesús de Nazaret. Ieshú era un nombre muy común en esa época dentro del judaísmo. Y en el texto se habla de otras características de este personaje que nada tienen que ver con Jesús de Nazaret. Por ejemplo, que tenía lazos con el gobierno, o que tenía cinco discípulos y menciona a cada uno de los nombres de ellos (no hace falta aclarar cuántos discípulos tenía Jesucristo).
El mismo texto citado habla de que iba “a ser apedreado por practicar la brujería, por atraer y conducir a Israel por mal camino”. Jesús no fue acusado de brujería.
El contexto deja en evidencia que no se está hablando de Jesús de Nazaret, por lo que no puede utilizarse como argumento acerca de que fue colgado en la víspera de la pascua.
A.3. El juicio del sanedrín
El tercer argumento con gran peso de los que mantienen la hipótesis joánica se basa en asumir de que es imposible que el Sanedrín juzgara, condenara y ejecutara a Jesús en un día de fiesta, como lo era la pascua judía. Esto está basado en la Mishná y la Tosefta, otro de los libros de la tradición oral judía, que dice que no se puede emitir juicios en días festivos.
Nuevamente, si vemos esta afirmación de la Mishná y la Tosefta en su contexto, comprobamos que este mandato se refiere a crímenes menores, y aplicado, además, a la época posterior a la destrucción del templo, no a la del segundo templo, en los tiempos de Jesús. De hecho, en la misma Mishná se deja sentado que si alguien es un falso profeta, debe ser ejecutado durante las fiestas, justamente para que sea un acto público y sirva como una advertencia para los demás; que vean las consecuencias que tiene el cometer un crimen grave, como por ejemplo, la del ser un falso profeta.
Por lo tanto, este último argumento, que es uno de los más fuertes de esta hipótesis, no se puede sostener en el caso de Jesús de Nazaret.
A.4. Jerusalén
Otros puntos esenciales para confirmar que la Última Cena fue la pascua judía, es que la cena se llevó a cabo en Jerusalén. Jesús y sus discípulos estaban en Betania y se trasladaron a la ciudad de Jerusalén especialmente para la cena. Esto responde al precepto de que la pascua judía debía celebrarse dentro de Jerusalén (Dt 16). Si no hubiese sido una cena de pascua, ¿para qué iban a trasladarse? ¿Acaso no podían cenar en otro lado?
Hay muchos signos rituales descritos en los evangelios que muestran claramente que lo que estaban celebrando era la pascua judía. Era de noche, no de tarde como se solía cenar, cantan himnos (salmos), se recuestan en almohadones, bendicen diferentes copas de vino y muchos otros símbolos propios de la celebración pascual, detallados en el artículo Por qué esta Pascua es diferente a todas las demás?
Por todas estas cosas es que la hipótesis joánica queda cuestionada y sin un sustento firme.
B. Sobre la hipótesis sinóptica
Es claro, como fuimos viendo en los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, lo que ellos afirman acerca de que la Última Cena fue una celebración de la pascua judía. Ahora bien, en lo que Brant Pitre difiere con esta hipótesis, es en la afirmación de esta teoría acerca de que Juan altera la fecha de la pascua para hacer coincidir la crucifixión de Jesús con el instante en que los corderos pascuales estaban siendo sacrificados y demostrar así que Jesús es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. (Biblistas reconocidos como Raymond Brown lo sostienen. También Benedicto XVI en su Libro Jesús de Nazaret. Desde la entrada en Jerusalén hasta la resurrección).
Según Dr. Brant Pitre, la cronología de Juan no se contradice con la de los sinópticos.
Juan no modifica la fecha de la celebración de la pascua judía, sino que utiliza detalles y vocabulario con el que no estamos familiarizados y de esta forma creamos una aparente contradicción entre Juan y los otros evangelios. Verdaderamente no existe tal oposición si situamos el vocabulario de Juan dentro del judaísmo del primer siglo, y si conocemos en detalle los rituales y sacrificios pascuales de la época.
La hipótesis pascual: la contradicción es sólo aparente
Antes de analizar en profundidad algunos textos del cuarto evangelio, vamos a dejar claro algunos de los usos más comunes de la palabra (pascha) en esta época, tanto presentes en fuentes bíblicas como extrabíblicas.
A. Cuatro significados
Existen al menos cuatro referencias en el uso de la palabra Pascua-Pascha-Pesaj:
-para referirse al cordero pascual sacrificado el 14 de Nisan;
-para referirse a la cena pascual (que era celebrada el día 15 de Nisan, luego del sacrificio de los corderos);
-para referirse a las ofrendas de paz cuyos sacrificios y cenas se hacían durante toda la semana de la pascua, del 15 al 21 de Nisan (dura 7 días: ver Dt 16 y 2 Cr 30 y 35);
-para referirse a toda la semana pascual (el período de celebración pascual duraba los ocho días, del 15 al 21 de Nisan).
Para interpretar el significado correcto que se le da a esta palabra, es esencial analizarla en su entorno.
B. El contexto
A continuación vamos a ver cuál es el uso de este término en su contexto del cuarto evangelio, que nos permitirá iluminar los acontecimientos de la cena y la crucifixión.
B1. Texto 1
“Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, él, que había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el fin" (Jn 13,1).
Este texto es uno de los principales para afirmar que Juan tiene una cronología diferente a la de los otros evangelios y que la cena fue un día anterior a la Pascua. Quienes afirman esto se basan en que la festividad de Pascua comenzaba el día 14 de Nisan, que era el día que los corderos eran sacrificados.
Sin embargo, si vamos a las fuentes de la época del segundo templo, la fiesta de la pascua no iniciaba en este momento, sino cuando el cordero era comido. Ahí comenzaba la festividad (previo a esto se ayunaba). O sea, la festividad iniciaba el día 15 de Nisan.
Por lo tanto, mientras que muchos biblistas asumen que cuando Juan dice “antes de la fiesta de la pascua”, se está refiriendo al día previo a que los corderos eran sacrificados, en realidad se está refiriendo al día en que el cordero se comía efectivamente. Por lo tanto justamente Juan está afirmando que Jesús está por celebrar la Pascua con sus discípulos ese día jueves, usando la misma cronología que los evangelios sinópticos.
B2. Texto 2
Otro de los textos que se utilizan para mostrar que la pascua aún no se había celebrado, y por lo tanto que la cena de Jesús con sus apóstoles había sido una cena común y corriente, es el siguiente: “Desde la casa de Caifás llevaron a Jesús al pretorio. Era de madrugada. Pero ellos no entraron en el pretorio, para no contaminarse y poder así participar en la comida de Pascua” (Jn 18, 28).
Esto resultaría evidente y confirmaría esta hipótesis si tenemos en cuenta que la palabra pascua solo era utilizada para referirse a la primer comida pascual. Pero como vimos anteriormente, la palabra pascha era utilizada de cuatro formas diferentes. De este modo podemos ver claramente que esto no lo contradice, ya que la pascua, como ofrenda de paz, se comía durante los siete días, y para eso se requería mantener la pureza. Por lo tanto, cuando Juan dice “para no contaminarse y poder así participar en la comida de Pascua” no se refiere necesariamente a la primera comida pascual.
B3. Texto 3
Otro de los textos controversiales del cuarto evangelio, para comprender en qué día efectivamente se llevó a cabo la Última Cena y la pascua judía, es el siguiente: “Era el día de la Preparación de la Pascua, alrededor del mediodía. Pilato dijo a los judíos: «Aquí tienen a su rey»” (Jn 19, 14).
Este texto podría implicar, nuevamente, que Jesús murió antes que fuera celebrada la pascua, por lo que la Última Cena no fue la celebración de la pascua judía. Si bien esto parece claro cuando leemos “Era el día de la Preparación de la Pascua”, si lo leemos en su lenguaje original, el griego, su significado cambia. La palabra preparación es paraskeví o parasceve, y cuando vemos a esta palabra utilizada en los evangelios, nunca es empleada para hablar de la preparación de la pascua, sino para hablar del día viernes, que es el día de preparación del sábado, el shabat.
El uso de esta palabra para hacer referencia al shabat es claro en diferentes textos de los mismos evangelios.
Por ejemplo en Marcos, capítulo 15, 42: “Era el día de Preparación (paraskeví), es decir, vísperas de sábado. Por eso, al atardecer, José de Arimatea..."
Otro ejemplo en Lucas: “Era el día de la Preparación (Paraskeví-Parasceve), y ya comenzaba el sábado" (Lc 23, 54).
Juan mismo lo utiliza en el capítulo 19: “Como era para los judíos el día de la Preparación (Paraskeví-Parasceve) y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús” (Jn 19, 42).
Con estos ejemplos vemos claramente que la palabra paraskeví-Parasceve es utilizada para referirse al día viernes.
Con este concepto aclarado, cuando volvemos a leer el texto controversial que dice: “Era el día de la Preparación de la Pascua, alrededor del mediodía. Pilato dijo a los judíos: «Aquí tienen a su rey»” (Jn 19,14), comprendemos que éste se refiere al día viernes de la semana pascual, no a la preparación de la primer cena pascual.
C. Se deshace la "contradicción"
Con todos estos ejemplos, podemos ver que Juan mantiene la misma cronología que Mateo, Marcos y Lucas. Jesús es crucificado el día viernes de la semana pascual. La cual había iniciado el día anterior con la primer cena de pascua, el jueves, el día de la Última Cena.
Luego de la muerte de Jesús, Juan hace esta descripción: “Era el día de la Preparación de la Pascua. Los judíos pidieron a Pilato que hiciera quebrar las piernas de los crucificados y mandara retirar sus cuerpos, para que no quedaran en la cruz durante el sábado, porque ese sábado era muy solemne" (Jn 19, 31).
¿Qué quiere decir Juan con que ese sábado era muy solemne? Si Jesús celebró la pascua el día jueves en su Última Cena, murió el viernes, ese sábado siguiente corresponde a la costumbre que se hacía el sábado de pascua de llevar la ofrenda de los primeros frutos. Un día litúrgico muy importante, muy solemne. Este acto litúrgico de llevar la ofrenda, el Omer: se hacía el segundo día de Pesaj, el 16 de Nisan. Y en adición a la ofrenda regular que se traía en las festividades, un corderito era traído junto con un Omer de cebada tomado de la primera cosecha de la tierra de Israel.
Esto se hacía mediante una peregrinación al templo, de modo que era urgente sacar el cuerpo de allí, ya que todos los que ingresaban a Jerusalén lo iban a ver colgado allí, justamente lo que prohíbe el libro del Deuteronomio: “Si un hombre, culpable de un crimen que merece la pena de muerte, es ejecutado y colgado de un árbol, su cadáver no quedará en el árbol durante la noche, sino que lo enterrarás ese mismo día, porque el que está colgado de un árbol es una maldición de Dios. Y tú no mancharás el suelo que el Señor, tu Dios, te da como herencia” (Dt 21, 22-23).
Asimismo, en el relato de la cena que describe el evangelista Juan, existen varios aspectos que indican que esto era una celebración pascual. Como vimos antes, por ejemplo, están reclinados. Algo que no es lo común para cualquier cena, sino específicamente para la cena pascual (Jn 13, 25). Remojan la comida (Jn 13, 26), algo típico de la tradición judía explicado en el artículo mencionado anteriormente.
Otro dato que apunta a las costumbres realizadas en la celebración de la pascua judía según la tradición es ir a dar limosna a los pobres (especificado tanto en la Mishná como en el libro de Tobías). Por eso los apóstoles asumen que cuando Judas sale del cenáculo, era para cumplir esa costumbre (Jn 13, 29).
Todos estos indicios del relato de la cena, más la interpretación adecuada de los términos utilizados para la palabra pascua, y preparación, nos muestran que la Última Cena se está llevando a cabo el día de la celebración de la pascua judía. La Última Cena efectivamente fue una pascua judía. Tanto viéndolo desde el punto de vista de los evangelios sinópticos, como desde el evangelio de Juan.
Importancia de la cuestión
Podríamos preguntarnos ahora: ¿Por qué esta importante tener claro que este tema? Para mi es esencial por diferentes motivos.
Primero, porque algunos comentaristas bíblicos utilizan la aparente contradicción de la datación de la Última Cena para afirmar que si los evangelios están dispuestos a mover las fechas de un evento tan importante, por una motivación teológica, entonces todo es factible de ser cuestionado. Esto demostraría que su objetivo principal es el teológico y no la fidelidad a la historicidad de los relatos. Que si bien pueden diferir en algunos detalles, según los puntos de vista de los evangelistas y las “pinceladas subjetivas” que cada uno de ellos use para relatar los acontecimientos, no sería comprensible con un evento tan central de la fe, como lo es la Última Cena.
Otro motivo esencial es que el hecho que la Última Cena se haya llevado a cabo el día de la celebración de la pascua judía no es una casualidad. Ambas fiestas son las dos caras de una misma moneda. Como suelo afirmar, se podría decir que la Pascua católica está escondida o prefigurada en la Pascua judía, y la Pascua judía es llevada a su plenitud, a su comprensión completa, en la Pascua católica.
Según la tradición oral judía el Mesías iba a venir durante la pascua. Y así lo fue. No por casualidad.
Citando otro de mis artículos sobre La pascua judía y la Pascua Católica:
“La primera Pascua, el primer éxodo, implicó la salvación de un pueblo, un paso de la esclavitud física a la libertad física y libertad de culto.
»Jesús vino como alguien aún más grande que Moisés, a liberar ya no sólo a un pueblo sino a toda la humanidad. Y no de la esclavitud física sino espiritual.
»Y un nuevo éxodo requería de una nueva Pascua. Y Jesús instituye la nueva Pascua del nuevo éxodo. Pero esta vez el cordero sin defecto era Él mismo.
»Por medio de este sacrificio Jesús inaugura el nuevo éxodo que los profetas habían anunciado y que el pueblo judío tanto anhelaba. Esta noche, Jesús pronuncia por primera vez las palabras que consagran su propia sangre como expiatoria: 'Derramada por muchos, para el perdón de los pecados' (Mt 26,28)".
Jesús reemplaza el sacrificio del cordero pascual por el sacrificio de sí mismo. Será “el cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn 1,29). Él establece en ese momento y para siempre un nuevo sacrificio. Y de esta forma tan sagrada y misteriosa, se inaugura el nuevo éxodo.
Jesús reconfigura la Pascua judía a través de su propio sufrimiento y su propia muerte y marca la nueva Pascua y la nueva Alianza que nos permite tener una nueva relación con Dios, ya no solo como su pueblo, sino como hijos. Llevando ese amor incondicional a su máxima plenitud.
Desde el principio Dios fue trazando la historia de la salvación de una manera perfecta, y dentro de este misterio la pascua judía fue un pantallazo de lo que vendría en el tiempo oportuno, con su hijo amado, Jesús de Nazaret para traernos la salvación y paz a todos los hombres.
Si quieres saber más sobre cómo se celebra la Pascua judía y su reflejo en los Evangelios, escúchalo en la voz de la autora:
Publicado en el blog de la autora: Judía y Católica.
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