El padre Antonio Navarro estudia al musulmán reformista Mohamed Talbi: ¿otro Islam es posible?
Teresa Muñiz ha entrevistado en el Diario de Córdoba a Antonio Navarro, sacerdote de 33 años a quien el obispo Demetrio, de la diócesis de Córdoba, animó a especializarse en estudiar las relaciones entre Islam y cristianismo. Se ordenó en 2010 y recientement ha presentado su tesis doctoral sobre la figura del pensador musulmán reformista Mohamed Talbi (1921–2017). Antonio Navarro va a ser párroco en Almodóvar del Río. Además es profesor de Eclesiología y Ecumenismo en el Estudio Teológico San Pelagio de Córdoba, Vicedirector de la Facultad de Magisterio Sagrado Corazón y delegado de Pastoral Universitaria en la capital andaluza.
-Desde el comienzo. Usted se hizo sacerdote muy joven.
-En primero de la ESO, cuando estudiaba en el instituto de Benamejí, me enteré a través de un amigo de que había unas convivencias de fin de semana en el Seminario Menor para que los niños y los jóvenes pudieran conocerlo personalmente. Me gustó el ambiente y decidí entrar en el Seminario Menor, lo cual no quiere decir que con 13 años lo tuviera claro, simplemente me atraía. Aunque estábamos en el seminario, íbamos a clase al colegio Trinidad Sansueña, con niños y niñas, un colegio normal en el que iba conociendo a gente de mi edad. Pero uno sigue su propio camino y también, desde un punto de vista cristiano, se trata de saber qué es lo que Dios quiere para ti y para tu vida. Y al final decidí continuar con los estudios de Teología en el Seminario Mayor, los terminé y me ordené sacerdote en el 2010.
-Llama la atención que un sacerdote católico sea especialista en el islam y en cultura árabe. ¿Cómo llegó hasta aquí?
-Cuando me ordené en el 2010 no pensaba en nada de eso ni sabía que al final me iba a dedicar a este campo, porque lo primero que piensas es que vas a estar en una parroquia, con la gente. Estuve un tiempo así y luego en una tarea que disfruté muchísimo: de capellán del colegio de la Trinidad, viviendo con los niños, los jóvenes, acompañándoles, escuchándoles… Después me llamó el obispo, Don Demetrio, y me dijo: «mira, vas a dejar la tarea que estás haciendo. Te voy a enviar estudiar, a ampliar estudios a Roma, pero vamos a ver qué tema, qué puedes estudiar que sea bueno y útil para la diócesis». Y me dijo que tenía una propuesta para mí porque le gustaría tener en Córdoba un especialista sobre tema árabe y mundo islámico por la historia de esta ciudad, por su cultura, su patrimonio artístico, porque fue capital del califato y por la enorme importancia que tiene en este asunto. Me pareció interesante y directamente le dije que sí, porque era un tema actual que me permitía acercarme al mundo de forma distinta y enriquecerme intelectualmente.
-¿Por qué decide hacer una tesis sobre una figura como Talbi?
-Hice mis estudios en Roma, sobre religiones. Cuando terminé, a los dos años, el obispo me propuso continuar con una tesis doctoral, así que hablé con uno de mis profesores, un sacerdote francés, para ver qué asunto trataba. A mí me interesaban dos temas: el diálogo islamo-cristiano, es decir, las relaciones del islam con el cristianismo, y el islam modernista, una tendencia de ciertos pensadores que intentan reformar el islam adaptándolo al pensamiento moderno con revisiones que se hacen desde los propios dogmas islámicos. Fue él el que me propuso a Mohamed Talbi, al que yo no conocía de nada, y que murió la semana que yo terminaba mi licenciatura. Me dijo que era un pensador tunecino musulmán que estudió el islam, propuso una renovación y que también había estudiado el cristianismo y se había especializado en relaciones islamo-cristianas. Además, casi toda su obra estaba escrita en francés, un idioma accesible para mí. Y así empezó.
Mohamed Talbi murió en 2017; ha sido un influyente pensador en el ámbito académico sobre la posibilidad de un Islam reformado y adaptado al mundo moderno, que puede incluir la democracia
-¡Qué pena que no le diera tiempo a conocerle!
-Durante mis dos años de tesis doctoral he tenido una relación intelectual con él. Para mí, Talbi no estaba muerto porque al pasar dos años leyendo todas sus obras, sus artículos, era como conocerle. Y se convirtió en alguien vivo porque sus ideas lo estaban, como su personalidad, sus pensamientos. Pero también contrastaba con él porque muchas de sus ideas son distintas a las que yo pienso o a las que yo creo. Suena a locura, pero a veces le decía «Ahí sí que llevas razón, Talbi» y en otras ocasiones «aquí te estás pasando». Me metí también en la historia de Túnez, en su desarrollo social y cultural, en su Universidad y en cómo a Talbi le marcaron sus vivencias y su estancia en Francia y las conclusiones a las que llegó al final de su vida. Por eso mi tesis expone el pensamiento de Talbi, pero también una respuesta a Talbi, porque yo le respondo en forma de diálogo lo que piensa la Iglesia.
-¿Y de qué manera se acerca un sacerdote a otra religión?
-Te abre nuevas perspectivas y tiene varios beneficios. Primero, te ayuda a conocer y a comprender a las personas que viven esa religión, aunque tú no estés de acuerdo con lo que ellos creen. Te ayuda a comprender por qué piensan así, por qué rezan así, por qué tienen una perspectiva del mundo y no otra, y te ayuda a ver nuestras diferencias, pero respetando. Conocer a los demás te ayuda a respetarlos sabiendo que ellos han llegado a esas conclusiones o fe por un camino que merece respeto. Pero también me ayudó a profundizar en mi propia fe porque, por ejemplo, el islam dice que Jesús no es el Hijo de Dios, sino un profeta. Y eso hace que me plantee que yo creo que es el hijo de Dios, pero ¿por qué, cómo lo podría razonar ante quien no cree eso? Te ayuda a replantearte tu fe y a saber argumentarla mejor, porque me he visto debatido por otra religión.
-¿Y qué similitudes ha encontrado entre el Corán y la Biblia, entre el islam y el cristianismo?
-El islam y el Corán surgen en relación directa con el judaísmo y el cristianismo y está claro que los primeros musulmanes y Mahoma conocían las religiones judía y cristiana. Tal es así que el Corán trata y habla de todos los personajes que son importantes para los judíos y cristianos como Abraham, Moisés, Jesús… Pero el Corán los considera a su manera. Para entendernos, el Corán hace un remake de Moisés, de Abraham, que tiene similitudes con lo que el cristianismo y el judaísmo piensan de ellos, pero también diferencias. El islam piensa que el Corán no tiene ninguna diferencia con el Evangelio y con la Biblia original, pero señala que los judíos y los cristianos modificamos, cambiamos y tergiversamos esa Biblia original. Y el Corán, en sí mismo, piensa que es el verdadero continuador del judaísmo y del cristianismo, y no tiene ningún problema en reconocer que hay muchos parecidos y elementos comunes.
-Últimamente hay muchas muestras de rechazo de lo islámico porque se asocia con la violencia debido a los ataques terroristas.
-La violencia que se asocia al islam no está tanto en el Corán como en parte de su historia y en cómo el islam se ha desarrollado como religión. La gente que dedica sus días a intentar cumplir los preceptos éticos de la religión islámica, a hacer sus oraciones, a trabajar y vivir con su familia, es la masa más abundante, y eso no aparece en los medios, porque es lo normal del día a día. En los medios aparece lo extraordinario, y lo que más llama la atención son los ataques terroristas que se hacen en nombre del islam. Es verdad que no se puede unir islam con violencia, pero tampoco se pueden separar completamente porque en sus primeros momentos el islam se abrió al mundo por medio de conquistas.
-Explíquese.
- El islam nace en un momento de violencia, en vida de Mahoma. Durante su vida, Mahoma se tuvo que defender de aquellos que no querían que el islam continuase adelante. Empieza a predicar, se autoproclama como profeta y hay algunos que le creen y una gran mayoría que no y que, además, se enfrenta a él porque le considera un peligro. Mahoma tuvo que llevar una guerra contra aquellos que querían acabar con el islam, los politeístas de La Meca. ¿Qué quiero decir con esto? Que Mahoma no es Jesús. ¿Que los cristianos hemos cometido barbaridades a lo largo de la historia? Sí. ¿Que eso responde a lo que es el cristianismo? No, porque si uno lee el Evangelio verá que es completamente pacifista. El Corán no es pacifista porque Mahoma vive en un clima de guerra y anima a que se luche en nombre del islam. Cuando Mahoma muere, sus discípulos deciden que el islam se debe abrir al mundo por medio de la conquista y de la espada y empiezan a conquistar territorios. Pero la pregunta actual es: ¿si alguien decide conquistar en nombre del islam es legítimo? La respuesta no está tan clara porque hay quienes piensan que sí, otros que en su momento lo fue, pero ahora no... Por eso es una pregunta que sigue quedando para los musulmanes y son ellos los que tienen que responder.
-Pero muchos musulmanes subrayan que el terrorismo no es islam.
-Y llevan razón, porque como el islam se desarrolló por medio de la guerra se dieron cuenta de que había que poner unas reglas, porque no todo es válido. Los primeros juristas islámicos pusieron una serie de normas que no es legítimo saltarse, como que no está permitido matar inocentes, o a alguien desarmado, o a mujeres y niños, a sacerdotes de ninguna religión, porque son personas entregadas a Dios… El terrorismo islámico se las salta por completo y, en consecuencia, incumple las normas éticas del islam.
-Mohamed Talbi habla en su obra de la democracia como forma de gobierno.
-Talbi dice que no hay ningún sistema político que represente al islam y que los habitantes de un país, sean o no musulmanes, son los que deben ponerse de acuerdo para elegir el sistema político que vean y que mejor permita el desarrollo de los valores éticos como la libertad de conciencia, religiosa, la justicia… Él dice que considera que el mejor sistema es la democracia, aunque alerta de que no es la solución perfecta a todo, porque una democracia también se puede corromper, ser injusta o convertirse en un sistema opresor. Como ejemplo, Hitler llegó al poder por las urnas. Y estoy de acuerdo con Talbi: la democracia no es la solución perfecta si no se respetan unos valores éticos que tienen que ser protegidos siempre.
-En los tiempos que corren cree como Talbi en la necesidad de un diálogo interreligioso?
-Absolutamente, porque como decía un autor no puede haber paz en el mundo sin paz entre las religiones. Es necesario que todos los creyentes se encuentren, se comprendan y sean capaces de colaborar por el bien común. Esa es la de la doctrina actual de la Iglesia, que promueve el diálogo interreligioso. Si Dios no obligó al ser humano a tomar una opción religiosa concreta, sino que le dejó libertad para seguirle o no, tampoco nosotros somos quienes para obligar a nadie. Proponemos la verdad que creemos sin imponerla. Por eso es importante el mutuo conocimiento y eliminar prejuicios. Esa postura también la tenía Talbi