Murió el padre Flaviano Amatulli, baluarte contra la expansión protestante en América Latina
A última hora de la tarde de este viernes falleció en Ciudad de México el sacerdote italiano Flaviano Amatulli, uno de los grandes apologistas católicos de las últimas décadas frente a la expansión de grupos protestantes en América Latina. Había sido desahuciado por los médicos el pasado sábado, después de una lucha de años contra el cáncer que se reveló irreversible en las últimas semanas.
El padre Amatulli nació en Conversano (Bari) el 23 de mayo de 1938. Fue ordenado sacerdote en 1965 en Milán. Estudió Teología Dogmática y Comunicación Social e ingresó en los misioneros combonianos. Se trasladó a México para dirigir la revista Esquila Misional en dos periodos distintos. Fue misionero durante cinco años entre los indígenas chinantecos de Oaxaca.
Debido a su preocupación por la realidad de las sectas y grupos protestantes proselitistas que habían invadido gran parte de México y Latinoamérica, el 2 de julio de 1978 fundó el movimiento misionero Apóstoles de la Palabra, dedicado a la apologética mediante el estudio de la Biblia.
El padre Amatulli saluda al Papa durante una Audiencia General de los miércoles.
En 1986, los obispos de México lo nombraron coordinador del Departamento de la Fe frente al proselitismo sectario, incardinado a la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe.
El padre Amatulli, rodeado de sacerdotes. Era un religioso muy querido en México por su incansable labor apologética.
La diócesis de San Andrés Tuxtla (Veracruz) ha sido la primera en mostrar el pesar de la Iglesia mexicana por esta pérdida: "Dios le otorgue el premio de los justos. El Señor rico en misericordia muestre su rostro bondadoso con él. Como seres humanos sentimos y lamentamos su partida a la Casa del Padre, pero como hombres y mujeres de Fe, esperamos y pedimos confiados que el Señor le otorgue el premio de los Justos", expresó en un comunicado. Su obispo, monseñor Fidencio López, le administró la extremaunción, según informaron en su día en su blog de ReL Yasmín Oré y Jesús Urones.
El padre Amatulli estaba considerado uno de los principales apologistas católicos de México y toda Latinoamérica. Escribió cerca de noventa publicaciones, entre libros y folletos, la mayo parte consagrados a advertir sobre distintas denominaciones y sectas protestantes y rebatir sus errores. Actualmente promovía a nivel internacional la acción de la Iglesia Católica para resolver el problema del nuevo proselitismo religioso y promover la pastoral bíblica.
Los Apóstoles de la Palabra fundados por el padre Amatulli constituyen una fraternidad misionera que tiene como objetivos dar a conocer la Palabra de Dios, favorecer entre la juventud la práctica de un año de servicio apostólico a la Iglesia, crear y aplicar un sistema misionero popular, promover y defender la Fe católica y fundar y atender centros de evangelización y formación cristiana para laicos, centros de misiones y librerías.
El padre Amatulli favoreció la formación apostólica y apologética de los laicos para contrarrestar con la Biblia la expansión protestante en México y otros países de América.
Están presentes en México, América Latina y algunos países de Europa y África. Su apostolado se desarrolla en tres vertientes: pastoral bíblica, promoción y defensa de la fe y misiones parroquiales permanentes.
El padre Amatulli nació en Conversano (Bari) el 23 de mayo de 1938. Fue ordenado sacerdote en 1965 en Milán. Estudió Teología Dogmática y Comunicación Social e ingresó en los misioneros combonianos. Se trasladó a México para dirigir la revista Esquila Misional en dos periodos distintos. Fue misionero durante cinco años entre los indígenas chinantecos de Oaxaca.
Debido a su preocupación por la realidad de las sectas y grupos protestantes proselitistas que habían invadido gran parte de México y Latinoamérica, el 2 de julio de 1978 fundó el movimiento misionero Apóstoles de la Palabra, dedicado a la apologética mediante el estudio de la Biblia.
El padre Amatulli saluda al Papa durante una Audiencia General de los miércoles.
En 1986, los obispos de México lo nombraron coordinador del Departamento de la Fe frente al proselitismo sectario, incardinado a la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe.
El padre Amatulli, rodeado de sacerdotes. Era un religioso muy querido en México por su incansable labor apologética.
La diócesis de San Andrés Tuxtla (Veracruz) ha sido la primera en mostrar el pesar de la Iglesia mexicana por esta pérdida: "Dios le otorgue el premio de los justos. El Señor rico en misericordia muestre su rostro bondadoso con él. Como seres humanos sentimos y lamentamos su partida a la Casa del Padre, pero como hombres y mujeres de Fe, esperamos y pedimos confiados que el Señor le otorgue el premio de los Justos", expresó en un comunicado. Su obispo, monseñor Fidencio López, le administró la extremaunción, según informaron en su día en su blog de ReL Yasmín Oré y Jesús Urones.
El padre Amatulli estaba considerado uno de los principales apologistas católicos de México y toda Latinoamérica. Escribió cerca de noventa publicaciones, entre libros y folletos, la mayo parte consagrados a advertir sobre distintas denominaciones y sectas protestantes y rebatir sus errores. Actualmente promovía a nivel internacional la acción de la Iglesia Católica para resolver el problema del nuevo proselitismo religioso y promover la pastoral bíblica.
Los Apóstoles de la Palabra fundados por el padre Amatulli constituyen una fraternidad misionera que tiene como objetivos dar a conocer la Palabra de Dios, favorecer entre la juventud la práctica de un año de servicio apostólico a la Iglesia, crear y aplicar un sistema misionero popular, promover y defender la Fe católica y fundar y atender centros de evangelización y formación cristiana para laicos, centros de misiones y librerías.
El padre Amatulli favoreció la formación apostólica y apologética de los laicos para contrarrestar con la Biblia la expansión protestante en México y otros países de América.
Están presentes en México, América Latina y algunos países de Europa y África. Su apostolado se desarrolla en tres vertientes: pastoral bíblica, promoción y defensa de la fe y misiones parroquiales permanentes.
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