Jóvenes católicos de Pakistán dan un paso al frente y dan de comer a cientos de personas sin hogar
Son jóvenes católicos y no tienen apenas dinero pero sí mucho amor. En Pakistán, país en el que son discriminados por su fe, estos cristianos se han organizado en Sahiwal para dar de cenar cada día a más de personas sin hogar. Y así seguirán haciéndolo a menos hasta que acabe la pandemia.
Ashiknaz Khokhar es el secretario del grupo juvenil católico y explica a la agencia Fides que “están llegando a las personas sin hogar, especialmente a los que duermen en las calles, privados de cualquier posibilidad de sustento, que duermen debajo de los árboles o en los bordes de las carreteras".
La iglesia, punto central de esta obra
Para ello, estos católicos de Pakistán relatan que han creado “un banco de alimentos en la Iglesia católica de Sahiwal con la colaboración de sacerdotes de nuestra parroquia para llegar a los marginados, los más pobres de los pobres”. Esta es una iniciativa cristiana pero amigos musulmanes e hindúes de estos jóvenes también les están ayudando en el reparto de alimentos.
Ashiknaz señala que "el mes pasado distribuimos alimentos a más de 150 familias en diferentes áreas. La idea de crear un banco de alimentos nació cuando vimos a estas personas abandonadas a los lados de las calles. Trabajamos para sostener la humanidad y llegar a la gente de todas las religiones, no solo los cristianos".
Por su parte, Mufti Sohail Shaukat, uno de los musulmanes que participa asegura que “aprecio los servicios de esta juventud cristiana porque trabajan por la humanidad, sin discriminación alguna. Gracias a esta buena iniciativa, muchos musulmanes, hindúes y sijs tienen la oportunidad de colaborar y ayudar en este servicio, creando buenas relaciones interreligiosas y una atmósfera de confianza mutua".
Más iniciativas de jóvenes católicos
Por su parte, el grupo juvenil católico “Way of Life” en la ciudad de Karachi también ha tomado una iniciativa similar para apoyar a las personas más pobres. Después de entregar 800 kilos de alimentos a 20 familias cristianas, hindúes y musulmanas entregando unos 20 kilos a cada una, en la fase siguiente están ofreciendo verduras frescas a 100 familias todos los días.
“En este momento, las personas están confinadas en su hogar, sin la posibilidad de ganarse un jornal para vivir y responder a sus necesidades diarias. Muchos son jornaleros o han perdido sus trabajos. Hacemos una recaudación diaria de dinero, gracias a muchas personas generosas: luego vamos al mercado, compramos vegetales frescos, los lavamos y los ponemos en bolsas de 3 kg. Invitamos a un sacerdote todos los días a orar por nuestras obras de caridad, luego comenzamos la distribución. Es nuestro deseo ayudar a los pobres y necesitados sin distinción de fe, cultura, etnia, como nos enseña el Evangelio", explica Michael Bhatti, el líder del grupo.