Agentes chinos impiden la Navidad a estudiantes y niños en parroquias: un cura lo describe
El "padre Estanislao" es un sacerdote del nordeste de China que ha difundido una descripción de cómo las autoridades de su región enviaron funcionarios a hostigar cualquier celebración navideña que implique niños o jóvenes.
En los últimos dos o tres años las autoridades se han vuelto mucho más estrictas a la hora de intentar encerrar y ocultar los símbolos religiosos y sus celebraciones, especialmente dificultando el acceso de los menores de edad. La agencia AsiaNews publica su narración, que reproducimos a continuación.
La guerra contra la Navidad de los niños en China
por P. Estanislao
Anteayer, la mañana antes de navidad, los funcionarios del Frente Unido y de la Oficina de Asuntos Religiosos vinieron a felicitarnos. Me dieron consejos sobre problemas de seguridad y también me recordaron que en los días de fiesta no se permite a los menores participar en las misas o encuentros nocturnos.
Además los textos de felicitación de la Fiesta de la Primavera no se pueden vender ni colocar sin que sean antes aprobados.
Respondí que muchos problemas es necesario debatirlos, que muchas opiniones pueden ser sólo opiniones, no normas, y no podrían ser tan generales como las políticas constitucionales. Los dirigentes del Frente Unido quizás no tenían ganan de debatir: al empezar la argumentación, se apresuraron en irse.
Misa de Navidad con niños en Pekín, en una iglesia oficial, donde las regulaciones son a menudo menos estrictas
Instrucciones a escuelas y estudiantes
Sin embargo, antes de Navidad, el Departamento de Educación informó a cada escuela, por voz o por escrito, de que deben mantenerse las clases durante el día y la tarde.
Además, dio disposiciones para que los estudiantes durante los festejos navideños no hagan regalos y no organicen fiestas o encuentros con trasfondo religioso.
Afortunadamente, confiando en la gracia de Dios, nuestros jóvenes, unos antes, otros después, uno detrás de otro, vinieron a la Misa de medianoche. Los hombres de la Policía al final solo estuvieron de guardia para mantener la seguridad pública, sin interferir con los asuntos de los otros [los funcionarios antirreligión, nota de ReL].
Conflictos con agentes en distintas parroquias
A la mañana temprano recibí una llamada telefónica de mi madre: hablaba excitada. Me dijo que en la iglesia de nuestro pueblo los funcionarios del gobierno habían prohibido severamente a los menores que participasen en las funciones y surgió un litigio que no se calmaba. Al final, el párroco, para continuar con la celebración, al menos pudo bendecir a los niños, dejándolos luego marchar para que pudiesen volver a sus casas.
El día después supe que en otra iglesia de la zona había sucedido lo mismo: a los niños no se les permitió participar. Los funcionarios del gobierno desde el inicio al final estuvieron allí observando cautelosamente.
En la iglesia de mi ciudad la Oficina para Asuntos Religiosos envió a su gente a asegurarse de que los menores permaneciesen en otros locales y no participasen en la Misa de medianoche.
En otra iglesia de una gran ciudad de mi provincia a los menores no les dejaron participar. En la reja y la puerta colocaron sistemas de seguridad, por un lado para controlar, por el otro echar a la gente.
La portavoz de Exteriores presume de libertad religiosa
En las noticias escuchamos a la portavoz del Ministerio de Exteriores, la señora Wah, llena de retórica y segura de sí, decir al mundo: “Ustedes no entienden a China. No saben cuántos templos budistas y taoístas e iglesias cristianas obran legalmente en China. ¡Los ciudadanos chinos según la ley gozan de plena libertad religiosa! ¡Hemos tomado medidas preventivas contra los terroristas y los extremistas, para permitir a tanta gente común gozar plenamente de la normal libertad religiosa!"
En las iglesias rurales de mi zona sacaron las cruces y luego las volvieron a colocar, pero quizás en el futuro serán destruidas. Hay que tener en cuenta que se trataba de lugares de culto registrados [es decir, no clandestinos, sino aprobados por las autoridades; nota de ReL].
La iglesia de mi provincia no tuvo ni siquiera el permiso de imprimir las coplas para la Fiesta de primavera. En el depósito de la tipografía las coplas de la Iglesia fueron destruidos. (Las había escrito yo personalmente, usando el pincel y lo inmergí en la tinta).