Liberan a los 2 sacerdotes secuestrados en Camerún: su obispo hablaba del conflicto civil del país
Han sido liberados los dos sacerdotes secuestrados el 15 de agosto en Camerún, en Kumbo, en el departamento de Bui, en la región noroccidental.
El padre Franklin Banadzem Dindzee, asistente de la juventud diocesana de Kumbo, y el padre Patrick Atang, también sacerdote de Kumbo, fueron liberados en la tarde del domingo 18 de agosto. Las circunstancias exactas de su liberación no se dieron a conocer.
Ambos fueron secuestrados por hombres armados el 15 de agosto cuando se dirigían a Oku para celebrar la misa de la Asunción.
Su secuestro había provocado una fuerte movilización de los fieles de la diócesis de Kumbo, que no dejaron de congregarse para rezar por su liberación. El 19 de agosto se celebró en la catedral de Kumbo una oración de acción de gracias por la liberación de los dos sacerdotes.
Conflicto armado en Camerún entre anglófonos y francófonos
El secuestro de dos sacerdotes de la diócesis de Kumbo tuvo lugar inmediatamente después de las declaraciones del obispo de la diócesis de Kumbo, monseñor George Nkuo, quien en su homilía en la misa matutina de la solemnidad de la Asunción, dijo: "Kumbo ha sufrido demasiado. Hemos visto a gente inocente asesinada brutalmente. Muchas personas han perdido sus casas y propiedades. La violencia y la crueldad se han vuelto tan comunes que ahora se considera normal matar, torturar y extorsionar. Seguimos escuchando historias horribles de personas que han sido secuestradas o detenidas, torturadas y a las que se les ha pedido que paguen sumas enormes antes de ser liberadas".
La Iglesia es blanco para ambos bandos... y para extorsionadores
Desde 2016, los separatistas de las regiones de habla inglesa del noroeste y del suroeste de Camerún han estado luchando contra las fuerzas gubernamentales en un intento de crear un estado separado llamado Ambazonia. Más de 2.000 personas han muerto y más de 400.000 se han visto obligadas a abandonar sus hogares.
La Iglesia católica pidió justicia para los cameruneses anglófonos y denunció las violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad; al tiempo que condenó la violencia separatista. Esto ha llevado al clero a ser blanco de ambos bandos lo que hace que los sacerdotes sean secuestrados por los separatistas para extorsionarlos.