Josephine, viuda pobre desde joven, tuvo 10 hijos: tres son sacerdotes y tres hijas son religiosas
Josephine Corraya, católica de 82 años y madre de 10 hijos, fue premiada con el reconocimiento “Ratnagarva Maa” (madre de oro) por el Parlamento de Bangla Desh, país de absoluta mayoría musulmana. Es un premio que se otorga a 25 mujeres cada año.
El premio la reconoce como madre modelo, amorosa y atenta, que ha sabido criar a sus muchos hijos, asegurando una buena educación para cada uno de ellos.
Josephine proviene de la parroquia de Rangamitia, en el distrito de Gazipur (arquidiócesis de Dacca). Seis de sus hijos han elegido la vida consagrada; tres varones se volvieron sacerdotes, tres mujeres, religiosas.
Abul Kalam Azad, musulmán y jefe de la organización que financia el premio, afirma: “Hemos otorgado este reconocimiento a Josephine porque ha desempeñado un trabajo maravilloso al educar a sus 10 hijos. Ha hecho enormes sacrificios para garantizarles una educación, a fin de que pudieran servir en nuestra sociedad” .
Joel Rebeiro, el noveno de sus hijos (que actualmente trabaja para Caritas) narra: “Nuestra madre nos ha formado de una manera especial. Acostumbraba llevarnos a misa todas las mañanas, luego hacíamos las tareas de la casa, estudiábamos e íbamos a la escuela. Nos ha enseñado la moralidad y el respeto por las personas ancianas”.
El marido de Josephine murió cuando los niños eran pequeños y la mujer tuvo que criarlos en la pobreza. “Si bien teníamos problemas de dinero –cuenta Bulbul, el décimo hijo-, nuestra madre trabajó duramente y logró afrontar los costos de la educación”.
"Era una mujer simple –continúa- y siempre fue positiva en relación a la Iglesia: no recuerdo siquiera una vez que haya hablado mal de un sacerdote o de una hermana. Nos alentó a entrar en el seminario”.
Josephine está muy agradecida por el premio recibido: “Pienso que Dios todopoderoso bendijo a mi familia numerosa. Siempre he sido una simple creyente, y he cuidado de mis hijos siguiendo las enseñanzas de Jesús. En estos últimos días de mi vida, agradezco a Dios, porque soy una mujer feliz”.
El premio la reconoce como madre modelo, amorosa y atenta, que ha sabido criar a sus muchos hijos, asegurando una buena educación para cada uno de ellos.
Josephine proviene de la parroquia de Rangamitia, en el distrito de Gazipur (arquidiócesis de Dacca). Seis de sus hijos han elegido la vida consagrada; tres varones se volvieron sacerdotes, tres mujeres, religiosas.
Abul Kalam Azad, musulmán y jefe de la organización que financia el premio, afirma: “Hemos otorgado este reconocimiento a Josephine porque ha desempeñado un trabajo maravilloso al educar a sus 10 hijos. Ha hecho enormes sacrificios para garantizarles una educación, a fin de que pudieran servir en nuestra sociedad” .
Joel Rebeiro, el noveno de sus hijos (que actualmente trabaja para Caritas) narra: “Nuestra madre nos ha formado de una manera especial. Acostumbraba llevarnos a misa todas las mañanas, luego hacíamos las tareas de la casa, estudiábamos e íbamos a la escuela. Nos ha enseñado la moralidad y el respeto por las personas ancianas”.
El marido de Josephine murió cuando los niños eran pequeños y la mujer tuvo que criarlos en la pobreza. “Si bien teníamos problemas de dinero –cuenta Bulbul, el décimo hijo-, nuestra madre trabajó duramente y logró afrontar los costos de la educación”.
"Era una mujer simple –continúa- y siempre fue positiva en relación a la Iglesia: no recuerdo siquiera una vez que haya hablado mal de un sacerdote o de una hermana. Nos alentó a entrar en el seminario”.
Josephine está muy agradecida por el premio recibido: “Pienso que Dios todopoderoso bendijo a mi familia numerosa. Siempre he sido una simple creyente, y he cuidado de mis hijos siguiendo las enseñanzas de Jesús. En estos últimos días de mi vida, agradezco a Dios, porque soy una mujer feliz”.
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