Un Airbus español despega hacia Liberia para recoger al padre Miguel Pajares, contagiado de ébola
El avión que repatriará al sacerdote misionero español Miguel Pajares parte de Torrejón rumbo a Liberia. El Airbus 310 medicalizado ha sido equipado con los medios necesarios para trasladar con seguridad a tres pacientes con riesgo de contagio.
El Gobierno español ha puesto en marcha los trámites para proceder a la repatriación del sacerdote misionero Miguel Pajares, de 75 años, que se encuentra en Liberia, una vez se ha confirmado que está infectado con el virus del ébola, dijo el martes una fuente oficial del ministerio de Sanidad.
Ostenta el triste récord de ser el primer español en contraer esta enfermedad.
No la habría adquirido si no hubiera sido médico misionero, en primera línea de lucha contra el dolor y la enfermedad en uno de los países más pobres y olvidados del mundo.
"Una vez formalizada la petición de repatriación formulada por la orden religiosa a la que pertenece Miguel Pajares, el ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad pondrá en marcha el procedimiento de repatriación de acuerdo con los protocolos de máxima seguridad establecidos por la Organización Mundial de la Salud", dijo una fuente oficial del ministerio de Sanidad. Las mismas fuentes han insistido en que los riesgos de un posible contagio en estas condiciones de control son "muy bajos"
La Organización No Gubernamental Juan Ciudad, con la que trabaja Pajares, dijo el martes que la comunidad a la que pertenece el religioso, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, solicitó está tarde la petición para su expatriación urgente.
También han dado positivo en las pruebas las misioneras de la misma organización Chantal Pascaline Mutwamene y Paciencia Melgar, que se encuentran aisladas con él y otras tres personas que padecen los mismos síntomas en el hospital San José de la capital Monrovia.
"Juan Ciudad ONGD comunica que la situación en el Hospital San José de Monrovia donde se encuentran seis personas aisladas desde el pasado viernes 1 de agosto es grave", asegura la ONGD en un comunicado.
El hermano Pajares, junto a otros seis compañeros -entre ellos, una religiosa con nacionalidad española-permanecen aislados en el Hospital San José de Liberia desde el pasado viernes. En este hospital falleció el pasado sábado su director, el hermano Patrick Nshamdze, tras haber contraído el ébola. El hospital está cerrado desde entonces.
Este martes, una portavoz de la organización ha explicado a Europa Press que el hermano Pajares y la hermana Chantal --con la que han hablado por teléfono-- "no se encuentran bien" y que Pajares está descansando porque se encuentra "muy débil y con fiebre".
En declaraciones a Efe, Pajares había afirmado este martes que se sentía "abandonado" en el país africano. "Me gustaría (ir a España) porque tenemos muy mala experiencia con lo que ha sucedido aquí. Aquí estamos abandonados y no nos satisfacen. Queremos ir a España y que nos traten como a personas, como Dios manda", afirmó Pajares en declaraciones por teléfono antes de saberse el resultado de las pruebas.
Con voz muy débil y entrecortada, el religioso toledano explicó que tiene fiebre alta desde hace días y que se encuentra "francamente mal. Soy incapaz de levantar cabeza". Por ahora, los religiosos están recibiendo tratamiento para aliviar los síntomas, ya que la enfermedad en sí no tiene cura.
Además, la ONGD envió el viernes dos cargamentos aéreos con materiales hospitalarios para la protección y aislamiento del personal sanitario, que están llegando en esta semana.
El Gobierno español ha puesto en marcha los trámites para proceder a la repatriación del sacerdote misionero Miguel Pajares, de 75 años, que se encuentra en Liberia, una vez se ha confirmado que está infectado con el virus del ébola, dijo el martes una fuente oficial del ministerio de Sanidad.
Ostenta el triste récord de ser el primer español en contraer esta enfermedad.
No la habría adquirido si no hubiera sido médico misionero, en primera línea de lucha contra el dolor y la enfermedad en uno de los países más pobres y olvidados del mundo.
"Una vez formalizada la petición de repatriación formulada por la orden religiosa a la que pertenece Miguel Pajares, el ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad pondrá en marcha el procedimiento de repatriación de acuerdo con los protocolos de máxima seguridad establecidos por la Organización Mundial de la Salud", dijo una fuente oficial del ministerio de Sanidad. Las mismas fuentes han insistido en que los riesgos de un posible contagio en estas condiciones de control son "muy bajos"
La Organización No Gubernamental Juan Ciudad, con la que trabaja Pajares, dijo el martes que la comunidad a la que pertenece el religioso, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, solicitó está tarde la petición para su expatriación urgente.
También han dado positivo en las pruebas las misioneras de la misma organización Chantal Pascaline Mutwamene y Paciencia Melgar, que se encuentran aisladas con él y otras tres personas que padecen los mismos síntomas en el hospital San José de la capital Monrovia.
"Juan Ciudad ONGD comunica que la situación en el Hospital San José de Monrovia donde se encuentran seis personas aisladas desde el pasado viernes 1 de agosto es grave", asegura la ONGD en un comunicado.
El hermano Pajares, junto a otros seis compañeros -entre ellos, una religiosa con nacionalidad española-permanecen aislados en el Hospital San José de Liberia desde el pasado viernes. En este hospital falleció el pasado sábado su director, el hermano Patrick Nshamdze, tras haber contraído el ébola. El hospital está cerrado desde entonces.
Este martes, una portavoz de la organización ha explicado a Europa Press que el hermano Pajares y la hermana Chantal --con la que han hablado por teléfono-- "no se encuentran bien" y que Pajares está descansando porque se encuentra "muy débil y con fiebre".
En declaraciones a Efe, Pajares había afirmado este martes que se sentía "abandonado" en el país africano. "Me gustaría (ir a España) porque tenemos muy mala experiencia con lo que ha sucedido aquí. Aquí estamos abandonados y no nos satisfacen. Queremos ir a España y que nos traten como a personas, como Dios manda", afirmó Pajares en declaraciones por teléfono antes de saberse el resultado de las pruebas.
Con voz muy débil y entrecortada, el religioso toledano explicó que tiene fiebre alta desde hace días y que se encuentra "francamente mal. Soy incapaz de levantar cabeza". Por ahora, los religiosos están recibiendo tratamiento para aliviar los síntomas, ya que la enfermedad en sí no tiene cura.
Además, la ONGD envió el viernes dos cargamentos aéreos con materiales hospitalarios para la protección y aislamiento del personal sanitario, que están llegando en esta semana.
Comentarios