El obispo español en Centroáfrica cuenta muertos en las calles y espera a las tropas francesas
“Un día apocalíptico”: con esta expresión define los hechos del 5 de diciembre el obispo de Bangassou, Juan José Aguirre, misionero comboniano español.
El obispo se encuentra en Bangui, capital de la República Centroafricana. El 5 de diciembre las milicias “anti-Balaka” atacaron las posiciones de los rebeldes Seleka en la ciudad.
“Temprano por la mañana me encontraba en el aeropuerto de Bangui para volver a Bangassou cuando estalló el infierno: se oían repetidos disparos de armas de fuego, incluso de armas pesadas”, dice el obispo Aguirre.
“Una familia en el barrio me recibió en su casa. Permanecimos allí durante ocho horas, mientras el combate se recrudecía. A las cuatro de la tarde, el arzobispo de Bangui, Dieudonné Nzapalainga, vino a recogerme con una escolta de soldados de la Misión Africana en Centro-áfrica (MISCA), y me llevaron al arzobispado”.
“Varios negocios de musulmanes fueron saqueados. En la morgue en la mezquita n.5 están los cuerpos de unas 80 personas asesinadas, mientras que los Seleka (que son en su mayoría musulmanes) están matando a jóvenes cristianos. Hemos contado con al menos un centenar de cuerpos en las calles de estos jóvenes, a menudo asesinados a machetazos en la cabeza. Cada parroquia en la capital ha acogido a 2000-3000 personas. Estamos en busca de comida para estas personas, pero la inseguridad dificulta el conseguir los suministros”.
El obispo añade que “los hombres de Seleka tienen miedo de la llegada de los franceses y están tratando de provocar el caos”.
El ejército francés ha comenzado a patrullar las calles de la capital con el uso de helicópteros y con el acuerdo de la MISCA.
En una nota enviada a la Agencia Fides por Cáritas Internationalis, el arzobispo de Bangui, Dieudonné Nzapalainga, explica que está “profundamente preocupado por la crisis en la República Centroafricana. La situación es caótica en Bangui. Muchas personas han perdido la vida”.
El arzobispo Nzapalainga, ha lanzado un llamamiento para que “cesen inmediatamente los combates. Las mujeres y los niños se han refugiado en las iglesias. No tienen nada que comer y beber, les damos lo que podemos”, agrega el Arzobispo.
Según una nota, alrededor de 10.000 personas se han refugiado en la iglesia de San Bernardo y en el monasterio del barrio de Boy-Rabe, donde estallaron los enfrentamientos en la madrugada de ayer.
El obispo se encuentra en Bangui, capital de la República Centroafricana. El 5 de diciembre las milicias “anti-Balaka” atacaron las posiciones de los rebeldes Seleka en la ciudad.
“Temprano por la mañana me encontraba en el aeropuerto de Bangui para volver a Bangassou cuando estalló el infierno: se oían repetidos disparos de armas de fuego, incluso de armas pesadas”, dice el obispo Aguirre.
“Una familia en el barrio me recibió en su casa. Permanecimos allí durante ocho horas, mientras el combate se recrudecía. A las cuatro de la tarde, el arzobispo de Bangui, Dieudonné Nzapalainga, vino a recogerme con una escolta de soldados de la Misión Africana en Centro-áfrica (MISCA), y me llevaron al arzobispado”.
“Varios negocios de musulmanes fueron saqueados. En la morgue en la mezquita n.5 están los cuerpos de unas 80 personas asesinadas, mientras que los Seleka (que son en su mayoría musulmanes) están matando a jóvenes cristianos. Hemos contado con al menos un centenar de cuerpos en las calles de estos jóvenes, a menudo asesinados a machetazos en la cabeza. Cada parroquia en la capital ha acogido a 2000-3000 personas. Estamos en busca de comida para estas personas, pero la inseguridad dificulta el conseguir los suministros”.
El obispo añade que “los hombres de Seleka tienen miedo de la llegada de los franceses y están tratando de provocar el caos”.
El ejército francés ha comenzado a patrullar las calles de la capital con el uso de helicópteros y con el acuerdo de la MISCA.
En una nota enviada a la Agencia Fides por Cáritas Internationalis, el arzobispo de Bangui, Dieudonné Nzapalainga, explica que está “profundamente preocupado por la crisis en la República Centroafricana. La situación es caótica en Bangui. Muchas personas han perdido la vida”.
El arzobispo Nzapalainga, ha lanzado un llamamiento para que “cesen inmediatamente los combates. Las mujeres y los niños se han refugiado en las iglesias. No tienen nada que comer y beber, les damos lo que podemos”, agrega el Arzobispo.
Según una nota, alrededor de 10.000 personas se han refugiado en la iglesia de San Bernardo y en el monasterio del barrio de Boy-Rabe, donde estallaron los enfrentamientos en la madrugada de ayer.
Para ayudar desde España a la reconstrucción de lo destruido por las bandas de Seleka en Bangassou:
www.fundacionbangassou.com/
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