Lo emiten en un congreso de pastores pentecostales en Texas
El Papa, en un insólito vídeo casero, anima a los protestantes a «llorar juntos el llanto que une»
Aquellos pastores pentecostales y protestantes carismáticos reunidos en una convención en Texas -no especialmente distinta a muchas otras similares- no salían de su asombro: el Papa les había mandado un vídeo casero para pedirles oración y animarles a orar y llorar juntos por la unidad de los cristianos.
El pasado 14 de enero el Papa Francisco recibió en un encuentro privado a un amigo suyo, el pastor anglocarismático Tony Palmer, probablemente acompañado de su esposa, Emiliana, que es italiana. Anthony Palmer es inglés y líder de una comunidad protestante de estilo carismático y liturgia anglicana llamada The Ark Community (TheArkcommunity.org), integrada en una alianza de congregaciones de estilo carismático y anglicano llamada en inglés CEEC (Comunión de Iglesias Episcopales Evangélicas, www.theceec.org), una realidad que no está integrada en la Comunión Anglicana encabezada por el Arzobispo de Canterbury.
El pastor Palmer (que usa el título de “obispo” en algunos ambientes, aunque significa cosas distintas en grupos pentecostales que en grupos anglicanos) ya llevaba en mente la posibilidad de grabar un mensaje del Papa pero en realidad la iniciativa salió del mismo Pontífice, al que conoceía al menos desde 2006, de Argentina.
Palmer lo explicó así a los pastores pentecostales: "Le dije, ¿quiere escribir un mensaje? Él me dijo: "¿Por qué no me grabas en vídeo?”. Yo tenía la idea en la cabeza. Llevaba mi iPhone, siempre lo llevo conmigo. Tenía la idea de pedírselo, pero no quería abusar de nuestra amistad”.
Y así surgió grabar in situ, en un teléfono móvil, un vídeo para emitir en un encuentro de pastores pentecostales que iba a tener lugar semanas después en Texas, organizado por el ministerio evangélico de Kenneth y Gloria Copeland (www.kcm.org).
En ese encuentro, Palmer leyó ante los pastores pentecostales el llamado bíblico de Jesús a la unidad: “Que todos sean uno”.
Momento en que Tony Palmer recuerda el llamado de
El pasado 14 de enero el Papa Francisco recibió en un encuentro privado a un amigo suyo, el pastor anglocarismático Tony Palmer, probablemente acompañado de su esposa, Emiliana, que es italiana. Anthony Palmer es inglés y líder de una comunidad protestante de estilo carismático y liturgia anglicana llamada The Ark Community (TheArkcommunity.org), integrada en una alianza de congregaciones de estilo carismático y anglicano llamada en inglés CEEC (Comunión de Iglesias Episcopales Evangélicas, www.theceec.org), una realidad que no está integrada en la Comunión Anglicana encabezada por el Arzobispo de Canterbury.
El pastor Palmer (que usa el título de “obispo” en algunos ambientes, aunque significa cosas distintas en grupos pentecostales que en grupos anglicanos) ya llevaba en mente la posibilidad de grabar un mensaje del Papa pero en realidad la iniciativa salió del mismo Pontífice, al que conoceía al menos desde 2006, de Argentina.
Palmer lo explicó así a los pastores pentecostales: "Le dije, ¿quiere escribir un mensaje? Él me dijo: "¿Por qué no me grabas en vídeo?”. Yo tenía la idea en la cabeza. Llevaba mi iPhone, siempre lo llevo conmigo. Tenía la idea de pedírselo, pero no quería abusar de nuestra amistad”.
Y así surgió grabar in situ, en un teléfono móvil, un vídeo para emitir en un encuentro de pastores pentecostales que iba a tener lugar semanas después en Texas, organizado por el ministerio evangélico de Kenneth y Gloria Copeland (www.kcm.org).
En ese encuentro, Palmer leyó ante los pastores pentecostales el llamado bíblico de Jesús a la unidad: “Que todos sean uno”.
Momento en que Tony Palmer recuerda el llamado de
Jesucristo: "que todos sean uno"; el vídeo completo de
ese encuentro puede verse en inglés aquí en Youtube
Palmer dijo a los pastores que para predicar la salvación es necesaria la unidad de los cristianos y que desde la Declaración Conjunta Católico-Luterana de 1999 sobre la Doctrina de la Justificación (aquí en Vatican.va) ya no hay razones para la división.
Leyó la declaración: “por sola gracia, en la obra salvadora de Cristo y no por mérito alguno de nuestra parte, somos aceptados por Dios y recibimos el Espíritu Santo, que renueva nuestros corazones equipándonos y llamándonos para las buenas obras”. En vez del “sola fide” del dogma luterano habitual, se encontró terreno común en el “sola gratia”, en vez de “sólo la fe nos salva” es “por sólo la Gracia, no por mérito nuestro”.
Palmer, vestido de negro y con alzacuellos clerical, proclamó entonces: “Ya no estamos protestando contra la doctrina de salvación de la Iglesia Católica; ahora predicamos el mismo evangelio”. Y a continuación, Palmer puso el vídeo del Papa.
Un vídeo para la historia del ecumenismo
Es un vídeo histórico por dos razones:
1) el Papa Francisco usa el inglés, aunque sea sólo un poco al principio, cosa que no había hecho antes.
2) Nunca antes un Papa había enviado un mensaje en vídeo a una asamblea de pastores pentecostales… y menos improvisado con un teléfono móvil.
El texto completo del Papa a los pentecostales
Estas fueron las palabras del Papa (traducidas al español por cortesía de Diego Carvajal, con arreglos de ReL)
[Habla en inglés]
»Queridos hermanos y hermanas: Perdonad que os hable en italiano pero tampoco voy a hablar en inglés, ni en italiano, voy a hacerlo desde el corazón…
[Habla en italiano]
»Es una lengua más sencilla y más auténtica y esta lengua del corazón tiene una gramática especial. Una gramática simple. Dos reglas: Ama a Dios sobre todas las cosas y ama al prójimo porque es tu hermano, es tu hermana. Y con estas dos cosas vamos adelante.
»Estoy aquí con mi hermano, mi hermano obispo Tony Palmer. Somos amigos desde hace años. Él me ha hablado de vuestro Encuentro y es un placer poder saludaros. Un saludo feliz y nostálgico.
»Feliz porque me alegra que os reunáis para alabar a Jesucristo, el único Señor, orar al Padre y recibir al Espíritu. Esto produce alegría porque se ve que Dios trabaja en todo el mundo.
»Y nostálgico por lo que ocurre en nuestro barrio. En los barrios hay familias que se quieren y familias que no se quieren. Familias que se unen y familias que se separan y nosotros estamos un poco, me permito la palabra, “separados”. Separados porque el pecado nos ha separado. Nuestro pecado. Los malentendidos a través de la historia… un camino largo de pecado común.
»Pero, ¿quién tiene la culpa? ¡Todos tenemos la culpa! Todos somos pecadores, ¿eh? Sólo hay un justo: el Señor.
»Siento deseo de que esta separación termine y nos llegue la comunión. Siento nostalgia por poder abrazaros con el abrazo del que nos hablan las Sagradas Escrituras cuando los hermanos de José tienen hambre y van a Egipto a comprar para comer. Iban a comprar, tenían el dinero pero ¡no podían comerse el dinero!
»Y allí encontraron una cosa más importante que la comida. Encontraron al hermano.
»Todos nosotros tenemos dinero: el dinero de nuestra cultura, el dinero de nuestra historia… tanta riqueza religiosa y tantas diferentes tradiciones… pero debemos reencontrarnos como hermanos y debemos llorar juntos como hizo José. Con ese llanto que une. El llanto del amor.
»Os hablo como hermano, ¿eh? Y os hablo así, con sencillez: con alegría y nostalgia. Hagamos que crezca la nostalgia porque esto nos animará a encontrarnos, a abrazarnos y a alabar a Jesucristo como único Señor de la Historia.
»Os agradezco tanto que me escuchéis. Os agradezco tanto que me dejéis hablar en la lengua del corazón… Y también quiero pediros un favor. Rezad por mí porque necesito tanto de vuestra oración… Yo rezo por vosotros y lo seguiré haciendo, pero necesito de vuestras oraciones. Y pidamos al Señor que nos una a todos.
»Y adelante, somos hermanos. Démonos espiritualmente este abrazo y dejemos que el Señor termine la obra que comenzó. Porque esto es un milagro: el milagro de la Unidad ya ha comenzado.
»Dice un famoso escritor italiano, Manzoni, en una de sus obras, a través de un hombre sencillo: “Nunca he visto que el Señor haya comenzado un milagro sin terminarlo por completo”. Él terminará por completo este milagro de la Unidad. Os pido que me bendigáis y yo os bendigo. De hermano a hermano. Un abrazo. Gracias.”
Se considera que el pentecostalismo nació en 1906 en un grupo de oración de la calle Azusa de Los Ángeles dirigido por el reverendo negro James Seymour (que de niño había sido bautizado católico), extendiéndose luego en iglesias protestantes (carismáticos) y en ámbitos católicos como Renovación Carismática. Tienen en común un estilo de oración y de devoción bíblica. Todas sus variantes suman unos 600 millones de personas, sobre todo en el Tercer Mundo. Unos 60 millones de ellos son católicos carismáticos, que siguen la doctrina católica.
Palmer dijo a los pastores que para predicar la salvación es necesaria la unidad de los cristianos y que desde la Declaración Conjunta Católico-Luterana de 1999 sobre la Doctrina de la Justificación (aquí en Vatican.va) ya no hay razones para la división.
Leyó la declaración: “por sola gracia, en la obra salvadora de Cristo y no por mérito alguno de nuestra parte, somos aceptados por Dios y recibimos el Espíritu Santo, que renueva nuestros corazones equipándonos y llamándonos para las buenas obras”. En vez del “sola fide” del dogma luterano habitual, se encontró terreno común en el “sola gratia”, en vez de “sólo la fe nos salva” es “por sólo la Gracia, no por mérito nuestro”.
Palmer, vestido de negro y con alzacuellos clerical, proclamó entonces: “Ya no estamos protestando contra la doctrina de salvación de la Iglesia Católica; ahora predicamos el mismo evangelio”. Y a continuación, Palmer puso el vídeo del Papa.
Un vídeo para la historia del ecumenismo
Es un vídeo histórico por dos razones:
1) el Papa Francisco usa el inglés, aunque sea sólo un poco al principio, cosa que no había hecho antes.
2) Nunca antes un Papa había enviado un mensaje en vídeo a una asamblea de pastores pentecostales… y menos improvisado con un teléfono móvil.
El texto completo del Papa a los pentecostales
Estas fueron las palabras del Papa (traducidas al español por cortesía de Diego Carvajal, con arreglos de ReL)
[Habla en inglés]
»Queridos hermanos y hermanas: Perdonad que os hable en italiano pero tampoco voy a hablar en inglés, ni en italiano, voy a hacerlo desde el corazón…
[Habla en italiano]
»Es una lengua más sencilla y más auténtica y esta lengua del corazón tiene una gramática especial. Una gramática simple. Dos reglas: Ama a Dios sobre todas las cosas y ama al prójimo porque es tu hermano, es tu hermana. Y con estas dos cosas vamos adelante.
»Estoy aquí con mi hermano, mi hermano obispo Tony Palmer. Somos amigos desde hace años. Él me ha hablado de vuestro Encuentro y es un placer poder saludaros. Un saludo feliz y nostálgico.
»Feliz porque me alegra que os reunáis para alabar a Jesucristo, el único Señor, orar al Padre y recibir al Espíritu. Esto produce alegría porque se ve que Dios trabaja en todo el mundo.
»Y nostálgico por lo que ocurre en nuestro barrio. En los barrios hay familias que se quieren y familias que no se quieren. Familias que se unen y familias que se separan y nosotros estamos un poco, me permito la palabra, “separados”. Separados porque el pecado nos ha separado. Nuestro pecado. Los malentendidos a través de la historia… un camino largo de pecado común.
»Pero, ¿quién tiene la culpa? ¡Todos tenemos la culpa! Todos somos pecadores, ¿eh? Sólo hay un justo: el Señor.
»Siento deseo de que esta separación termine y nos llegue la comunión. Siento nostalgia por poder abrazaros con el abrazo del que nos hablan las Sagradas Escrituras cuando los hermanos de José tienen hambre y van a Egipto a comprar para comer. Iban a comprar, tenían el dinero pero ¡no podían comerse el dinero!
»Y allí encontraron una cosa más importante que la comida. Encontraron al hermano.
»Todos nosotros tenemos dinero: el dinero de nuestra cultura, el dinero de nuestra historia… tanta riqueza religiosa y tantas diferentes tradiciones… pero debemos reencontrarnos como hermanos y debemos llorar juntos como hizo José. Con ese llanto que une. El llanto del amor.
»Os hablo como hermano, ¿eh? Y os hablo así, con sencillez: con alegría y nostalgia. Hagamos que crezca la nostalgia porque esto nos animará a encontrarnos, a abrazarnos y a alabar a Jesucristo como único Señor de la Historia.
»Os agradezco tanto que me escuchéis. Os agradezco tanto que me dejéis hablar en la lengua del corazón… Y también quiero pediros un favor. Rezad por mí porque necesito tanto de vuestra oración… Yo rezo por vosotros y lo seguiré haciendo, pero necesito de vuestras oraciones. Y pidamos al Señor que nos una a todos.
»Y adelante, somos hermanos. Démonos espiritualmente este abrazo y dejemos que el Señor termine la obra que comenzó. Porque esto es un milagro: el milagro de la Unidad ya ha comenzado.
»Dice un famoso escritor italiano, Manzoni, en una de sus obras, a través de un hombre sencillo: “Nunca he visto que el Señor haya comenzado un milagro sin terminarlo por completo”. Él terminará por completo este milagro de la Unidad. Os pido que me bendigáis y yo os bendigo. De hermano a hermano. Un abrazo. Gracias.”
Se considera que el pentecostalismo nació en 1906 en un grupo de oración de la calle Azusa de Los Ángeles dirigido por el reverendo negro James Seymour (que de niño había sido bautizado católico), extendiéndose luego en iglesias protestantes (carismáticos) y en ámbitos católicos como Renovación Carismática. Tienen en común un estilo de oración y de devoción bíblica. Todas sus variantes suman unos 600 millones de personas, sobre todo en el Tercer Mundo. Unos 60 millones de ellos son católicos carismáticos, que siguen la doctrina católica.
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