Rafich Greiche
«Los cristianos en Egipto han dicho basta», dice el portavoz de la Iglesia católica en el país
La entrevista tuvo lugar en dos partes, con una peregrinación por medio del entrevistado a Medjugorje y el miedo del entrevistador a que, a su vuelta, y por causa de un ataque de misticismo, no se expresara con la contundencia con que suele. Pero qué va. Greiche volvió en plena forma.
-¿Puede hablarse de persecución a los cristianos en Egipto?
- No en un sentido físico, y me refiero a cristianos torturados o en la cárcel solo por serlo. Pero sí en un sentido moral, más desde la llegada de los Hermanos Musulmanes al poder.
-¿Quiere eso decir que contra Mubarak vivían mejor?
-A Mubarak, como a todos los dictadores, le hacía feliz dividir a su pueblo en bloques y enfrentarlos, en especial a los cristianos y a los musulmanes.
-¿Dónde está la gracia del juego?
-En el divide y vencerás. Así, cuando había problemas, él se presentaba unas veces como el garante de los derechos de los musulmanes, otras como el de los cristianos; siempre como el pacificador.
-¿Y Morsi está en lo mismo?
-Morsi es peor. No conoce las reglas ni maneja las herramientas como Mubarak; le falta experiencia y capacidad.
-Sin embargo, parece tender puentes con los cristianos; ahí está su promesa de que la vicepresidencia la ocuparía una mujer copta.
-¿Usted la ha visto? Yo no. Mire, no se crea todo lo que dicen los Hermanos Musulmanes. Son unos mentirosos que dicen una cosa y hacen la contraria. Son gente que utiliza la religión con un fin político.
-¿Lobos con piel de cordero?
-Casi todos los grupos fundamentalistas hunden sus raíces en los Hermanos Musulmanes. ¿Sabe cómo se llama la sucursal palestina de la Hermandad? Hamás.
-El pasado día 12, en la plaza Tahrir, hubo una batalla campal. Por un lado, los militantes de la izquierda revolucionaria...
-... y por el otro los Hermanos Musulmanes y los salafistas. Lo cual demuestra que, diferencias aparte, están en el mismo barco. Los Hermanos son el cerebro y los salafistas, los músculos. Se utilizan.
-La revolución del 25 de enero ¿ha mejorado en algo la vida de los cristianos?
-Antes del 25 de enero, los cristianos iban a llorarle sus penas al cura, al obispo. Vivían en la iglesia, intramuros. A partir de la revolución, salieron a la calle, extramuros. Por fin dijeron basta. Ahora, se atreven a expresarse. Pacíficamente, eso sí. Sin piedras, sin palos, sin armas.
-En Imbaba se liaron a tiros.
-Es que en Imbaba se asaltó una iglesia y luego se quemó otra.
-¿Eso pasaba cuando la dictadura?
-No con la frecuencia de ahora.
-¿Le preocupa?
-No es lo peor que le puede pasar a la Iglesia.
-¿No?
-No. Y entienda bien lo que quiero decir. La experiencia de la Iglesia dice que las épocas apacibles lo son de enfriamiento, incluso dan lugar a cismas y herejías.
-Ahora en cambio...
-Ahora en Egipto no estamos para discutir si Cristo tiene una o dos naturalezas, o si María fue o no concebida sin pecado. Ahora católicos, ortodoxos y protestantes nos sentimos uno: juntos sufrimos, juntos rezamos, juntos tratamos de salir adelante.
-Siempre les quedará el camino del exilio.
-La victoria de los islamistas ha supuesto un cambio de atmósfera que invita a la gente a marcharse.
-Benedicto XVI ha hablado de las “agridulces mieles del exilio”. ¿Es una condena moral?
-No creo que a nadie le haga feliz abandonar su patria. Pero cuando la gente no se siente segura, y teme por el futuro de sus hijos... A veces no queda otra opción. San José, la Virgen y el Niño lo hicieron.
-¿Volverían a elegir Egipto como destino?
-Volverían, sí, y para traer paz.
-Usted es portavoz de la Iglesia católica en Egipto.
-Desgraciadamente.
-¿Desgraciadamente?
-Es una broma. Soy portavoz desde hace 12 años. Y siempre he ido directo, siempre he dicho las cosas como son. ¿Qué sentido tendría andarme con rodeos, mentir? Porque antes que portavoz soy cura.
-Habla claro, tiene sentido del humor...
-¿Qué tal lo haría como portavoz en España? ¿O me va a decir que los obispos allí dicen una cosa y hacen la contraria? ¡A ver si van a ser de los Hermanos Musulmanes!
-¿Puede hablarse de persecución a los cristianos en Egipto?
- No en un sentido físico, y me refiero a cristianos torturados o en la cárcel solo por serlo. Pero sí en un sentido moral, más desde la llegada de los Hermanos Musulmanes al poder.
-¿Quiere eso decir que contra Mubarak vivían mejor?
-A Mubarak, como a todos los dictadores, le hacía feliz dividir a su pueblo en bloques y enfrentarlos, en especial a los cristianos y a los musulmanes.
-¿Dónde está la gracia del juego?
-En el divide y vencerás. Así, cuando había problemas, él se presentaba unas veces como el garante de los derechos de los musulmanes, otras como el de los cristianos; siempre como el pacificador.
-¿Y Morsi está en lo mismo?
-Morsi es peor. No conoce las reglas ni maneja las herramientas como Mubarak; le falta experiencia y capacidad.
-Sin embargo, parece tender puentes con los cristianos; ahí está su promesa de que la vicepresidencia la ocuparía una mujer copta.
-¿Usted la ha visto? Yo no. Mire, no se crea todo lo que dicen los Hermanos Musulmanes. Son unos mentirosos que dicen una cosa y hacen la contraria. Son gente que utiliza la religión con un fin político.
-¿Lobos con piel de cordero?
-Casi todos los grupos fundamentalistas hunden sus raíces en los Hermanos Musulmanes. ¿Sabe cómo se llama la sucursal palestina de la Hermandad? Hamás.
-El pasado día 12, en la plaza Tahrir, hubo una batalla campal. Por un lado, los militantes de la izquierda revolucionaria...
-... y por el otro los Hermanos Musulmanes y los salafistas. Lo cual demuestra que, diferencias aparte, están en el mismo barco. Los Hermanos son el cerebro y los salafistas, los músculos. Se utilizan.
-La revolución del 25 de enero ¿ha mejorado en algo la vida de los cristianos?
-Antes del 25 de enero, los cristianos iban a llorarle sus penas al cura, al obispo. Vivían en la iglesia, intramuros. A partir de la revolución, salieron a la calle, extramuros. Por fin dijeron basta. Ahora, se atreven a expresarse. Pacíficamente, eso sí. Sin piedras, sin palos, sin armas.
-En Imbaba se liaron a tiros.
-Es que en Imbaba se asaltó una iglesia y luego se quemó otra.
-¿Eso pasaba cuando la dictadura?
-No con la frecuencia de ahora.
-¿Le preocupa?
-No es lo peor que le puede pasar a la Iglesia.
-¿No?
-No. Y entienda bien lo que quiero decir. La experiencia de la Iglesia dice que las épocas apacibles lo son de enfriamiento, incluso dan lugar a cismas y herejías.
-Ahora en cambio...
-Ahora en Egipto no estamos para discutir si Cristo tiene una o dos naturalezas, o si María fue o no concebida sin pecado. Ahora católicos, ortodoxos y protestantes nos sentimos uno: juntos sufrimos, juntos rezamos, juntos tratamos de salir adelante.
-Siempre les quedará el camino del exilio.
-La victoria de los islamistas ha supuesto un cambio de atmósfera que invita a la gente a marcharse.
-Benedicto XVI ha hablado de las “agridulces mieles del exilio”. ¿Es una condena moral?
-No creo que a nadie le haga feliz abandonar su patria. Pero cuando la gente no se siente segura, y teme por el futuro de sus hijos... A veces no queda otra opción. San José, la Virgen y el Niño lo hicieron.
-¿Volverían a elegir Egipto como destino?
-Volverían, sí, y para traer paz.
-Usted es portavoz de la Iglesia católica en Egipto.
-Desgraciadamente.
-¿Desgraciadamente?
-Es una broma. Soy portavoz desde hace 12 años. Y siempre he ido directo, siempre he dicho las cosas como son. ¿Qué sentido tendría andarme con rodeos, mentir? Porque antes que portavoz soy cura.
-Habla claro, tiene sentido del humor...
-¿Qué tal lo haría como portavoz en España? ¿O me va a decir que los obispos allí dicen una cosa y hacen la contraria? ¡A ver si van a ser de los Hermanos Musulmanes!
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