Obispos de Europa en Tierra Santa: «Nos acogen familias que aspiran a tener electricidad y agua»
Las distintas conferencias episcopales católicas de Europa designan representantes que cada año acuden a Tierra Santa, a conocer la situación de los cristianos del lugar, y se coordinan para trabajar juntos en su apoyo. Estos obispos europeos que observan lo que pasa en el país de Cristo son la Coordinación de Tierra Santa. Representando a España desde hace años acude Joan Enric-Vives, el arzobispo de Urgel y copríncipe de Andorra. Este año han acudido además un obispo norteamericano (el arzobispo castrense de EEUU) y un obispo anglicano de Inglaterra,
Hoy jueves ha finalizado la peregrinación anual de estos obispos a Tierra Santa. En estos días han visitado Gaza (donde apenas hay una pequeña parroquia católica y otra grego-ortodoxa), Ramala (la capital de la autoridad palestina) y Jerusalén Este (zona con población árabe, incluyendo muchos cristianos).
Al final de su visita, los 15 obispos peregrinos han publicado una nota en la que piden a los países de todo el mundo. "Hemos sido acogidos por familias que hoy tienen como prioridad la supervivencia diaria y cuyas aspiraciones se reducen a lo esencial, como tener electricidad y agua potable", dijeron los obispos, "tocados por el sacrificio de religiosos, laicos y sacerdotes, comprometidos activamente en todos los campos para tratar de construir un futuro mejor para todos, ofreciendo servicios básicos, especialmente educación, trabajo y asistencia a las personas más vulnerables".
Los obispos de la Coordinación de Tierra Santa instan "a la aplicación del derecho internacional; siguiendo las directrices de la Santa Sede en el reconocimiento del Estado de Palestina; teniendo en cuenta las necesidades de seguridad de Israel y el derecho de todos a vivir con seguridad; rechazando el apoyo político o económico a los asentamientos; y oponiéndose resueltamente a los actos de violencia o a las violaciones de los derechos humanos por parte de cualquiera".
Los obispos denuncian que la construcción de nuevos asentamientos de colonos judíos en territorios palestinos, junto con el muro de separación, están dificultando "toda perspectiva de dos Estados que vivan en paz". Los prelados de la Coordinación reconocen que las condiciones de vida son cada vez más insostenibles en Tierra Santa, particularmente en Cisjordania, donde "los derechos fundamentales, incluida la libertad de movimiento, también se niegan", mientras que "en Gaza las decisiones políticas de todas las partes involucradas han llevado a la creación de una prisión al aire libre, a violaciones de los derechos humanos y a una profunda crisis humanitaria".
Este es el mensaje completo.
Mensaje final de la Coordinadora de obispos para la Iglesia en Tierra Santa (“Holy Land Coordination” - HLC)
Encuentro anual en Jerusalén y Gaza del 11 al 16 de enero: «No debemos ignorar la voz de la gente en Tierra Santa»
Cada año venimos a conocer y a escuchar a la gente de Tierra Santa. Nos inspira su resistencia y su fe duradera en una situación que sigue empeorando.
En su reciente y poderoso mensaje, los obispos católicos locales lamentaron el fracaso de la comunidad internacional para ayudar a lograr la justicia y la paz aquí en el lugar del nacimiento de Cristo. Nuestros gobiernos deben hacer más para cumplir con sus responsabilidades de defender el derecho internacional y proteger la dignidad humana. En algunos casos ellos se han convertido en cómplices activos de los males del conflicto y la ocupación.
Los obispos locales también advirtieron que las personas se enfrentan a una mayor «evaporación de la esperanza de una solución duradera». Hemos sido testigos de esta realidad de primera mano, particularmente cómo la construcción de asentamientos y el muro de separación está destruyendo cualquier posibilidad de que dos estados existan en paz.
En el mismo mensaje, los obispos locales han advertido de que las condiciones de vida se vuelven «cada vez más insoportables». Esto es dolorosamente claro en Cisjordania, donde a nuestras hermanas y hermanos se les niegan incluso los derechos básicos, incluida la libertad de movimiento. En Gaza, las decisiones políticas de todas las partes han tenido como resultado la creación de una prisión al aire libre, los abusos contra los derechos humanos y una profunda crisis humanitaria. Hemos sido recibidos por familias centradas ahora en la supervivencia diaria y cuyas aspiraciones se han reducido a lo esencial, como la electricidad y el agua potable.
En estas circunstancias nos conmueve el sacrificio de hermanas religiosas, laicos y sacerdotes que se están acercando con respeto a cada lado para construir un futuro mejor para todos. Ofrecen servicios vitales, especialmente educación, oportunidades laborales y atención a las personas más vulnerables. Damos gracias por su testimonio.
Alentamos a los cristianos en nuestros propios países a orar y apoyar esta misión. El crecimiento de las peregrinaciones a Tierra Santa es alentador y animamos a quienes vienen para asegurarse de que se encuentren con las comunidades locales.
Al mismo tiempo, imploramos a nuestros gobiernos que ayuden a construir una nueva solución política arraigada en la dignidad humana para todos. Si bien esto debe ser determinado en diálogo entre los pueblos que viven en Tierra Santa, existe una necesidad urgente de que nuestros países desempeñen su papel:
- Insistiendo en la aplicación del derecho internacional;
- Siguiendo el liderazgo de la Santa Sede en el reconocimiento del Estado de Palestina;
- Atendiendo las preocupaciones de seguridad de Israel y el derecho de todos a vivir con seguridad;
- Rechazando el apoyo político o económico a los asentamientos;
- Y oponiéndose decididamente a cualquier acto de violencia o abusos de los derechos humanos por cualquier parte.
Al dar estos pasos, la comunidad internacional puede solidarizarse significativamente con aquellos israelíes y palestinos que se niegan a renunciar a su lucha no violenta por la justicia, la paz y los derechos humanos.
Oramos por la paz de Jerusalén.
Mons. Declan Lang (Responsable de la Coordinadora de Tierra Santa). Inglaterra y Gales.
Mons. Udo Bentz. Alemania
Mons. Timothy Broglio (obispo castrense de Estados Unidos)
Mons. Peter Bürcher. Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia
Mons. Rodolfo Cetoloni. Italia.
Mons. Christopher Chessun (obispo anglicano de Southwark, Inglaterra)
Mons. Richard Gagnon. Canadá
Mons. William Kenney. Inglaterra y Gales
Mons. Alan McGuckian. Irlanda
Mons. William Nolan. Escocia
Mons. Marc Stenger. Francia
Mons. Noel Treanor. Irlanda
Mons. Joan Enric-Vives Sicilia. España y Andorra
Rvdo. Antonio Ammirati. Consejo de Conferencia Episcopales de Europa
Dr. Erwin Tanner. Suiza