La ordenación podría ser ilícita
Pekín detiene a tres obispos fieles al Papa para obligarlos a acudir a una ordenación sacerdotal
Roma ha pedido a Pekín que cese la represión contra la Iglesia católica, ya que la situación ha empeorado en las últimas semanas.
Pekín ha detenido a tres obispos fieles al Papa y ha rodeado la catedral de otro para arrestarlo. Aparentemente, quieren obligarlos a participar en una ordenación sacerdotal el 14 de julio.
Los obispos detenidos e incomunicados son Liang Jiansen de Jiangmen, Liao Hongqing de Meizhou y Joseph Gan Junqiu de Guangzhou.
Según medios de comunicación chinos, el obispo Paul Pei Junmin permanece encerrado en su catedral, donde varios sacerdotes impiden el paso a la policía.
Recientemente el Vaticano ha advertido que los obispos que participen en ordenaciones ilícitas pueden ser excomulgados, aunque la medida no se aplica a quienes participan forzados.
Además, Roma ha pedido a Pekín que cese la represión contra la Iglesia católica, ya que la situación ha empeorado en las últimas semanas.
Malas relaciones
El Gobierno chino rompió relaciones con el Vaticano en 1951 y exige a los grupos católicos que trabajen sólo en iglesias aprobadas por la Asociación Católica Patriótica China, una organización controlada por el Estado y que no reconoce la autoridad del Papa.
Muchos católicos permanecen fieles al Pontífice y viven en riesgo de ser arrestados y juzgados. Docenas de feligreses han sido detenidos por la Policía y en una ocasión golpearon a uno hasta matarlo, informaron las fuentes.
Según cifras oficiales, hay cuatro millones de católicos; sin embargo, la Fundación Cardenal Kung asegura que la cifra alcanza los 12 millones.