Los católicos de Afganistán piden paz al Sagrado Corazón: «Él quiere gobernar en todas las naciones»
El sacerdote barnabita, Giovanni Scalese es el responsable de la Missio Sui Iuris en Afganistán, donde el catolicismo es testimonial con la presencia de tan sólo una parroquia, que además se encuentra en el interior de la embajada de Italia.
Sin embargo, el hecho de ser un país musulmán con una gran influencia de los talibán no impide que la pequeña comunidad católica, formada por extranjeros, quiera cambiar el país pidiendo la intercesión de Cristo.
"Él quiere gobernar sobre todas las naciones"
Por ello, ante la séptima ronda de negociaciones entre Estados Unidos y los talibán que ha comenzado este pasado fin de semana, este sacerdote afirma que “todos esperamos que se pueda llegar a un acuerdo que ponga fin a una guerra de 18 años. Queremos confiar esta intención al Sagrado Corazón de Jesús. El hecho de que Afganistán sea un país musulmán es irrelevante. Creemos firmemente que Jesucristo es el Señor y Rey del universo, Él quiere gobernar sobre todas las naciones. Y su reino es ‘un reino de verdad y vida, un reino de santidad y gracia, un reino de justicia, amor y paz’. Oremos al Corazón Divino para que pueda obrar por nuestra salvación”.
El padre Giovanni Scalese recuerda a la agencia Fides que las dos partes habían llegado a un proyecto de acuerdo que incluía la retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán, un alto el fuego nacional y conversaciones con las autoridades afganas. Según Zalmay Khalilzad, representante especial de Estados Unidos para la Reconciliación en Afganistán, "ambas partes quieren lograr un rápido progreso" en el proceso de paz.
El arma secreta de los cristianos
"La contribución que la pequeña comunidad cristiana puede hacer a la paz y a la reconstrucción de este país es limitada, aunque los signos de su presencia en esta tierra son significativos: servicio a los más pobres entre los pobres, atención a los necesitados y educación a los menos afortunados. Pero además de los objetivos humanitarios, la comunidad cristiana posee un arma secreta que puede dar efectos inimaginables: la oración", comenta este religioso.
En Afganistán solo hay una parroquia, con sede en la Embajada de Italia en Kabul, frecuentada por un centenar de personas, casi exclusivamente miembros de la comunidad diplomática internacional. En la capital afgana están también las Hermanas de la Madre Teresa de Calcuta y la Asociación Inter-Congregacional Pro Bambini de Kabul. Hasta 2016, las Hermanitas de Charles de Foucauld, que llegaron a Afganistán en la década de 1950, también estuvieron activas.