Semana Santa en Pakistán, bajo la amenaza integrista
«Antes teníamos procesiones en la calle, pero las prohibieron por seguridad»
Miguel Ángel Ruiz, misionero salesiano español en un colegio de formación profesional en Lahore, Pakistán, explica como viven los católicos del país las fiestas de Semana Santa, bajo la amenaza de los integristas, pero con la cercanía de amigos musulmanes moderados.
- ¿Cómo es la Semana Santa en Pakistán?
- Las autoridades nos permiten cerrar los colegios católicos estos días, así que las familias se reúnen y el domingo de Pascua es una explosión de alegría y color. Los niños vestirán ropas nuevas, de colores brillantes y llamativos. Después de la misa, muchas familias van al parque a disfrutar un día festivo. El Viernes Santo, en cambio, muchos se identifican con el Cristo sufriente. El país sufre una crisis de esperanza, de seguridad... A principios de siglo XXI había más esperanza, los cristianos empezaban a ser respetados en el país, empezaban a acceder a empleos antes vedados, pero ahora, por las presiones integristas, volvemos a ser ciudadanos de tercera o cuarta clase.
- ¿Es posible celebrar la fe en la calle, en procesiones?
- Hace unos años aun había alguna procesión en la Fiesta de Cristo Rey y en Semana Santa pero se prohibió hace 6 años por razones de seguridad pública. La verdad es que es duro vivir los misterios de la fe rodeados de mezquitas que te recuerdan constantemente lo poco que cuenta tu fe aquí. Anunciamos los horarios de las celebraciones en los templos y los cristianos tratan de participar en tantas como pueden.
- ¿Hay musulmanes amigables que os feliciten la Pascua?
- Sí, siempre, y hasta nos mandan tartas. El dueño de una fábrica local, musulmán, nunca falla en mandar una tarta a cada comunidad religiosa de nuestra colonia cristiana. Todos creíamos que estaba casado con una cristiana, pero él nos dijo que no, que ella también es musulmana, pero que ambos aprecian a los cristianos y mandarnos dulces es su foma de agradecer nuestra presencia. Este hombre tiene 600 cristianos empleados en su fabrica. En estas fechas los amigos musulmanes nos piden oraciones. Sin duda, unirse en la oración es la forma más hermosa de celebrar juntos.
- ¿Cómo ve la Semana Santa dentro de diez años?
- Con la misma esperanza y fervor, pero con muchos menos cristianos. Si no ha habido un éxodo masivo de cristianos es porque en Pakistán, a diferencia de en otros países de la región, los cristianos son la clase mas baja de la sociedad y no pueden costearse ni un viaje al extranjero, ni siquiera hacerse un pasaporte. A medida que algunos van abandonando el país van ayudando a otros a marchar, y así la salida de cuantos puedan hará que las celebraciones sean cada vez con menos creyentes.
- El cardenal Touran, visitando Indonesia, ha dicho a sacerdotes jóvenes que los musulmanes son un ejemplo porque se levantan pronto para rezar.
- Esas palabras han sentado como una patada en el estómago al clero local y a los cristianos. Estamos en Semana Santa, un momento propicio para que miremos hacia Cristo... porque Cristo también se levantaba temprano y se retiraba a orar. Sería mejor poner como modelo a Cristo, no a los musulmanes. O miramos a Cristo o acabaremos pidiendo la hora, como en un partido de fútbol, especialmente los de mi "Atleti", que siempe sufrimos para llegar al final con una victoria.
- Las autoridades nos permiten cerrar los colegios católicos estos días, así que las familias se reúnen y el domingo de Pascua es una explosión de alegría y color. Los niños vestirán ropas nuevas, de colores brillantes y llamativos. Después de la misa, muchas familias van al parque a disfrutar un día festivo. El Viernes Santo, en cambio, muchos se identifican con el Cristo sufriente. El país sufre una crisis de esperanza, de seguridad... A principios de siglo XXI había más esperanza, los cristianos empezaban a ser respetados en el país, empezaban a acceder a empleos antes vedados, pero ahora, por las presiones integristas, volvemos a ser ciudadanos de tercera o cuarta clase.
- ¿Es posible celebrar la fe en la calle, en procesiones?
- Hace unos años aun había alguna procesión en la Fiesta de Cristo Rey y en Semana Santa pero se prohibió hace 6 años por razones de seguridad pública. La verdad es que es duro vivir los misterios de la fe rodeados de mezquitas que te recuerdan constantemente lo poco que cuenta tu fe aquí. Anunciamos los horarios de las celebraciones en los templos y los cristianos tratan de participar en tantas como pueden.
- ¿Hay musulmanes amigables que os feliciten la Pascua?
- Sí, siempre, y hasta nos mandan tartas. El dueño de una fábrica local, musulmán, nunca falla en mandar una tarta a cada comunidad religiosa de nuestra colonia cristiana. Todos creíamos que estaba casado con una cristiana, pero él nos dijo que no, que ella también es musulmana, pero que ambos aprecian a los cristianos y mandarnos dulces es su foma de agradecer nuestra presencia. Este hombre tiene 600 cristianos empleados en su fabrica. En estas fechas los amigos musulmanes nos piden oraciones. Sin duda, unirse en la oración es la forma más hermosa de celebrar juntos.
- ¿Cómo ve la Semana Santa dentro de diez años?
- Con la misma esperanza y fervor, pero con muchos menos cristianos. Si no ha habido un éxodo masivo de cristianos es porque en Pakistán, a diferencia de en otros países de la región, los cristianos son la clase mas baja de la sociedad y no pueden costearse ni un viaje al extranjero, ni siquiera hacerse un pasaporte. A medida que algunos van abandonando el país van ayudando a otros a marchar, y así la salida de cuantos puedan hará que las celebraciones sean cada vez con menos creyentes.
- El cardenal Touran, visitando Indonesia, ha dicho a sacerdotes jóvenes que los musulmanes son un ejemplo porque se levantan pronto para rezar.
- Esas palabras han sentado como una patada en el estómago al clero local y a los cristianos. Estamos en Semana Santa, un momento propicio para que miremos hacia Cristo... porque Cristo también se levantaba temprano y se retiraba a orar. Sería mejor poner como modelo a Cristo, no a los musulmanes. O miramos a Cristo o acabaremos pidiendo la hora, como en un partido de fútbol, especialmente los de mi "Atleti", que siempe sufrimos para llegar al final con una victoria.
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