Comedme sin temor
1113. 10 de junio. Antes de la comunión, yo miraba mis manos. "Son de barro. Acuérdate de que Dios formó del barro el cuerpo del hombre. El cuerpo humano no es sino una envoltura de barro.
Vivifica tu espíritu. Dámelo para que Yo Lo vivifique, Yo, que Soy la Vida."
1114. En Saint-Florent. "¿Has visto lo felices que se ponen las personas cuando están
construyendo una nueva casa? Pero se pueden equivocar si apegan a la casa su corazón. El
sentimiento básico de 'la casa' le fue dado al hombre para su Casa del Cielo."
1115. 12 de junio de 1941. Hora Santa. Yo pensaba en los momentos felices de mi juventud, cuando el tiempo me parecía tan corto.. . El:"Y qué, ¿nuestras Horas Santas no han
pasado también con mucha rapidez? ¿Qué no te parece que los cuartos de hora pasan en cinco minutos? ¿Y no te ha sucedido que una noche entera pasada conmigo te ha parecido tan fugaz como un relámpago?
"Cómo se produce esto? Es que Yo os transporto como fuera del tiempo. Tú te apoyas sobre Mi Corazón; Me agradeces que haya instituído la Eucaristía que te ha alimentado cotidianamente, y con ello te olvidas de todas las cosas. Ocupas el lugar de Juan. El podía contar las palpitaciones de Mi Corazón, lleno de Amor y Ternura. ¡Lugar bendito! Trata de dar una respuesta y no abandones nunca tu lugar. "Pero como eres pobre y muda, toma de Mí y ofréceme Mi propio Amor, que tú haces tuyo. Y dame las gracias por todas Mis hostias, las tuyas, hasta la última; las hostias del mundo entero, hasta la última, antes del Juicio final. ¡Hostias que Yo inventé para vosotros, para estaros siempre cerca...! Os veo venir a Mí como vi en otro tiempo venir a Mis Apóstoles a la Cena; y Yo voy a vosotros, con el Corazón lleno de las mismas Emociones que tuve el Jueves Santo.
"Mis pobres pequeños que no pensáis en estas cosas; que estáis tentados de creer que Yo esté en Mi Eucaristía inerte, como en una pintura; veis en Mí algo así como un antiguo recuerdo, mientras que Yo estoy con vosotros vivo y respirando.
"Recuérdalo: no hay varios Jesucristos sino solamente Uno. El que está en el Cielo es El mismo que vosotros coméis. Y no te intimide el verbo ‘comer’. Yo lo puse en el Evangelio y lo hice porque explica la Unión que quiero tener con vosotros. Cómeme, comedme sin temor: satisfacéis Mi Amor, aliviáis Mi Sed ardiente. ¿Sabes tú lo que es la sed? Y si lo sabes, ¿pue-des comprender la Sed de un Dios que mañana, a la hora de la Eucaristía, va a estar ya muerto de Amor?
"Dame cada mañana un nombre nuevo cuando Me recibas. Yo haré verdadero el nombre que tú Me escojas. Y ten cuidado de escogerlo muy tierno e muy íntimo. Escríbelo con letras de fuego.
Mirame, hija, ¡qué feliz eres! ¿Me creerás si te digo que te estoy agradecido porque eres feliz?"