Habla como Yo, en la humildad
1227. 24 de marzo. "Dar gusto a los demás es obrar bien. No regatees esto con nadie,
especialmente con aquellos que te hicieron algún mal. Y Únete a Mí diciéndome: 'Oro con Tu
Oración. Trabajo con Tu Trabajo y hablo con Tu Palabra.' Pon en esto toda tu ternura, hija Mía,"
1228. 27 de marzo. Durante el Evangelio. "Habla a tus hermanos como Yo, en la
humildad, con la Verdad de Dios, en el Amor." "Señor, beso la Tierra que pisaste y beso Tu
Sombra detrás de Ti." "Mi Sombra es tu prójimo." Y como yo dudaba en pedirle una conversión difícil, me dijo: "Por ventura no liberé a Barrabás?"
1229. 27 de marzo. Yo arrancaba la hierba de la terraza y mientras tanto Le decía: "Es para
ayudarte a arrancar a los pecadores de sus malos hábitos." "Dime estas cosas como si Me vieras, y si Me vieras no Me hablarías sino con una sonrisa. Ensaya y ve la diferencia."
1230. 5 de abril de 1942. Pascuas. "Yo resucité para vosotros. No para Mi sola Gloria, sino para que todos vosotros creyerais y esperarais vuestra propia resurrección. No vuelvas más a contar contigo misma. Cuenta conmigo, en el instante en que vives y para siempre. Déjame finalmente vivir en ti, en lugar tuyo. Retírate de ti y sé un alma nueva, desposeída, revestida. "Y contempla Mis Llagas gloriosas. Las has visto tantas veces todas ensangrentadas... Pero después del sufrimiento viene la Gloria. Regocíjate con todo el Cielo."
Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.