Guardarse de estar satisfechos de sí
1435. 26 de abril de 1945.
Señor, aquí está delante de Ti tu pobre hija, hecha a Tu imagen y Te desea con todas sus fuerzas.
El: Has observado cómo las personas se hablan para comunicarse toda clase de asuntos personales y en ello se les va un tiempo considerable sin que saquen mayor provecho. ¿No crees que Yo Me alegraría grandemente y los recompensaría con magnificencia si ellos Me dedicaran sus pensamientos y su confianza?
Ello crearía entre vosotros y Yo una intimidad que os haría felices, pues el contacto conmigo aliviaría vuestra vida. Viviríamos 'a dos', siendo Yo el que llevara la parte más pesada. Y vuelvo a lo mismo: habla conmigo, pequeña alma de Mi Propiedad. Habla conmigo y nuestros corazones se fundirán en uno.
Esta es la finalidad de la vida del cristiano. Por conseguirla muchas veces os viene el deseo de morir; vivid pues, anticipadamente, esta fusión de los corazones. En toda ocasión, bajo cualquier pretexto. Pero no os atrevéis a ello y en muchos es pura indiferencia. Pero ¿por qué Mis amigos íntimos no habrían de llamarme con vehemencia para que Yo participe en su vida interior? ¡Si tuvieran una Fe menos cercana a la incredulidad! ¡Si su Esperanza contara con Mí Apoyo; si su amor, simplemente, ardiera más! Yo lo presidiría todo en vuestra jornada y cuando llegara la noche, vuestros ojos se cerrarían mirando Mi Rostro.
Aprende a dormirte así, en Mis Brazos. Recuerda que hay que recomenzar muchas veces
para crecer y, sobre todo, que hay que guardarse mucho de estar satisfechos de sí. Contempla a menudo tu miseria y cuéntamela toda, tal como la conoces. Entonces Me sentiré urgido a ayudarte, pues te veré humilde y pequeña. Y cuando Me llames, no te olvides de darme los nombres más tiernos. Yo reconoceré tu voz.
Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.