Yo nunca te abandono a ti
601. Enero de 1939, en Seine-et-Oise. “No te envanezcas de nada. ¿Qué te importa que la gente piense de ti esto o aquello? Debe bastarte con qué Yo lo sepa."
602. En el bosque, mientras dos hombre me colmaban de injurias porque sabían que ya iba a la iglesia: "Alégrate de tener parte en Mis Ultrajes."
603. 1939. "¿Por qué Me abandonas? Yo nunca te abandono a ti."
604. "Cuando el sacerdote cierra la pequeña puerta del sagrario, pídeme que Yo te encierre en Mi Corazón. Aprovecha toda oportunidad de hablar conmigo como si nadie hubiera en el Mundo sino tú y Yo."
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