¿Habrán comprendido la Fiesta?
1437. 7 de mayo. Rogativas por los bienes de la Tierra.
Pide por los tres campos: el campo de tu alma, el campo de Francia, el campo del Mundo.
1438. 10 de mayo. La Ascensión.
Después de las Vísperas, en la iglesia vacía. Yo Soy el Dueño de la Casa, que después de que se han ido los invitados, se pregunta '¿Habrán comprendido la Fiesta?' hay tantas maneras de entenderla cuantas maneras hay de amar. ¿Cuál es la tuya?
¿Sientes la tristeza que sintieron algunos de Mis Apóstoles cuando Yo Me había marchado?
Yo: Señor, me alegro por los habitantes del Cielo, pero la Ascensión es triste para la Tierra.
El: Haz bien tu novena de Pentecostés, unida a Mi Madre y a las santas mujeres en el Cenáculo. No tanto para ser consolada por el Espíritu Consolador, cuanto para que El te enseñe a consolarme.
Entra con hondura en este deseo de saberme consolar; es una muy dulce manera de amar, como si Me ofrecieras una casa nueva llena de flores raras y de raros perfumes, en donde se encontrara un amigo rico y ardiente, consumido por el deseo de frecuentes encuentros y de intimas confidencias. Es tu corazón, que desea para Mí el corazón de todos los hombres. Es tu corazón, que quiere calentarse en el Mío.
Si comprendes bien la Ascensión, te esforzarás por seguir a tu Esposo y por vivir menos en la
Tierra que en el Cielo en que El está. Únete desde ahora a las alabanzas de los bienaventurados, tus hermanos de mañana, en la ocupación de mañana.
Recuerda que al elevarme al Cielo en el Monte de los Olivos, Me quedaba en medio de Mis
Apóstoles bajo las Especies Eucarísticas y en el Corazón de Mi Santa Madre. Yo no habría podido abandonar del todo a Mis hijos.
Tú búscame siempre en la hostia; está ahí para ti y para todos. No tengas reticencias; simplemente, ven. Con alegría y agradecimiento. ¿No sientes cuando te hablo que todo es sencillo conmigo? Deja tus antiguas maneras de imaginarte las cosas; entra en el
camino vivo del Amor.
Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.