Despójate de todo recuerdo de ti
1239. 21 de mayo. Fresne, en mi aposento. "Señor, en los Terrenos de la locura de amor, ¿no es acaso una locura para mí eso de amarte sin verte?" El: "Las locuras de amor de las creaturas no podrán jamás igualar la Locura de Dios. No temas excederte. Búscame, llámame. Me encontrarás.
Te contestaré. Si tú te comportas como esposa Mía, Yo Me comportaré como Esposo tuyo. La
esposa debe saber que puede muy bien causar alegrías, pues con saberlo se animará en su trabajo de amor. Amiga Mía, que nunca te canses! Que tu manera de amar se renueve en cada momento, como si te enamoraras a cada instante por primera vez. No te inquietes si no oyes Mi Voz; no Me creas nunca lejos de ti, pues estoy en tu centro con el Padre y el Divino Espíritu. Ofrécete a nosotros Tres. Entrégate, aun sin comprenderlo bien, despojándote de tu amor propio, de todo recuerdo de ti.
"Todo lo que tienes viene de Mí. Tú por ti misma no eres nada en absoluto, pero ¡que esa nada sea Mía! Ya sabes que Yo respeto la libertad humana. Sé esperar. Cuando más tarde comprendas la magnitud de Mi Amor, ¡con qué ardor querrías volver sobre la Tierra nada más para amarme un solo instante y sufrir hasta el fin del mundo! Por eso, no Me rehuses nunca nada; dime siempre: 'Mi dulce Esposo, que sea como Tú quieras'. Yo seré feliz y este pensamiento te ayudará. ¡Sé una conmigo tanto como puedas!
“Acércate siempre; rechaza todo aquello que pudiera separarnos, como la falta de Esperanza y de confianza. ¡Es tan bueno esperar! Espera en la Santidad, es posible, desde el momento en que Yo la pido de todos. ¿Entonces? Cree en Mi Auxilio y llámame seguido, tras seguido todavía. No temas repetir; ya ves el Rosario, que tiene tantas veces la misma oración. Y es del todo necesario que prolonguéis vuestras plegarias, pobres finitos que se presentan ante el Infinito. Y al decir tus oraciones únete a las Mías. Las que Yo decía a Mi Padre en aquellas largas noches pasadas de rodillas ante El.
Que se pueda decir de ti que eres una buena amiga de Cristo. El honor será dirigido a Mí y aumentará Mi Gloria.
"Tú olvidas fácilmente lo que haces y lo que dices, pero todo eso queda siempre presente ante Mí y un día lo hallarás tal como Me lo diste. Permanece siempre cerca de Mi Corazón."
Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.