Venid a Mí con más sencillez
1416. 1 de enero de 1945.
En mi aposento, a las tres de la mañana. Yo Le dije: Feliz año, mi Amor! ¿Cuál es ahora la consigna?
Me contestó: Confianza. Ensánchate en Mí.
1417. 4 de enero de 1945. Hora Santa.
Yo tenía la mente dispersa en muchas cosas.
Me dijo: Dime que todo esto es para Mí, porque Yo te tenía presente en todos los momentos de Mi Vida. Yo había venido, por Amor, a salvaros. Y todo lo que llenaba Mis Días era para vosotros. Por eso no debes hacer nada fuera de Mí, aun cuando te parezca que las cosas no tienen la menor relación conmigo, la verdad es que la tienen. No Me hagas a un lado jamás, pues Yo estoy en todo momento preparado para recibirte. Si obraras de otra manera, Me harías creer que no Soy tu Amigo íntimo. ¿O ya no Lo Soy?
Yo: ¡Claro que sí, mi grande y hermoso Amor!
El: Dame las pequeñas palabritas de tu corazón. Enciéndelo, con la intención de encender el Mío; como si temieras que Yo no fuera suficientemente cariñoso y quisieras hacer, con tu dulzura, que Mi Corazón se fundiera de Amor. Me harías así cumplir bien con Mi Oficio. ¡Feliz de ti si crees en esto!
Ve pues hasta el fin de tus pensamientos de amor, de tus deseos y sacrificios de amor. Alárgalos valerosamente. Es para Mí que te amo. . . ¿diré que hasta la locura? Pues sí, la Locura de la Cruz.
Pero tú no te sientes del todo segura. Siempre esa distancia que pones entre Dios y la creatura. Yo trato de borrar esa distancia. ¡Almas bienamadas, venid a Mí con más sencillez! Como te lo he dicho tantas veces en la comparación del niño pequeñito que echa los brazos al cuello de su padre.
¿Son acaso necesarias tantas ceremonias para amar y agradecer? ¿No ves que el padre da más cariño del que recibe?
Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.