No vivas sino para morir
1203. 8 de enero. En Ancenis. Contemplando la agonía de mi hermana, yo pensaba en Su Agonía. "La Mía era más violenta; era preciso que Cristo sufriera más que nadie sobre la Tierra. Poned vuestras agonías en la Mía y dadme vuestra confianza. Considerad la inmensidad de Mis Dolores y la ausencia de toda consolación: Ya ves a tu hermana, que está tan contenta de haber recibido la Extrema Unción, el santo Viático y la última absolución. Yo Soy su Alegría. Tú ¿no tratarás de consolarme en agradecimiento de lo que hago por los tuyos? Que tu corazón se abra y Me ame con toda simplicidad."
1204. 10 de enero. Nantes. En la iglesia de Nuestra Señora de los Torrentes. "Hace ya tan-to
tiempo que tú Me pedías torrentes de Gracias espirituales, y temporales. Creo haberte
respondido más allá de lo que esperabas. Ten pues grande confianza en Mí, pequeña hija Mía. De Mí puedes esperarlo todo: Soy tu gran Amigo. Dame seguido el alma de tu buena hermana, sabiendo que Me causas un placer. Ya sabes cuánto amo a las almas y cuánta prisa Me corre el llegar con ellas a la Unión.
"Prepárate. No vivas sino para morir. Y hay que trabajar sobre el amor, porque hay que morir de amor. Y son los frecuentes actos de amor los que resanan las faltas en que has incurrido y que te afligen.
"¡Hija querida! Trátame como a un Amante al que en verdad se ama, mientras vives todavía en el tiempo; porque pronto viene la Eternidad. En Ella ya no se puede merecer y son los méritos los que Me alegran. Haz que Yo sea amado de todos, pero especialmente de los pecadores. Y hazte amable tú misma por amor de Mi Amor. Ya sabéis que lo que al prójimo se hace, a Mí se Me hace."
Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.