El belén y la corona de Adviento, armas de Luz de las Hermanas Pobres «ante tanta oscuridad»
El próximo domingo 28 de noviembre comienza el Adviento y con él, la preparación de la Navidad. Pese a ser una de las mayores fiestas del calendario cristiano, la laicidad penetra cada vez más en el espíritu, símbolos y decoraciones navideñas. Por ello, las Hermanas Pobres de Murcia están decididas a poner de su parte para recordar que “ante tanta oscuridad, Jesús viene a iluminar”. Especialmente este año.
Abetos, cordones, formas abstractas y regalos son, cada vez más, los símbolos que para millones de personas representan la Navidad.
Y mientras, comenta la hermana M. Ángeles a Religión en Libertad, “estamos todos corriendo de un sitio a otro. Ante el gran acontecimiento de que todo un Dios se ha hecho uno de nosotros, la gran mayoría de las veces nos centramos más en la cena de Nochebuena que en celebrar que Jesús ha nacido”, añade.
Por ello, agrega la hermana Consuelo, símbolos como el Belén o la corona de Adviento son tan importantes. “Nos ayudan a centrarnos en lo esencial. Hacen que a través de la mirada resituemos nuestro corazón”.
Las Hermanas Pobres quieren que su nuevo belén realizado para esta Navidad sea una forma de recuperar el sentido de esta festividad y llevar la luz de Jesús al mundo.
¿Puede un belén o una corona de Adviento ayudar a la familia?
Y no solo eso. Estos y otros símbolos tradicionales de la Navidad que las hermanas confeccionan manualmente pueden ayudar también a niños y familias.
¿Cómo? “La corona de Adviento prepara el corazón de todos los miembros de la familia”, explica una de las Hermanas Pobres de Murcia.
“Cada domingo, se enciende una vela y se reza juntos, en familia, para que esa luz marque el camino hacia Belén, que es a dónde vamos”, agrega Consuelo.
Una de las coronas de Adviento elaboradas por las Hermanas Pobres. Explican que este símbolo puede ayudar a la familia remarcando la espera de la llegada de Jesús y haciendo a los más pequeños "conscientes de que algo grande va a pasar".
Las grandes estructuras de luces navideñas en las ciudades son un extendido reclamo turístico, pero al mismo tiempo, las hermanas perciben una creciente “oscuridad en los corazones, tanto de mayores como de jóvenes”.
Por ello, “si a la corona de Adviento se le da el sentido que tiene, puede ayudar mucho: el hecho de que sea circular representa que el amor de Dios es infinito, y las cuatro velas representan Su luz, que viene a iluminar poco a poco nuestros corazones heridos. Por eso encendemos una vela cada semana”.
Incluso para los más pequeños, las hermanas explican que la corona también tiene un factor educativo.
“Se les puede dar el protagonismo de encender la vela e ir creando en ellos la expectación de que hay algo muy grande que va a pasar cuando las tengamos todas encendidas”.
Para la hermana Consuelo, los símbolos cristianos de la Navidad son fundamentales para preservar el sentido genuino de las fiestas que se aproximan.
Productos confeccionados a mano y "cargados de oración"
Ante la proximidad de la Navidad, las hermanas se anticipan y comienzan a preparar esta etapa que viven “como una familia”: “Sin perder de vista lo que estamos celebrando, pero como en todas las casas, con adornos, villancicos y mucho tiempo juntas disfrutando”.
Los rezos y las celebraciones toman un tono más tierno, de fiesta, y las estancias de su convento en Murcia se llenan de productos confeccionados por ellas mismas, y que este año ponen a disponibilidad de quienes lo deseen.
Para María Ángeles, las confecciones que realiza junto a sus hermanas no son solo decorativas: también son simbólicas, transmiten la fe cristiana e incluyen horas de oración en su elaboración.
Desde adornos personalizados para los árboles, coronas de Navidad o imágenes de la Madre de la Dulce espera, las hermanas destacan dos de entre sus múltiples productos.
“La corona de Adviento tiene cuatro velas y la base es de corcho. Está adornada con flores preservadas y tiene un cartelito de madera que reproduce una frase de San Francisco de Asís: `Mirad la humildad de Dios y derramad ante Él vuestro corazón”.
La hermana María Ángeles añade que el belén, elaborado con madera de pino maciza, es una novedad de este año. “Estamos muy ilusionadas con él”, explica. “Cada uno está totalmente confeccionado por nosotras y lleva muchas horas de trabajo. Y por tanto, de oración”, concluyen.
Las coronas de Adviento simbolizan la preparación para la Navidad, y son realizadas a mano por las hermanas.
Con la oferta de estos y otros productos que se pueden consultar aquí, las Hermanas Pobres desean que miles de hogares puedan ser decorados “sin que ornamentos y regalos desfiguren el verdadero sentido de la Navidad”. Por ello, invitan a decorar no solo con gusto, sino “ahora más que nunca, con sentido”.
Belenes, coronas de Adviento y otros productos pueden adquirirse en su página web o acudiendo a su mismo convento.
Además, las hermanas desarrollan una exitosa actividad apostólica en redes sociales –especialmente en Instagram- como ya escribimos en Religión en Libertad, donde permiten a los interesados conocer su forma de vida y también, con la llegada de la Navidad, su modo de celebrarla.
Carta de un Rey Mago de las Hermanas Pobres en la Navidad de Pandemia.