El Debate entrevista a Martín Ibarra

Entrevista de EL DEBATE por GUILLERMO ALTARRIBA VILANOVA

[Martín Ibarra presentando la conferencia de monseñor Martínez Camino]

Martín Ibarra: «La mayoría de vecinos de Barcelona ignoran que aquí hubo muchísimos mártires»

Las XII Jornadas Martiriales se celebran este fin de semana en la capital, recordando el ejemplo dado en la checa de San Elías o la catedral

Martín Ibarra es una de las personas que más sabe en España de la historia de los mártires, especialmente durante los años 30. En 2013, el zaragozano fundó las Jornadas Martiriales: un encuentro anual en el que los mayores expertos en este campo se reúnen para abordar algún aspecto concreto de la vida de aquellas personas que murieron asesinados sin renegar de su fe católica.

Desde este viernes, la 12ª edición de las Jornadas Martiriales se celebra en Barcelona: es la primera vez que la capital catalana acoge este evento itinerante, organizado bajo el paraguas de la asociación AMABA (Amigos de los Mártires de Barbastro-Monzón) y que en esta ocasión cuenta con la colaboración de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y la Universidad Abat Oliba CEU.

«Lo que más me sorprendió fue que en todo momento me dijeron que sí, que los agradecidos por colaborar eran ellos», explica Ibarra a El Debate. Las XII Jornadas Martiriales durarán hasta el domingo –aquí el programa completo–, bajo el título La espiritualidad y la oración de los mártires. Las ponencias, además, se grabarán y posteriormente se publicarán en Radio María y NSE Radio.

–Es la primera vez que las Jornadas Martiriales se celebran en Barcelona, ¿qué novedades han introducido respecto a otros años?

–Efectivamente, las jornadas nacen en 2013 en Barbastro, y en 2019 las realizamos fuera por primera vez: en Madrid y el Cerro de los Ángeles, por el centenario de la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús. Desde entonces hemos estado en Talavera de la Reina, Zaragoza y ahora en Barcelona.

Como cada vez que salimos fuera, cerca de la mitad de los conferenciantes son del lugar: así ampliamos los ponentes, visitamos lugares martiriales nuevos y ayudamos a la diócesis a la que vamos. Muchos lugares de España nos piden que vayamos para ayudarles a fomentar una cultura martirial.

–¿Acaso Barcelona es una ciudad martirial?

–En Barcelona hay lugares martiriales de primera, como la checa que había en la calle de San Elías, en el sótano de lo que hoy es la parroquia de Santa Inés. Estoy seguro de que los jóvenes de esa parroquia ignoran por completo que fue la checa más cruenta de toda Barcelona. Y estoy convencido de que la mayoría de los habitantes de Barcelona ignora que este es un lugar martirial de primera. Aquí hubo muchísimos mártires, desde el principio hasta el final.

–¿Algún otro ejemplo, además de la checa de San Elías?

–Mire, este año se ha autorizado la beatificación de Antonio Tort, que cobijó al obispo de Barcelona Manuel Irurita cuando era perseguido durante la guerra. Y como ellos, otros muchos. De hecho, estamos alojados en las Carmelitas Misioneras Teresianas, y al enterarse nos han dicho: «¡Si tenemos cuatro hermanas que son mártires!». En Barcelona hay mártires de todas las órdenes y congregaciones religiosas, y muchísimos sacerdotes diocesanos. Se trata de poner en valor y recordar que están ahí.

–Este año abordan la cuestión de la espiritualidad y la oración de los mártires, ¿por qué creen que es importante?

–Bueno, yo por ejemplo hablé [este viernes] del beato Salvio Huix, obispo de Lérida, que tenía una espiritualidad del Sagrado Corazón, de reparación de los pecados y de ofrecimiento de su vida por los demás. Claro, esta persona, con ese tipo de espiritualidad concreta que tenía, en el fondo se había preparado para un posible martirio. Esto se va a analizar con otros mártires, obispos o no.

–¿Es importante que los que nos profesamos cristianos estemos preparados para el martirio?

–El martirio es una gracia que da Dios. Pero mentalmente, da lo mismo ofrecer la vida gota a gota o de golpe. La cuestión es aceptar la voluntad de Dios, sea la que sea. La cosa es que muchos de los que murieron mártires a partir de 1931 dejaron escrito: «Quizá muera mártir», y eso impresiona. Se han preparado durante años para el desenlace, que puede llegar o no.

–En las jornadas se abordan sobre todo los mártires del siglo XX, pero hoy en día sigue habiendo. Pienso en Nigeria…

–El siglo XXI es el siglo más martirial de toda la historia. El XX lo fue, pero este siglo lo está superando…

–¿Qué le parece la expresión «martirio de la coherencia», que empleaba san Juan Pablo II?

–Esto es lo que se nos exige. Nosotros seguramente no muramos mártires de manera sangrienta, pero sí se nos exige que, por ser coherentes con lo que creemos, se nos aparte, se nos eche a la calle, se nos insulte o se nos calumnie. Todo eso me ha ocurrido a mí, así que entiendo perfectamente lo que san Juan Pablo II quiso decir. Además, es normal: si a Jesucristo, que es el primer mártir, lo trataron de aquella manera, no nos hemos de escandalizar de que nos sacudan un poco.

–Volviendo a las jornadas, celebrarán actos en la UAO CEU, pero también en otros lugares, ¿verdad?

–Sí, iremos a la citada parroquia de Santa Inés y a la catedral, ambos lugares martiriales. Estamos yendo a rezar a las iglesias donde hay enterrados, intentando crear rutas, porque la gente no lo hace. Impulsamos esas rutas para ir creando una cultura martirial. Y creo que esta ha ido de menos a más. Aunque falta mucho, estamos mucho mejor que hace 15 años en este aspecto.