Elmiércoles 2 de junio de 2010 a las 16.00 horas fue acorralada por tres embarcaciones británicas y gibraltareñas, una vez más, una embarcación de la Guardia Civil que realizaba labores de vigilancia en aguas españolasEn concreto a 1,5 millas de Gibraltar, en la bahía de Algeciras, en aguas españolas.
La nave del Instituto Armado fue acorralada y obligada a abandonar la zona por una patrullera de la Royal Navy y dos embarcaciones de Gibraltar.
Según cuenta El Mundo, al ser observada la patrullera de la Guardia Civil, la de la policía gibraltareña y la de aduanas rodearon a la embarcación española, que fue obligada a abandonar la zona, ante las órdenes recibidas de España de evitar enfrentamientos.
Los guardias civiles fueron amenazados e insultados por los británicos. Incluso la Royal Navy emitió una queja ante el Ministerio de Defensa acusando a la Guardia Civil de “agresiva”. [1]
LasaguasdelEstrecho sonespañolas, según la interpretación que España tiene del TratadodeUtrecht. Las únicas aguas británicas son las de la zona del propio puerto de Gibraltar. [2]
El 22 de abril de 2009la Embajada británica confirmó que la Armada británica había ordenado días antes a la Guardia Civil que abandonara "aguas gibraltareñas"
Una portavoz de la legación británica explicó que este tipo de situaciones se han producido con anterioridad en el pasado y que, probablemente, seguirán ocurriendo en el futuro, debido al litigio existente entre España y Reino Unido a cuenta de la soberanía de las aguas que rodean al Peñón.
La portavoz de la Embajada británica evitó en todo momento mencionar la palabra ´expulsión´ y explicó que el comandante de la patrullera de la Armada preguntó primero a los agentes españoles qué estaban haciendo en "aguas gibraltareñas" y posteriormente les indicó que abandonaran esas aguas.
Según el relato de los hechos, la patrullera de la Guardia Civil persiguió hasta la entrada del puerto a una lancha por un supuesto delito de contrabando --de hecho los agentes vieron cómo los ocupantes de la embarcación tiraron al agua diversos paquetes durante la carrera-- y, cuando los presuntos delincuentes alcanzaron el muelle, la Benemérita decidió quedarse a la entrada del puerto y esperar a que salieran de nuevo.
Durante la espera, se les acercó una patrullera del Escuadrón de Gibraltar --la unidad permanente de la Armada en el Peñón-- cuyo comandante conminó a los agentes, en inglés, a abandonar esas aguas. Los agentes les respondieron que no entendían bien el inglés lo que les quieren decir, y permanecen donde están, mientras la embarcación del Escuadrón se va. [3]
Los incidentes en el Estrecho son continuos. Desde el verano del 2009, las naves inglesas acosan y amedrentan a las naves del Servicio Marítimo de la Guardia Civil en lo que consideran su zona de influencia, las tres millas alrededor de Gibraltar.
Según el relato de varios de los afectados, tradicionalmente la convivencia entre las embarcaciones con la Policía británica ha sido pacífica, "de camaradería, incluso", añaden. Pero en los últimos meses la situación es de tensión se producen a diario, "y va creciendo". "En cuanto navegamos cerca del Peñón, por aguas españolas, aparece alguna nave de la Marina británica o de la policía de Gibraltar para intentar que abandonemos la zona". [4]
El 17 de noviembre de 2009 se produjo un incidente diplomático entre España y Reino Unido, cuando soldados de la Armada británica dispararon contra lo que parecía ser una bandera española. Posteriormente “quedó "clarificado" cuando, según el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, los militares no dispararon, como se pensaba, contra una bandera española sino contra "una boya de colores de la bandera nacional, pero que no era la bandera".
ELPAÍS.com publicó unas fotos en exclusiva que mostraban la bandera rojigualda contra la que disparó la Navy.[5]
Moratinos creyó al Reino Unido antes que a la Guardia Civil de su propio país, y dio por buena la versión de la embajada británica en descrédito de la ofrecida por la Guardia Civil. El País publicó las fotos que pusieron en evidencia al ministro de Exteriores de España. [6]
La Policía de Gibraltar retuvo el 6 de diciembre de 2009 por lanoche a cuatro guardias civiles uniformados que viajaban en una patrulla cuando, en el transcurso de una operación contra el narcotráfico, se adentraron en aguas que la antigua colonia británica considera suyas, aunque la comunidad internacional no se las reconoce como tal, porque no están recogidas en el Tratado de Utrecht. Los agentes españoles perseguían a una lancha zodiac con dos ocupantes. Al darles caza, según fuentes de la Guardia Civil, apareció la Policía gibraltareña y les dio el alto por haber "invadido su espacio". Los agentes españoles y los dos supuestos narcotraficantes fueron trasladados hasta el puerto del Peñón, donde les retuvieron hasta poco antes de las 23.00 horas. [7]
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, mantuvo esa noche una conversación con el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, al que expresó sus excusas por la "actuación incorrecta" de los guardias civiles y le aseguró que ésta no tenía intencionalidad política ni de otro tipo. Caruana aceptó las excusas, según las fuentes de Interior, que confían en que el incidente quede resuelto "en breve".
Todo esto sobrevino justo después de que Caruana protagonizara el enésimo enfrentamiento con España por declarar que no reconoce la autoridad medioambiental del Gobierno español sobre "sus" costas. La pelea abierta desde 1713 entre España y el Reino Unido sigue sin cerrarse. En aquel año, la firma del Tratado de Utrecht permitió que los ingleses se quedaran con Gibraltar -que había sido ocupado por los británicos en la Guerra de Sucesión Española-, pero en su artículo 10 dejó claro que Londres sólo tendría autoridad sobre las aguas interiores del puerto de la Roca.[8]
Aquella precisión es la que hoy trae de cabeza a las autoridades de ambos países y a las de la colonia: Caruana tachó ayer de "inaceptable, inapropiado en la práctica y legalmente imposible" el plan diseñado por la UE para que tanto Reino Unido como España gestionen ambientalmente las aguas que rodean el enclave. Su argumento: dejar que España colabore en el cuidado de la flora y fauna conduce a la "cosoberanía". "Ningún otro estado puede actuar en nuestras aguas", dice. La Comisión Europea ha declarado las aguas próximas al Peñón como LIC (lugar de interés comunitario) por su valor ambiental y decidió que la gestión del espacio fuese conjunta, atendiendo a las directrices comunitarias. Caruana sostiene que Gibraltar tiene sus leyes y que sólo sus gobernantes y los de la metrópoli, Londres, tienen derecho a aplicarlas, "lo que excluye a cualquier otro estado de la Unión Euopea
El ministro principal ya recurrió esta decisión en mayo pasado ante Bruselas, "indignado" por el cambio de postura, toda vez que la UE atribuyó en 2006 el control exclusivo de las aguas del Peñón al Reino Unido, una decisión recurrida por España y al final retocada en favor del doble control. Ahora va más allá y amenaza a España con represalias: "Quienes rompen un status quo son quienes deben soportar las consecuencias de haberlo hecho. (...) El incumplimiento de la ley del Peñón en aguas gibraltareñas conduciría al arresto y persecución del infractor, a la discreción de la Policía de Gibraltar y a otras autoridades", dice.
Esto quiere decir que Gibraltar se guarda la posibilidad de actuar contra la Guardia Civil si entra en las aguas que cree que le son propias. Las palabras de Caruana ponen letra a una realidad desde que la Unión Europea optó por esta gestión doble. Varias lanchas de vigilancia de la Benemérita ya han sido obligadas a dejar de patrullar por el Peñón. "Siempre ha habido cierta permisividad en este litigio para evitar conflictos diplomáticos", han reconocido desde Exteriores. [9]
La prensa izquierdista española da por correcta la hipocresía de Zapatero: ante el Reino Unido, su gobierno da órdenes a una patrullera de la Guardia Civil que se retire para evitar enfrentamientos.
Para evitar enfrentamientos con un país amigo y aliado, ambos pertenecientes a la Unión Europea y a la OTAN, con una gran colonia de súbditos británicos viviendo en España, y una elevada cantidad de estudiantes y profesionales españoles viviendo en el Reino Unido, el gobierno de Zapatero ordena a su patrullera de la Guardia Civil, patrullera que persigue, no islamoterroristas de Al Qaeda y/o de Hamás, sino a contrabandistas y traficantes de droga, que se retire de aguas que el mismo gobierno considera que son de soberanía española y no británica por las presiones británicas.
Zapatero obedece al mandato británico para evitar enfrentamientos.
Pero este mismo Zapatero no ha descalificado a la flotilla de Hamás, que se autocalifica flotilla de la Libertad, que intenta romper un bloqueo en zona de guerra. Hamás está en guerra contra Israel, contrabandea armamento procedente de Irán y Corea del Norte a través del mar y de los túneles que conectan con Egipto, porque el mismo Egipto tiene cerrada la frontera con los gazenses.
El bloque naval tiene como objetivo evitar la entrada de terroristas, armamento y material apto para construir misiles, que Hamás lanza continuamente contra la población israelí.
Este bloqueo naval no significa desaprovisionamiento , pues diariamente circulan camiones de Israel a Gaza, pero previo control militar, como el control policial que el lector puede encontrarse en el aeropuerto al embarcar.
Zapatero sólo tiene fuerzas para criticar a Israel cuando se defiende y es incapaz de criticar a los islamistas “pacifistas” que con cánticos de guerra y declaraciones de odio contra los judíos y con manifestaciones explícitas de querer destruir a Israel, quieren romper el justo y necesario bloqueo naval, que no bloqueo total, de Gaza.
Zapatero y sus fans agachan la cabeza, aún creyendo tener razón ante los británicos, para evitar enfrentamientos; pero apoyan con regocijo a los tontos útiles y escudos humanos de los islamistas de Hamás y al Qaeda que comandaban la flotilla “de la Libertad”, que buscaron el enfrentamiento y forzaron a los israelíes a defenderse
¿Permitiría Francia que desde sus costas zarpase una flotilla con españoles ultranacionalistasy extrema izquierdistas, que dicen estar contra el colonialismo, se dirigiese a Gibraltar con la excusa que quieren acceder al Peñón para romper el bloqueo que las autoridades británicas aplican a las patrulleras españolas?
Si el Reino Unido advirtiera que no permitiría en ningún caso la entrada de esta flotilla, ¿no se consideraría a los españoles ultranacionalistas de provocadores?
El colonialismo de la Gran Bretaña sobre el Peñón es un anacronismo absurdo e injusto. Pero Zapatero acata las órdenes británicas para evitar enfrentamientos.
Gaza es una tierra en disputa, perteneciente a Israel, pero que Ariel Sharon cedió para que los ocupantes e invasores árabes egipcios, ahora autollamados gazenses palestinos, y que está gobernada por islamistas que están obsesionados en destruir al pueblo judío e Israel, instaurar un Califato que desde Egipto –con los Hermanos Musulmanes en el poder- llegase hasta Siria y Jordania, y Líbano sería nuevamente ocupada por Siria.
Hamás y sus fanáticos islamistas sólo tienen “energías” para aniquilar Israel. Israel se defiende y no permite que desde el mar entre armas ni terroristas.
Hamás envía su flotilla, con la colaboración de extrema izquierdistas, nostálgicos de las guerrillas y del terrorismo estalinista, y antisemitas de diversa calaña, todos hermanados por el odio contra Israel.
Hamás busca el enfrentamiento y Zapatero y sus fans, la Media española que le apoya cuando agacha la cabeza ante Su Majestad la Reina Elisabeth para evitar enfrentamiento. Pero Zapatero y sus fans, la Media española en general, mayormente la izquierdista, aplauden a los participantes de la flotilla que busca el enfrentamiento.
Zapatero, sus fans y esta Media, son totalmente hipócritas y absolutamente antisemitas.