Matrimonio roto, hijos rotos

La escritora noruega Sigrid Undset, Premio Nobel de literatura en 1928, describe muy bien a la mujer independiente, fuerte y luchadora, abnegada siempre en la cruel batalla de la vida. Se adelantó al psiquiatra Viktor Frankl, cuando este propone después de la barbarie nazi el sentido de la vida, o la vida CON sentido, como motor de la existencia. Este sentido no es otro, para Frankl y Undset, que el amor, es decir, la entrega de uno mismo, a pesar de todo, perdonando todo, callando todo, soportando todo. El amor romántico y pasional lleva a matrimonios de unos 16 años, que es la media de lo que duran en España los matrimonios antes de romperse. No hay amor sin sacrificio. Si no están dispuestos y dispuestas a aceptarlo, se lo ruego, no se casen y menos aún "por la Iglesia", como dicen en los polígonos y en los barrios pijos.

Así, el recuerdo del amor de su familia hizo que Frankl tuviese la fuerza necesaria para sobrevivir al campo de exterminio nazi. Y la protagonista de una novela de Undset, por el amor a sus hijos, soportó a un marido idiota, se marchó de su lado, eso sí, con sus hijos, pero NUNCA rompió el matrimonio; resistió incluso los embates de la pasión -era joven- y vacía de todo, menos de amor por sus pequeños, volvió junto a su marido idiota mientras este agonizaba a causa una tuberculosis y sus suegros le pidieron ayuda. No les debía nada; se habían olvidado de ella. Pero cuando sobrevino el drama, recordaron a la mujer fuerte. 

Odio el anglicismo "empoderar" tanto como el eufemismo "nómada digital", en tiempos menos falsos, lo que era un "temporero", un no-tengo-donde-caerme-muerto pero con iPhone. La mujer fuerte, y eso es toda mujer que NO ha sido "empoderada", viene con la fuerza  y la confianza en sí misma de serie. Y no se rinde jamás. No abandona a sus hijos jamás. No permite que se rompan jamás. Y jamás los dejará tirados en manos de un padre imbécil, chulo o promiscuo. Pregunto: ¿por qué ahora nadie soporta nada de nadie aunque los que paguen las consecuencias sean los hijos? ¿Tan poco amor llevan dentro? (Amor, no deseo, capricho o vanidad de TikTok) ¿Están pasándolo peor en su matrimonio que Viktor Frankl en el campo de exterminio? No. Rotundamente, no. Y si Frankl sobrevivió por amor, estando solo y solo con el recuerdo, ¿no va a soportar un sufrimiento infinitamente inferior una mujer o un marido? Frankl estuvo todos los días en peligro real de muerte, ¿lo están ustedes, padres a punto de romper su matrimonio? La heroína de Undset, que es ella misma porque la novela tiene mucho de autobiográfico, describe un sufrimiento inconcebible para una mujer "empoderada" o católica tibia, que de todo hay en este mundo y la de Undset es atea, ella misma, repito, antes de convertirse al catolicismo. No había esperanza humana para Frankl ni para Sigrid Undset, lo único que hicieron fue no romper el frágil hilo de la entrega a los demás. Lo único que, hoy, nadie quiere hacer porque les sobra egoísmo: adolescentes caprichosos e inmaduros, con 30, 40 ó 70 años. 

Si preguntan por mí, les diré que llevo casado con la misma señora desde hace 43 años. El secreto ya se lo he dicho. Los otros secretos, quizás en otro artículo.