Academia mariana

Artículo publiicado hoy en el Diario Ideal, edición de Jaén, página 31

Tiene nuestra patrona la Santísima Virgen de la Capilla, dentro del organigrama de su cofradía, la Academia Bibliográfico Mariana, compuesta por un grupo de personas doctas en el campo de la Mariología, cuyo fin esencial es ensalzar la figura de la Virgen como Madre de Dios y Madre de nuestra querida ciudad, visitada por la Señora en la noche del 10 al 11 de junio de 1430 paseando un blanco cortejo por las calles que anualmente cubre el Rosario de San Bernabé.

La ciudad de Jaén se encontraba por aquellos días rodeada por una cantidad de sitiadores musulmanes dispuestos a hacerse con tan importante plaza bélica, guarda y defendimiento de los Reinos de Castilla, tal como reza el escudo de la localidad. Nuestros antepasados necesitaban una gran dosis de fortaleza para mantener enhiesta su esperanza en la victoria ante los sarracenos. Nuestra Señora en su descenso a Jaén y su blanca procesión por sus calles, levantó los ánimos, ensanchó la moral de victoria y las fuerzas defensoras vieron que con la ayuda celestial el asedio a la ciudad estaba ganado. Así ocurrió.

Todos los testigos del hecho maravilloso fueron pasando a deponer sus vivencias ante el provisor de la diócesis, presidida por el obispo, don Gonzalo de Estuñiga, cuyo testifical es guardado en un depósito plateado sito en la misma capilla donde mora la Virgen de la Capilla.

Desde los inicios de los años ochenta del siglo pasado la Academia Bibliográfico Mariana Virgen de la Capilla tiene su presencia en la vida eclesial y cultural de la provincia de Jaén. Un grupo de académicos de número y correspondientes son los estudiosos y promotores de sembrar el amor a la patrona de Jaén tanto en la provincia como fuera de ella. Los ecos dejados en la prensa local de las Asambleas Marianas celebradas en varias localidades comarcales, las actas de las mismas con las comunicaciones presentadas por entonces, son la mejor prueba de la vitalidad de la Academia en aquellos fructíferos años, contando, como es lógica en una docta corporación, con los discursos de ingreso de los señores académicos en diferentes momentos y circunstancias.

Como toda obra formada por seres humanos, la Academia entró en un guadianesco modo de vida, cayendo en un sepulcral silencio, que a la vez condujo a varios miembros fundadores hacia el cementerio por ley de vida. Pasaron quince años.

Y ahora, la actual hermana mayor de la cofradía, a los pocos académicos que caminamos vivos nos ha colocado ante el espejo: a trabajar en revitalizar la Academia.  En pocos días hemos arrancado el motor oxidado, contando con el lubricante de la ayuda de los señores componentes de la corporación que no deseamos desaparecer del mapa mariológico de la ciudad y la provincia de Jaén. Hemos tomado varios acuerdos para revitalizar la alicaída institución mariana, por ejemplo, rejuvenecer la plantilla de los miembros, contar con una presencia activa en la vida digital donde si hoy no se está en Internet, no se tiene bula ni ventana para que otros conozcan lo que hacemos, y hemos contado con un nuevo reparto de cargos y cargas como la presentación de discursos de ingreso académico de ciertos miembros que los tienen preparados.

Poco a poco iremos apareciendo en los medios informativos demostrando que una obra bajo el manto protector de la Virgen de la Capilla nunca puede morir, ya que ella descendió del Cielo a la ciudad de Jaén para socorrer a nuestros mayores y siempre ha sido bendecida y alabada por las gentes de esta ciudad hasta nuestros días. Los actuales académicos nos sentimos eslabones de una cadena ininterrumpida de fervorosos cristianos marianos.

Tomás de la Torre Lendínez

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Invito a leer gratis un Ensayo:

El mayo francés en el recuerdo

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Muchas gracias.