Tabarnia versus La Llanura de Palmaria
Llevamos tiempo viendo el circo catalán, tanto dentro de España como por tierras belgas. La tragicomedia no se ha cerrado ni con las pasadas elecciones del 21 de diciembre. El oscuro futuro es tan negro como el carbón.
Hoy se ha presentado en la sociedad el parto de Tabarnia, esa parte de Tarragona y Barcelona, que desea vivir separada del resto de la región catalana de forma digital y tomada a broma, cuyo presidente es el actor teatral Alberto Boadella, exiliado en Madrid desde hace años huyendo de la dictadura nacionalista.
Esta situación está sacando los colores a los golpistas catalanes que ven como entre la prisión, las salas de vistas judiciales, y las huidas en bandarras se quedan sin banquillo ni discurso.
Desde hace unos años soy el capellán digital de un país imaginario, situado en la red social Facebook. Se llama La Llanura de Palmaria. Tiene su escudo, su gran lema: España y la libertad, que llevo colocado en la solapa de la chaqueta, y su lengua propia: la española de toda la vida. Posee su magister o director de orquesta ciudadana. Y los componentes de tal vecindad nos sentimos muy alegres y contentos de estar unidos en las alegrías y las penas propias y en la de todos los visitantes de esta página de la red social de Facebook.
Como capellán digital rezo por los enfermos de este país cibernético, sirvo la homilía dominical por escrito y sigo abierto a todo lo que me pidan estos buenos vecinos, de los que me siento tomado como un buen amigo.
Así que hago la Llanura de Palmaria un ejemplo de saber convivir y luchar por España, la libertad y la Religión Católica.
Me quedo con la Llanura de Palmaria, porque son gentes sanas y buenos españoles.
Tomás de la Torre Lendínez