Hoy sí, señor cardenal Blázquez

Desde el día 27 de septiembre los obispos, en la Comisión permanente, metieron las dos piernas con aquella Nota tan ridicula, como rupturista con la vieja doctrina episcopal de que la unidad de España era un bien moral a preservar por todos los medios pacíficos posibles.

El virus del buenismo hizo un flaco favor a los obispos de España que encontraron el enfado en los cristianos españoles en general, en muchos políticos en particular, y en más de un cura, como es mi caso. 

Desde aquella Nota tan nociva comenzaron un buen número de obispos a romper su silencio hablando y volviendo a la anterior doctrina saliendose del carril buenista impuesto desde la cúpula episcopal. Muchos de los que escribieronn o hablaron diijeron a las claras que la unidad de España es un bien moral que no debe estar al albur de ningún proceso separatista, como el caso de Cataluña.

Quien firma este post, he escrito en otros medios de comunicación, lo he comentado en público, y en conversaciones privadas que aquel día los obispos volvieron la espalda a España y su Constitución.

Hoy, en el discurso de monseñor Blazquez he encontrado una enmieda casi a la totalitad de la nociva nota de finales de septiembre.

Por lo tanto, nobleza obliga, felicito al presidente de la Conferencia Episcopal, por su rectificación y vuelta a la doctrina tradicional sobre la unidad de España como un bien moral, que nadie debe romper por sus caprichos y malos modos propios de una dictadura bananera.

Quede aquí mi adhesión al discurso de la mañana de hoy.

Tomás de la Torre Lendínez

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