Lo que St. Domingo vio desde 1215
Lo que St. Domingo vio desde 1215
por Duc in altum!
Uno de los retos que tenemos en la Iglesia tiene que ver con la comunicación. No obstante los avances que se han dado, empezando por el pontificado de Benedicto XVI, en el que se impartieron cursos para que los obispos recientemente nombrados supieran expresarse frente a los medios, se requiere continuar en esa misma línea de la asertividad al momento de dar a conocer la postura de la Iglesia frente a los principales temas del contexto que nos está tocando vivir.
Después de los padres de la Iglesia, la primera persona que se dio cuenta que era necesario replantear la estructura de las homilías, clases y conferencias, fue un fraile del siglo XIII, que tuvo una mirada a muy largo plazo. Estamos hablando de Santo Domingo de Guzmán. ¿Cuántas veces hemos oído las quejas de las personas que no entienden lo que escuchan en la Iglesia?, ¡Cien, doscientas…! Domingo, consciente de esto, hizo algo que hoy es su herencia y una llamada a todos nosotros: Estudiar. Sí, no para llenarnos de ideas, sino para entender a los demás y, desde ahí, aportar una palabra significativa, eco de la de Jesús, que deje con ganas de escuchar más. No olvidemos que Dios entró al mundo por la palabra.
No es lo mismo hablar con niños que con adultos. Ambos importan, pero el reto es poder aterrizar en su edad y momento. Estudiar supone, de entrada, tener un tema de conversación, además de estar al día y ser equilibrado en los comentarios. Así lo hizo Domingo, enriqueciendo todo esto, claro está, con la coherencia que lo caracterizó y que resultó ser el fundamento de la predicación que desarrolló en un tiempo de confusión incluso entre los mismos católicos, algo que sigue pasando en no pocos lugares y que nos llama a dar una respuesta.
Lo que ahora estamos trabajando por transmitir en redes sociales frente al secularismo, lo intuyó, en cierta forma, Santo Domingo. De ahí la importancia de la oración y el estudio para llegar a la verdad. Nadie comunica eficazmente por mera improvisación. Es necesario prepararnos, mejorar, crecer como personas. Los santos saben mirar más allá de su tiempo. Por eso, aunque necesitan relecturas, hay elementos que no pasan de moda. En el caso de Santo Domingo, el entusiasmo por la predicación. Hoy, su orden, continúa haciéndolo, a fin de que lo que Jesús enseñó continúe llegando y transformando la realidad.
Después de los padres de la Iglesia, la primera persona que se dio cuenta que era necesario replantear la estructura de las homilías, clases y conferencias, fue un fraile del siglo XIII, que tuvo una mirada a muy largo plazo. Estamos hablando de Santo Domingo de Guzmán. ¿Cuántas veces hemos oído las quejas de las personas que no entienden lo que escuchan en la Iglesia?, ¡Cien, doscientas…! Domingo, consciente de esto, hizo algo que hoy es su herencia y una llamada a todos nosotros: Estudiar. Sí, no para llenarnos de ideas, sino para entender a los demás y, desde ahí, aportar una palabra significativa, eco de la de Jesús, que deje con ganas de escuchar más. No olvidemos que Dios entró al mundo por la palabra.
No es lo mismo hablar con niños que con adultos. Ambos importan, pero el reto es poder aterrizar en su edad y momento. Estudiar supone, de entrada, tener un tema de conversación, además de estar al día y ser equilibrado en los comentarios. Así lo hizo Domingo, enriqueciendo todo esto, claro está, con la coherencia que lo caracterizó y que resultó ser el fundamento de la predicación que desarrolló en un tiempo de confusión incluso entre los mismos católicos, algo que sigue pasando en no pocos lugares y que nos llama a dar una respuesta.
Lo que ahora estamos trabajando por transmitir en redes sociales frente al secularismo, lo intuyó, en cierta forma, Santo Domingo. De ahí la importancia de la oración y el estudio para llegar a la verdad. Nadie comunica eficazmente por mera improvisación. Es necesario prepararnos, mejorar, crecer como personas. Los santos saben mirar más allá de su tiempo. Por eso, aunque necesitan relecturas, hay elementos que no pasan de moda. En el caso de Santo Domingo, el entusiasmo por la predicación. Hoy, su orden, continúa haciéndolo, a fin de que lo que Jesús enseñó continúe llegando y transformando la realidad.
-----------------------------------------------------------------------------------Audio: Comunicar la fe católica. El mensajero es la carta de presentación del mensaje: https://mx.ivoox.com/es/comunicar-fe-el-mensajero-es-carta-audios-mp3_rf_20141401_1.html
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