Dos iniciativas muy bien encaminadas en materia de persecución religiosa

 
 
            Si el pasado sábado conocíamos tres informes de persecución religiosa ninguno de los cuales era portador de buenas noticias (puede Vd. conocerlos pinchando aquí), toca hoy sin embargo conocer dos hechos ocurridos estos días que representan los dos un paso en la dirección acertada por lo que a esa misma persecución religiosa se refiere.
 
            La primera ha tenido lugar en los Estados Unidos. El medio shallownation recoge el discurso íntegro realizado por el presidente Donald Trump el pasado 2 de febrero con ocasión del célebre Desayuno de Oración que tiene lugar desde 1953 todos los años por estas fechas. Un discurso de veinte minutos que vino plagado de referencias explícitas a la persecución religiosa en el mundo y en los propios Estados Unidos.
 
            Trump reconoció que “la libertad religiosa es un derecho sagrado amenazado por todos lados” y aseguró, hablando de los Estados Unidos, que “nuestro gobierno hará todo lo necesario para proteger la libertad religiosa en nuestro país”.
 
            El Presidente denunció la “violencia inimaginable que se ha llevado a cabo en nombre de la religión” en el mundo, y los “actos de masacre contra las minorías religiosas”. Habló de las atrocidades que el Daesh siro-iraquí ha cometido contra otros musulmanes y contra judíos, y al hablar de las cometidas contra los cristianos lo calificó abiertamente, sin morderse la lengua, como “el genocidio cristiano”, una realidad que según él, “debe ser combatida por todas las naciones”.
 
            En Hungría, el medio digital francés Christianophobie se hace eco de la iniciativa del secretario de estado de Recursos Humanos, Bence Rétvári, del Gobierno húngaro, de crear una Secretaría Adjunta de ayuda a las organizaciones de lucha contra la persecución de cristianos, la cual ha sido presentada con ocasión de una conferencia internacional sobre el tema habida lugar el 27 de enero en Budapest. Rétvári declaró que hoy se persiguen más cristianos que en los tiempos de Nerón y que cuatro de cada cinco perseguidos en el mundo a causa de su fe son cristianos.
 
            Por su parte, Tamás Török, titular del nuevo departamento, declaró que la cultura cristiana ha sido barrida de Oriente Medio, y que los ataques terroristas de motivación religiosa aumentan también en Europa. Török añadió que la Unión Europea no está unida en la lucha contra la persecución de los cristianos. La resolución final de la conferencia pedía a la Corte Penal Internacional calificar la persecución de cristianos como “genocidio”, es decir, justamente lo que hizo Trump en el Desayuno de oración del pasado día 2.
 
            Define el artículo 2 de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 9 de diciembre de 1948 el delito de genocidio de la siguiente manera:
 
            “Se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal:
 
            a) Matanza de miembros del grupo.
            b) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo.
            c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial.
            d) Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo.
            e) Traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo.”
 
            Y bien amigos, que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos. Como siempre. Nos seguimos viendo por aquí, en la columna.
 
 
            ^©L.A.
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