Luchó por la verdad
Agencia Efe.
Irlanda del Norte despide este jueves con un funeral al exobispo de Derry Edward Daly, cuya fotografía agitando un pañuelo ensangrentado en el llamado 'Domingo Sangriento' de 1972 dio la vuelta al mundo y se convirtió en un símbolo de paz.
Daly, que falleció el lunes a los 82 años, será homenajeado con una misa solemne en la catedral de San Eugenio de Derry, a la que asistirán, entre otros, el presidente de la República de Irlanda, Michael D. Higgins, y miembros del Gobierno norirlandés de poder compartido entre protestantes y católicos. El religioso será enterrado después en el camposanto de ese templo de la capital del condado de Derry, al oeste de Irlanda del Norte.
Daly desempeñó el puesto de obispo en Derry entre 1974 y 1993, coincidiendo con el comienzo del conflicto entre católicos y protestantes en la provincia británica, un enfrentamiento que causó más de 3.000 muertos en casi cuatro décadas de violencia.
Es recordado por la fotografía en la que aparece agitando un pañuelo blanco ensangrentado delante de cuatro personas que llevaban en volandas al joven Jackie Duddy, herido de muerte durante el llamado 'Domingo Sangriento'.
Duddy, de 17 años, y otros 13 civiles fueron abatidos el 30 de enero de 1972, cuando soldados británicos del Primer Regimiento de Paracaidistas dispararon contra una manifestación a favor de los derechos civiles que transcurría por el barrio católico del Bogside.
Daly participó como testigo en la investigación desarrollada por Lord Widgery durante ese año, un proceso que careció de toda imparcialidad y que concluyó que los militares respondieron con fuego a la agresión de terroristas del Ejército Republicano Irlandés (IRA).
El exobispo dedicó gran parte de su vida a limpiar el nombre de los fallecidos en el Domingo Sangriento y a abogar por el fin de la violencia en la región, lo que le llevó a convertirse en un feroz crítico de los paramilitares, entre ellos el IRA, cuyas acciones calificó a menudo de "inmorales" e "injustificadas".
Ante la presión ejercida por las familias de las víctimas y activistas como el propio Daly, una nueva investigación oficial desarrollada por lord Mark Saville de Newdigate logró enterrar la versión oficial sobre el 'Domingo Sangriento'.
El llamado Informe Saville confirmó en 2010 que los fallecidos eran civiles inocentes y calificó de "injustificada e injustificable" la actuación de los soldados del Regimiento de Paracaidistas, lo que llevó al entonces primer ministro, el conservador David Cameron, a pedir perdón a las víctimas.