Islam y violencia
La repetición de los ataques terroristas provocados por musulmanes ha hecho que muchos se pregunten si el problema está en una mala interpretación del Islam o en el Islam mismo. Es decir, si los asesinos que matan a inocentes, a veces provocando su propio suicidio, están limitándose a cumplir estrictamente lo que enseñó Mahoma o si, por el contrario, están desvirtuando y traicionando las enseñanzas contenidas en el Corán. En Occidente nos hemos instalado en una clasificación muy simple: Hay un Islam auténtico, que es el que rechaza la violencia -el de los musulmanes moderados- y hay un Islam falso, que es el de los radicales. Pero esta división de los musulmanes en blanco y negro está siendo cada vez más cuestionada. Lo hace nada menos que uno de los mayores expertos en el Islam, el sacerdote jesuita egipcio Samir Khalil, que dice cosas que no nos gustaría escuchar porque abren la puerta a un futuro aún más temible que el que ya tenemos.
Según el Padre Khalil, “en el Islam, la libertad de conciencia no existe. Un musulmán que abandona públicamente el Islam es reo de muerte”. Y añade: “El Isis o Daesh en árabe, lo que hace lo justifica con argumentos tomados de la vida de Mahoma, o del Corán. O de los dichos de Mahoma. Por ejemplo, la esclavitud, en particular la de las mujeres, esta era la cosa más banal, porque la guerra se hacía para esto, para tomar los bienes pero también para tomar a las personas: los hombres les hacían trabajar o les mataban, las mujeres eran esclavas para el placer sexual. Hay en el Corán un capítulo que se llama ‘capítulo del botín’, donde se explica cómo tomar el botín durante la guerra. Daesh, Isis, no han hecho nada contra la ley islámica. Ha aplicado lo que está o en el Corán o en la vida de Mahoma o en las palabras de Mahoma”.
No terminan ahí las declaraciones de este experto en el mundo islámico, en las que relaciona el islam con la violencia: “Los musulmanes no se atreven a decirlo, dicen: ‘No, Daesh no tiene nada que ver con el Islam, porque Islam quiere decir Salam, paz’. Esto, en primer lugar, es una mentira lingüística. Puede significar salud, paz, la sumisión, etc. Islam quiere decir sumisión, sobreentendida esta sumisión a Dios. Así que, decir que esto no pertenece al Islam es una mentira. La realidad es que el ISIS es cien por cien musulmán. Que no les gusta a los musulmanes y a su honor, quiere decir que quien dice que esto no es musulmán, es una persona moderada. Pero jurídicamente, es musulmán. No se puede decir que Islam sea igual a violencia. Pero no se puede decir lo contrario, que en el Islam no hay violencia. Hay violencia”.
¿Qué sucedería si un católico hubiera conducido el camión lanzado contra los niños en Niza, o hubiera entrado en la discoteca gay de Orlando, o hubiera pilotado uno de los aviones que se estrellaron contra las Torres Gemelas? ¿Qué sucedería si Jesucristo hubiera predicado y practicado la violencia? ¿Qué pasaría si, en vez de rescatar a mujeres como la Magdalena de la prostitución, se hubiera dedicado a explotarlas? ¿Se nos concedería el beneficio de la duda, diciéndonos que el verdadero cristianismo en pacífico? Por supuesto que no, y entonces, ¿por qué no pasa lo mismo con los musulmanes? ¿Por qué ha dimitido el vicepresidente de los imanes (sacerdotes musulmanes) franceses como protesta por el tímido rechazo de sus colegas tras lo ocurrido en Niza? ¿No será nuestra deliberada ceguera lo que nos impide ver lo que está sucediendo y haciendo posible por eso que suceda aún más?