Martes, 24 de diciembre de 2024

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Algunas de las maifestaciones de Obispos sobre Medjugorje

por Juan García Inza

Ofrezco algunas de las muchas manifestciones de Obispos que han visitado Medjugorje. Si alguien quiere conocer más declaraciones puede entrar en la siguientye página: http://text.medjugorje.ws/es/articles/bishops-medjugorje/?page=7 Obispos en Medjugorje y lo que dicen sobre Medjugorje - II Visita del obispo de Alemania Del 18 al 23 de marzo estuvo en Medjugorje Mons. Franziskus Eisenbach, obispo auxiliar de Mainz. Acerca de sus impresiones dijo lo siguiente: "Aquí estoy como peregrino. Deseo conocer Medjugorje y orar en este lugar. Desde hace años conozco y sigo los acontecimientos de Medjugorje y deseaba venir antes, pero esperaba una señal segura para decidirme a visitar Medjugorje. En esta ocasión fui expresamente invitado, por eso he venido. Ya la primera impresión es que la iglesia está continuamente llena en todas las misas, y especialmente en la adoración. Es evidente que mucha gente ha comprendido de que este es un lugar especial de oración. La experiencia de muchos es que su oración personal mejora y que es llevada por la experiencia de la oración comunitaria. Conozco a mucha gente que en Medjugorje han renovado su fe y aprendieron a orar de nuevo. Y ahora personalmente he podido experimentar cómo Medjugorje ayuda en ese sentido. La otra experiencia, que es muy importante para mí, es que en Medjugorje no se trata únicamente de la oración, sino que la oración produce también frutos al servicio del hombre, particularmente al hombre agobiado. Fue para mí especialmente importante haber conocido la "Aldea de la Madre" en la que madres con sus hijos, niños abandonados y huérfanos de guerra han encontrado un refugio, y todo está enlazado con una gran guardería en la que suceden encuentros entre los niños que provienen de familias completas y aquellos que por diversas razones han perdido sus familias. Me he dado cuenta de que aquí los niños tienen la oportunidad de aprender a vivir. Y eso es muy importante. También me provocó una profunda impresión la comunidad de Sor Elvira en la que los adictos a la droga y otros males encuentran un lugar de refugio y curación. Celebré con ellos la Santa Misa y recé la oración matutina. Es muy hermoso perdibir con cuánta fuerza oran y con cuánta alegría celebran la Santa Misa. Comprendí que el método fundamental de curación es la profundización de la fe y la vivencia del espíritu comunitario en la oración y en el trabajo. Fue importante para mí escuchar acerca del Padrinazgo de los niños, es decir, la acción de ayuda a los niños de los defensores caídos, en la que participan muchas familias de Alemania, ayudando mensualmente con sus donativos a las familias afectadas y a sus hijos. Esta obra de amor activo hacia los necesitados me demuestra a mí personalmente que en Medjugorje existe un espíritu verdadero de oración. El amor hacia Dios que se manifiesta en la oración ha producido frutos que se reconocen en el cuidado por el hombre. Ciertamente he querido comprender mejor el fenómeno mismo de la aparición, por lo que he procurado encontrar al menos a alguno de los que hablan acerca de sus experiencias y afirman que ven a la Virgen. Me reuní con una de las videntes, hablé con ella y estuve presente en la aparición. Cuando vi a Marija por primera vez en su casa, estaba trabajando en el huerto y calzaba botas de goma. Ella es una persona totalmente normal, una mujer joven, madre de tres hijos. Al conversar con ella, me di cuenta de que es una persona muy despierta, sabe plantear preguntas y hablar sobre sus propias experiencias y sabe diferenciar bien las cosas, ve lo que es bueno y lo que no lo es. Me invitó a participar en la oración en su casa, con la que se prepara para el encuentro con la Virgen, encuentros que datan de más de 18 años. Rezamos en la capilla de su casa en la que para esa ocasión se había reunido mucho gente. Rezamos el Rosario en varios idiomas y esperamos el momento de la aparición. Marija nos advirtió brevemente que se había acercado el momento de la aparición y después de la oración, que ella conducía, permaneció en silencio. Después de la aparición nos dijo que la Virgen había orado por todos y había bendecido a todos. El encuentro con Marija me demostró que ella es una persona perfectamente normal, una mujer joven que está con los pies bien puestos en la tierra y cuida bien a sus hijos. Me di cuenta de que tiene una buena relación con su familia y los peregrinos. Sencilla y natural, pero también clara y comprensible cuando habla acerca de sus experiencias. Después de todo puedo decir que es una mujer a la que se le puede creer, que es auténtica por lo que no tengo dificultades creer en lo que habla, en lo que ve, y que es verdadero. Este es para mí una experiencia muy importante, por lo que he concluido que este lugar de oración se sustenta en la experiencia que como un don estos jóvenes recibieron y que transmiten a los demás de manera convincente. María, la Virgen, se venera en Medjugorje como la Reina de la Paz. Esta denominación y todo lo que Ella pide, debería haber preparado este mundo a esta terrible experiencia de guerra. Diez años después de la primera aparición se desató la guerra en Croacia y en Bosnia-Herzegovina. Medjugorje es un lugar en que se ora continuamente por la paz. El mensaje de Medjugorje para todo el mundo es claro: hay que superar las guerras y los conflictos con la fuerza del amor. Se tiene la impresión de que en Medjugorje se toca al hombre en su totalidad: en el corazón, en el espíritu y en el alma. Las oraciones y los lugares de oración aquí abarcan a todo el hombre. Por tanto Medjugorje, en ese sentido, lleva un mensaje a toda la Iglesia: permitir a Dios y a la Virgen que nos toquen en nuestra realidad total de seres humanos y a María que nos dé Su amor, y así poder aprender a amar con todo el corazón. Por tanto puedo decir que nadie debe sentir temor hacia Medjugorje, aunque aún no ha sido reconocido por la Iglesia. Aquí verdaderamente se reza de una forma que mueve al hombre. Es por eso que a este lugar vienen muchos fieles que desean aprender a orar. Yo deseo que este mensaje y esta experiencia se transmita también en Alemania, ya que nosotros, los alemanes, tendemos al racionalismo más que a los sentimientos. Y aquí se trata de un mensaje para el hombre en su totalidad, algo que es realmente necesario para todos. Visita del obispo del Caribe Tal como lo habíamos anunciado en el Bulletin núm. 137, Mons. Robert Rivas visitó Medjugorje en febrero de manera privada. A Medjugorje acuden muchos peregrinos, entre ellos muchos sacerdotes, religiosos y religiosas. Y lo que es del todo natural, vienen también cada vez más obispos. Según la declaración de Zadar de abril de 1991, los obispos deben seguir los eventos de Medjugorje a fin de saber adónde se dirigen sus fieles. Aprovechamos la ocasión y conversamos con Mons. Robert Rivas, obispo de St. Vincent y Grenadines del archipiélago del Caribe, que estuvo unos diez días en Medjugorje. Le agradecemos su disposición para compartir con nosotros su testimonio. Con el obispo Rivas habló Fr. Slavko Barbaric. Damos a conocer parte de esa conversación: SB: ¡Le ruego se presente a nuestros lectores! RR: Mi nombre es Robert Rivas. Nací en junio de 1946 en Trinidad-Tobago. A los 18 años ingresé a la orden dominicana. Terminé el noviciado y los estudios en Irlanda. Fui ordenado sacerdote en 1971. Posteriormente fui a Roma y terminé mis estudios en el Angelicum y obtuve una licenciatura en Teología. Debido a que me interesaba mucho el trabajo en la radio y televisión, estudié comunicaciones en Irlanda. Cuando después de casi nueve años regresé a Trinidad, mis superiores me dijeron que había estado durante mucho tiempo en el exterior y que debía nuevamente tomar conocimiento de los problemas de Trinidad. He trabajado siete años en tres comunidades parroquiales. Posteriormente fui dos años director del servicio de comunicaciones. He sido diez años completos profesor de novicios. Durante esos 10 años, 6 años fui director espiritual de estudiantes. Después recibí la tarea de organizar y conectar en las Islas del Caribe las diversas comunidades dominicanas, que en ese tiempo eran seis, pero aún no había sido constituida la provincia. Trabajé en ese campo cuatro años, y entonces llegué a ser obispo de St. Vincent, una isla en el mar Caribe. SB: ¿Cuándo y cómo se enteró por primera vez de Medjugorje? RR: En Trinidad acontecen muchas cosas con relación a Medjugorje, ya a partir desde los primeros días de las apariciones. Uno de los peregrinos me había invitado como sacerdote. Respondí a las invitaciones solamente en 1988. Me sentí muy feliz y satisfecho con la primera visita a Medjugorje, ya que experimenté la renovación de la fe y de la vida sobre la base de la fe mostrada por los peregrinos. La gracia especial de Medjugorje es que los sacerdotes que vienen con los grupos llegan a ser capaces de servir como sacerdotes, poniéndose a disposición de los fieles para la confesión y el diálogo. La más grande gracia de Medjugorje es precisamente la confesión. Los peregrinos con su venida a Medjugorje llegan a estar preparados para ser más activos en sus parroquias - y respecto a la oración y a la vida sacramental, y en general a las actividades parroquiales. Por todo lo que he experimentado de las personas, debo decir que aquí existe una obra de gracia especial y que María está presente. Yo verdaderamente creo que la Virgen aquí habla. SB: ¿Qué ha sido lo que lo ha convencido y ayudado más para aceptar Medjugorje? RR: Lo digo nuevamente: han sido los peregrinos que aquí comenzaron a cambiar su vida y decidieron vivir la fe. SB: Ahora está por segunda vez en Medjugorje y no como sacerdote solamente sino también como obispo. ¿Qué puede decir ahora? RR: He decidido en esta oportunidad venir, estar en silencio y permanecer "de incógnito". He querido aquí realizar ejercicios espirituales y estar en silencio. Sin embargo, eso no sucedió puesto que los peregrinos me buscaron para la confesión y además prediqué. He comprendido que también mi papel como sacerdote ha cambiado. Me ha tocado profundamente el amor de los peregrinos hacia su obispo. Quién ama a su obispo, ama la Iglesia. El Espíritu Santo está obrando en este lugar. La Virgen también lo está haciendo aquí. Personalmente deseo estar continuamente bajo Su protección. SB: ¿Desea enviar algún mensaje desde Medjugorje? RR: Lo que yo procuro realizar en mi vida es la simplicidad. Pienso que he aprendido en mi sacerdocio la simplicidad en el padecimiento, y he crecido en un profundo amor hacia Dios, la Virgen, la Iglesia y una total entrega a Dios. Todo lo que quiero es cumplir con la voluntad de Dios y la obra de Dios. Mi mensaje a la comunidad parroquial, los videntes, los sacerdotes de la parroquia y todos los peregrinos es que sean capaces de entregar completamente su vida a Dios y ser libres para el amor, que vivan el Evangelio en una completa simplicidad y hermosura. Nosotros los católicos debemos ser capaces de mostrar al mundo la belleza de nuestra fe con la ayuda de la Virgen. Les recomiendo a todos que vengan a Medjugorje, ya que en este lugar profundizarán su fe hacia la Iglesia y hacia la Virgen, y de tal forma, llegarán a ser buenos testimonios de la Buena Nueva para con los demás. Y en Medjugorje la Buena Nueva es: la paz. SB: Gracias a Ud. por esta conversación y le prometemos nuestras oraciones. Visita del obispo de Brasil Del 3 al 5 de marzo en visita privada estuvo presente en Medjugorje Mons. Joao E. M. Terra, obispo auxiliar de Brasilia, Brasil. Esta es su segunda visita a Medjugorje. Visitas - declaraciones de obisposvisitas - declaraciones de obispos En el número 129 del Press Bulletin hablamos acerca de la visita de algunos obispos que estuvieron en Medjugorje a fines de octubre. En este número les damos a conocer sus impresiones. Después de algunos días transcurridos en Medjugorje, Mons. Stanislas Lukumwena del Congo dijo entre otras cosas: "El primer día en la mañana, apenas llegué, acudí a rezar al Monte de las Apariciones. Quedé muy impresionado al encontrar a mucha gente orando con devoción y recogimiento. También fue importante para mí la experiencia del programa vespertino al cual asistía siempre mucha gente. Gente de varios países, de idiomas diversos, me hicieron sentir un profundo e indescriptible gozo. Estoy aquí en visita privada, lo que significa que oficialmente acepto la posición actual de la Iglesia, pero la experiencia personal es, pese a lo anterior, algo muy diferente. Personalmente puedo decir que me es claro que todo lo que aquí sucede, y especialmente la gran cantidad de gente, no puede interpretarse de otra manera sino como una intervención divina. Con respecto a la autenticidad de las apariciones - debemos dejar el juicio a aquellas personas en la Iglesia que tienen esa tarea. Oro personalmente para que ese momento suceda lo antes posible. La Virgen nos ha dicho siempre que oremos por la paz. El mundo de hoy está dividido, no existe paz ni amor. Les pido a todos que procuremos con todas nuestras fuerzas y humildad orar a fin de que la paz llegue lo más pronto posible a toda la gente. Recomiendo a todas las comunidades con falta de vocaciones, que vengan a este lugar y que en este espíritu aquí presente, vivan y oren, y seguramente tendrán vocaciones. A todos ustedes que viven aquí, deseo decirles que continúen trabajando en el espíritu de San Francisco, entregada y humildemente, como lo están haciendo ahora. Continúen teniendo la esperanza ya que llegará el tiempo del reconocimiento y todos nos regocijaremos." Mons. José de Jesús Núñez Viloria, obispo de la Guayana Venezolana, vino con un grupo de peregrinos, y como peregrino visitó Medjugorje del 24 al 28 de octubre de 1999. Estas son sus impresiones: "Después de estos días transcurridos en Medjugorje tengo impresiones muy positivas. Me es claro que en este lugar existe algo muy poderoso y sobrenatural. Sin este elemento sobrenatural, estos eventos no se podrían haber mantenido durante tanto tiempo ni haberse difundido de tal forma por todo el mundo. Sé que cada vez más gente viene de todas partes, y que ora mucho aquí y se convierte. Aquí existe una gran realidad sobrenatural acerca de la cual hablan los hechos mismos. Los videntes transmiten simplemente lo que la Virgen les dice, es decir, los llamados de la Biblia: paz, conversión, oración, ayuno, y los fieles los aceptan y siguen viviendo en base a ellos. Cuando escuché una de las videntes, me di cuenta de que algunos peregrinos hacían preguntas que manifestaban curiosidad, en tal caso, la vidente respondía muy simplemente: ella puede decir lo que la Virgen dice, y lo demás deben preguntarlo a los sacerdotes. Mi impresión acerca de todo lo que aquí sucede es my positiva. Especialmente me ha gustado el programa vespertino, el Rosario, la Misa, y la Adoración. Ese es un camino apropiado de conversión. Un consejo fraternal que les puedo dar es que ustedes, que aquí trabajan, deben ser pacientes con la gente que acude a este lugar. Ellos vienen de lejos, ignoran muchas cosas y, dentro de lo posible, hay que escucharlos y ayudarlos siempre con paciencia. A los videntes, sacerdotes y peregrinos les recomendaría que aceptaran a María que hoy en día nos ayuda de manera especial a fin de que lleguemos a Cristo, el único Mediador y Salvador. A Ella Jesús le dijo desde la Cruz: "He aquí a Tu hijo", y al discípulo le dijo: "¡He aquí a tu Madre!" Estoy convencido de que ese es el motivo por el cual María tiene el derecho y el deber de aparecerse y de ayudarnos, y nuestra tarea es recibirla. Lo que aquí se anuncia es la esencia del Evangelio, por eso debemos aceptarlo. Se trata, por tanto, de la renovación de la vida según el Evangelio. El espíritu de devoción y fervor que aquí se ve servirá verdaderamente a la nueva evangelización. Me encomiendo yo mismo a sus oraciones, a todos los sacerdotes y a todo el mundo, y yo también prometo que voy a orar por todos." En la penúltima semana de octubre, en visita privada, estuvo también presente en Medjugorje, Mons. Emilio L. Bataclan, obispo de las Filipinas. Antes de partir de Medjugorje dijo lo siguiente: "Yo creo que la Virgen se aparece en este lugar. Ella es Madre y nos cuida a todos. Pienso que Ella está siempre con Sus hijos, especialmente cuando tienen que padecer, cuando hay tantos problemas. No tengo dificultades en creer que la Virgen está aquí, porque en primer lugar el "sensus fidelium" (sentimiento del pueblo) me dice que eso es cierto, y mi experiencia de sacerdote y párroco de casi 25 años, y ahora la de obispo, me ayudan a reconocer los signos inconfundibles de que María está aquí presente y de que se ocupa de Sus hijos. Quisiera decir a todos: María es madre, una Madre que nos ama y que realmente ha debido venir a este mundo. Ella viene y nos dice qué debemos hacer, porque desea cuidar a Sus hijos. Espero que el mundo abra su corazón y su alma a esta Madre buena. Oramos por la gracia de que el corzón de toda la gente pueda abrirse. Oremos los unos por los otros. Que Dios los bendiga." Visita de obispos En octubre visitaron privadamente Medjugorje cuatro obispos: Mons. Joseph Mugeny Sabiti, Mons. Christopher Kakooza de Uganda, Mons. Stanislas Lukumwena del Congo, Mons. José de Jesús Nuñez Viloria, obispo emérito de Venezuela, y Mons. Emilio L. Bataclan de Filipinas. En este número del Press Bulletin damos a conocer las impresiones de los obispos de Uganda. Mons. Joseph Mugeny entre otras cosas dijo lo siguiente: "Aquí no hay nada problemático. Lo que en Medjugorje acaece es en verdad muy poderoso. Vemos a gente de todo el mundo. El tiempo en que vivimos es un tiempo especial. Dios a través de este lugar nos da gracias especiales. Muchos fieles que tienen dificultades con su fe deberían venir a este lugar, a Medjugorje. Medjugorje es una oportunidad, un privilegio, un don especial de Dios que, mediante la interseción de la Bienaventurada Virgen María, nos da para ayudarnos. El mundo se halla en un estado excepcionalmente malo y es bueno que existan varios lugares como Medjugorje. Las guerras, los divorcios, la droga y otras dependencias - son todas cosas muy malas. Necesitamos un lugar en el cual aprender el verdadero amor, la verdadera paz y la verdadera fe. Por eso, no existe confusión alguna sobre lo que aquí está sucediendo. La experiencia en este lugar es más poderosa que en cualquier otro lugar. La gente que vive aquí tiene espíritu de oración. Pienso que la gente que dirige la Iglesia debería acudir a este lugar y experimentar lo que aquí sucede. Eso nos va a ayudar a todos para vivir mejor mejor y conducir a los demás al bien y a Dios. Acerca de sus impresiones, Mons. Kakooza dijo: "La Bienaventurada Virgen María se aparece en muchos lugares. En realidad, son importante sus llamados a la compasión, la oración y la penitencia. Los llamados de la Virgen a una vida santa, a la conversión, a la vida con Dios son llamados con los cuales podemos merecer la eternidad. Pienso que la conversión y la oración son mensajes que todo el mundo debería hacer suyos a fin de que pueda regresar a Dios. De esa manera el hombre abre el camino hacia la eternidad." Anterior : Obispos en Medjugorje y lo que dicen sobre Medjugorje - I Siguiente : Obispos en Medjugorje y lo que dicen sobre Medjugorje - II
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