El cura y el perro
Un amable lector de estas Semblanzas Sacerdotales coloca en el correo electrónico: tomasdelat@gmail.com, una sencilla amitad entre un sacerdote y su perro.
"Cuando llegó al pueblo don Facundo venía de una parroquia de los suburbios de Paris, donde estaba de cura obrero durante los años cincuenta del siglo pasado.
Nuestro localidad se encuentra al lado de una autovía, por donde circulan muchos turistas y personas de todo tipo, en el Levante español. Don Facundo, a poco de llegar, sufrió varios ataques en la casa parroquial de transeúntes y gentes de mal vivir. Era cuando se decía:"Miedo a salir de noche". Y de día, decía nuestro párroco.
Ante el último asalto a la rectoría, la Guardia Civil aconsejó al sacerdote disponer de un perro. Algo que hizo cuando un parroquiano le regaló un pastor alemán. Al instante el cura y el perro era amigos de toda la vida. Los robos y malos ratos acabaron para don Facundo, quien celebraba la Misa, con el perro tumbado bajo el altar. El perro fue su mejor amigo, aunque la gente del pueblo lo quería mucho ante su bondad y entrega a su misión sacerdotal.
En una ocasión don Facundo fue ingresado en el hospital por una crisis de salud. El perro guardó la iglesia y la rectoría sin sin problemas.
Hace un año don Facundo murió hundido por un cáncer galopante. El perro lloraba en la puerta de la casa, cuando el difunto era llevado al cementerio a hombros de todo el pueblo.
El sacerdote sucesor no comenzó buenas migas con el perro del anterior. El perro se metió en sí, se marchó a la puerta del cementerio, allí vivía como podía. La protectora de animales deseó llevarlo a la perrera, pero fue inútil, el chucho gemía día y noche. Optaron por adoptarlo una familia del pueblo, cuyo hijo lo llevaba al cementerio todos los días. En uno descuido el perro soltó de la correa del niño, huyó siendo alcanzado por un camión que lo despanzurró en la carretera.
La familia rogó al nuevo cura que enterrara las cenizas del perro en el patio de la parroquia, ahí yace el perro de don Facundo, para seguir guardando su antiguo domicilio, pero ahora enterrado. "
Muchas gracias por esta historia. Todas las que lleguen podrán ser publicadas.
"Cuando llegó al pueblo don Facundo venía de una parroquia de los suburbios de Paris, donde estaba de cura obrero durante los años cincuenta del siglo pasado.
Nuestro localidad se encuentra al lado de una autovía, por donde circulan muchos turistas y personas de todo tipo, en el Levante español. Don Facundo, a poco de llegar, sufrió varios ataques en la casa parroquial de transeúntes y gentes de mal vivir. Era cuando se decía:"Miedo a salir de noche". Y de día, decía nuestro párroco.
Ante el último asalto a la rectoría, la Guardia Civil aconsejó al sacerdote disponer de un perro. Algo que hizo cuando un parroquiano le regaló un pastor alemán. Al instante el cura y el perro era amigos de toda la vida. Los robos y malos ratos acabaron para don Facundo, quien celebraba la Misa, con el perro tumbado bajo el altar. El perro fue su mejor amigo, aunque la gente del pueblo lo quería mucho ante su bondad y entrega a su misión sacerdotal.
En una ocasión don Facundo fue ingresado en el hospital por una crisis de salud. El perro guardó la iglesia y la rectoría sin sin problemas.
Hace un año don Facundo murió hundido por un cáncer galopante. El perro lloraba en la puerta de la casa, cuando el difunto era llevado al cementerio a hombros de todo el pueblo.
El sacerdote sucesor no comenzó buenas migas con el perro del anterior. El perro se metió en sí, se marchó a la puerta del cementerio, allí vivía como podía. La protectora de animales deseó llevarlo a la perrera, pero fue inútil, el chucho gemía día y noche. Optaron por adoptarlo una familia del pueblo, cuyo hijo lo llevaba al cementerio todos los días. En uno descuido el perro soltó de la correa del niño, huyó siendo alcanzado por un camión que lo despanzurró en la carretera.
La familia rogó al nuevo cura que enterrara las cenizas del perro en el patio de la parroquia, ahí yace el perro de don Facundo, para seguir guardando su antiguo domicilio, pero ahora enterrado. "
Muchas gracias por esta historia. Todas las que lleguen podrán ser publicadas.
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