“Después de estos días tan especiales compartidos con el Papa Francisco en Corea del Sur, los católicos hemos aumentado nuestro afán de compartir la fe a nuestro alrededor.
Aunque todavía falta gente joven que se decida, la visita del Papa y sus palabras nos han alentado para dar un paso adelante en nuestra vida cristiana y en el interés por ayudar a los demás.
El Santo Padre nos ha hablado de esperanza y de energía, una energía que se desprende de nuestra fe, que tenemos que cultivar día a día.
Durante años, como nos han recordado estos días, los católicos hemos sido ayudados y ahora nos toca a nosotros ayudar. Junto con proyectos que recogen dinero para ayudar a países no tan desarrollados, la Iglesia, cada cristiano, intenta a estar más cerca de cada uno con nuestra oración, apoyo, con nuestra acción.
Como el lema propuesto por la Jornada de la Juventud en Asia, ¡Despertad!, buscaremos otras maneras para acercarnos más a los católicos no practicantes y tener más actividades dirigidas a la gente joven.
En este sentido, estas palabras del Papa me han llegado al corazón: "¡Jóvenes, despertad. Juventud de Asia, levántate!", "sois herederos de un gran testimonio, de una preciosa confesión".
Con la visita del Papa van a llegar muchas gracias y frutos a Corea del Sur. Pido a todos los que leen este artículo que recen por nosotros. Ha sido un regalo este viaje del Santo Padre y ahora parece que la responsabilidad de los católicos en este país es mucho mayor.
Como nos ha dicho el Papa a los jóvenes estos días, “tenemos que acoger a los que vendrán como lo que hicieron los mártires, y hacerlo sin miedo”.
Dasom Lee
