Celebrando de jeans y con marca buenista
Celebrando de jeans y con marca buenista
por Duc in altum!
¿Qué vieron ese día los estudiantes del bachillerato en cuestión? Un sacerdote buenista y nada más. No necesitamos un espectáculo, pero si favorecer un ambiente apropiado para poder hacer un alto y entrar en contacto con Dios. Además, cuando el sacerdote celebra, no lo está haciendo a título personal, sino “In persona Christi” (en la persona de Cristo). Si abandona todo lo que evoca a Dios, Jesús pasa a un segundo plano. Entonces, ¿cuál es la obsesión de acabar con la liturgia? Si hay reglas establecidas por el Papa y, a su vez, reafirmadas por las distintas Conferencias Episcopales, ¿por qué no cumplirlas? Aunque lo esencial es el fondo, no es menos cierto que la forma influye en la comprensión de lo que se está celebrando. Por ejemplo, el color de la casulla. Puede parecer trivial, pero -por contacto visual- permite ubicarse en los acentos propios del calendario litúrgico. De hecho, se trata de un recurso pedagógico, independientemente de su naturaleza histórica y espiritual. Un sacerdote que siente repulsión por los ornamentos, es tan ilógico como un médico que no soporta la bata blanca. Son elementos de forma, pero que tienen su razón de ser.
“Soy uno de ustedes”, suena bien; sin embargo, con un poco de visión crítica cae por su propio peso. Obviamente, ese sacerdote es tan digno como los estudiantes que le acompañaron en la celebración; sin embargo, en ese momento preciso, está donándose a Jesús. Si se viste de civil, termina exaltándose a sí mismo, en vez de representarlo a él. Los sacerdotes pueden vestirse de jeans y playera; sin embargo, hay que tener en cuenta el lugar en cuestión. Para una fiesta o reunión familiar está muy bien, pero en el marco litúrgico hay otros aspectos a considerar.
Detrás de todo esto, se encuentra arraigada la teología de la secularización. Luego nos quejamos de que no hay suficientes vocaciones sacerdotales; sin embargo, ¿cómo despertar ese deseo si hay una lucha a ultranza contra la identidad sacerdotal desde dentro? Afortunadamente, se está dando una recuperación a gran escala. Por cierto, aprovecho para aclarar que no soy tradicionalista. De hecho, valoro tanto el Concilio Vaticano II que me siento en el deber de explicar que no hay un solo punto en el que pida el fin de la liturgia. Al contrario, nos hace un llamado para que la renovación de las formas conserve en fondo, la “chispa” del cristianismo y su dimensión litúrgica.
PODCAST sobre la "Emergencia Educativa": http://www.ivoox.com/s_p2_113402_1.html