¿Voluntario(a) por status?

Los voluntariados son necesarios. De hecho, sería un error pretender que desaparecieran, pues toda obra que valga la pena necesita un sustento humano y económico. El problema se da cuando, por ejemplo, la presidenta de las “Damas de buena cara” organiza un bingo para recaudar fondos y, en lugar de coordinarlo, se va en busca del fotógrafo para dar rienda suelta a su narcisismo, esa retórica hipócrita tan común. Claro delante de alguna autoridad moral -como un sacerdote- cambia hasta el tono de voz para aparentar interés y comprensión. Si bien es cierto que no nos toca juzgar a las personas, también es verdad que hay que estar alertas ante la mala gestión de una obra o fundación.

Se trata de ayudar sin esperar nada a cambio. Renunciar a las apariencias que siempre son engañosas y, desde ahí, conseguir una sociedad mejor. Los hombres y mujeres que más han hecho por el mundo fueron sencillos. Se apoya mucho mejor siendo congruentes. ¡Manos a la obra!

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