Una verdad como la Catedral de Córdoba

27 febrero 2014 00:00

Con todos los graves problemas que atraviesa hoy Andalucía, algún que otro miembro del gobierno regional, jaleado por una creciente masa de internautas, ha optado por tergiversar la Historia de España. ¿No es el colmo?

El caso me recuerda, salvando las distancias, a lo acontecido en su día con la Basílica del Valle de los Caídos. Otra amarga entrega de “guerracivilismo”. El odio visceral a la Iglesia Católica impide vislumbrar de nuevo la verdad histórica, que es una, como Dios es uno y trino.

Aunque recopilasen un millón de firmas, nadie lograría sofocar el resplandor de la Verdad, con mayúscula. Y la Verdad es que Abderramán I levantó la mezquita, que para los católicos es toda una catedral, sobre la Basílica de San Vicente Mártir, construida a mediados del siglo VI. Casi nada.

Recordemos también a los desmemoriados de la “memoria histórica” que desde el año 1236 nada menos, la Catedral de Córdoba adoptó el culto y la liturgia cristiana. ¿A santo de qué viene entonces sacudir ahora los falsos fantasmas del pasado si no es para distraer la atención sembrando la discordia?

La realidad, por triste que sea, es que la crisis ha golpeado a Andalucía de forma singular, como publicaba este mismo domingo el Diario de Sevilla, a la luz del último informe de Funcas, el servicio de estudios de las cajas de ahorro:

“El balance es demoledor –sentenciaba el rotativo-, tanto por las cifras absolutas de destrucción de tejido productivo y empleo, como por el hecho de que el comportamiento de la región haya sido peor al de la media nacional en aspectos clave como la producción industrial”.

¿No sería mejor así arrimar el hombro, en lugar de fomentar la división?

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