Bondad, Belleza, Verdad, Misericordia
Bondad, Belleza, Verdad, Misericordia
El Papa Francisco va desgranando poco a poco el itinerario doctrinal de su programa. Aún es pronto para la síntesis, pero está abriendo ventanas por donde ha de entrar el nuevo aire del Espíritu. El encuentro del sábado con el mundo de la comunicación fue sintomático. Tenía frente a él a los que han de ser altavoces del Evangelio en el mundo, y les puso tarea, a desarrollar desde la honradez profesional. Le dijo que de ellos esperaba que fuesen los difusores de:
LA BONDAD. Una de las virtudes seráficas. El mundo está necesitado de contemplar caras y actitudes bondadosas. Hay mucha seriedad y amargura filtrada en nuestras relaciones humanas. Abunda más el vinagre que el aceite. Y esto está provocando serio malestar en el hombre de hoy, acosado por los problemas, en callejones sin salida, necesitados de esperanza. Proliferan hoy las enfermedades mentales, y la violencia y el suicidio. Estamos necesitados de contemplar rostros que, con la sonrisa y la bondad, siembren en nosotros una semilla de sosiego, de paz, de armonía interior. Que sepamos dar respuesta al “para que” de tanto dolor. Mira a tu prójimo con la bondad del samaritano.
BELLEZA. Dios todo lo hizo bueno y bonito. Los hombres estropeamos el mundo cuando no lo tratamos con delicadeza. San Francisco encontraba la belleza de Dios en cada criatura, y eso le hacía feliz. Debemos hacer del mundo un buen “cuarto de estar”. Una bella estancia en la que podamos disfrutar sin sobresaltos y violencia. La belleza pura ensancha el alma, y nos abre a la trascendencia, a Dios que es la belleza absoluta. La Iglesia necesita ofrecer con belleza el sencillo mensaje del Evangelio. La liturgia y nuestra vida espiritual, debemos tratarla con la finura del artista que pone toda su alma en la obra que está saliendo de su inspiración.
VERDAD. El Papa es bondadoso, pero muy enérgico cuando se trata de defender la Verdad. Dios ha puesto en nuestras manos la Verdad de su pensamiento, de su realidad infinita, y no tenemos derecho a maltratarla. La Verdad no es nuestra. No intentamos vivir, o predicar, mi verdad, sino la Verdad. Y como esa Verdad no es mía, no la puedo manipular. La hipocresía y el fariseísmo no se compaginan en absoluto con la Revelación divina. La Iglesia está llamada a ofrecer la Verdad sin adulteraciones ni aditivos. La Verdad nos hará libres, con la libertad de los hijos de Dios.
MISERICORDIA. De ella ha hablado en el primer Ángelus. Al hilo del Evangelio de la mujer adultera el Papa ha hecho una llamada a vivir la misericordia. Dejar que Dios sea misericordioso con migo, y ser yo misericordioso con los demás. Nos ha preguntado: -¿Habéis pensado en la paciencia y misericordia que tiene el Señor con nosotros?... Dios no tiene palabras de desprecio y de condena sino de amor y misericordia que invitan a la conversión… El rostro de Dios es el de una Padre misericordioso que tiene siempre paciencia… Que no nos cansemos de perdonar. Aprender a ser misericordiosos.
Pienso que tenemos bastante materia para reflexionar en esta semana previa a la Semana Santa, que es la Semana de la Misericordia Divina para con los pobres pecadores que somos todos. No perdamos el hilo del pensamiento del Papa Francisco, ya que ha empezado a bordar la auténtica cara de la Iglesia de Jesucristo. Que la Virgen le ayude, y nos ayude a todos.
Juan García Inza