Viernes, 22 de noviembre de 2024

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El mahometismo y la Virgen María

El mahometismo y la Virgen María

por Un alma para el mundo

  

 El célebre Arzobispo americano Fulton J. Sheen, publicó en 1952 un interesante artículo sobre los mahometanos y la Virgen María. Este artículo, re-impreso en 2001, no ha perdido  ni una pizca de actualidad, sino todo lo contrario.  Lo traemos al Blog en esta semana en que vamos a celebrar la fiesta de la Inmaculada. Por un lado se nos habla del poder del Islam, y por otro su lado más tierno, que es la veneración que sienten por la Virgen María.

El mahometismo es la única gran religión pos-cristiana en el mundo. Como tuvo su comienzo con Mahoma en el siglo VII, pudo reunir ciertos elementos del cristianismo y del judaísmo, junto a otras costumbres de Arabia. El Islam adopta la doctrina de la unidad de Dios, Su Majestad y Su Poder Creativo, y la usa para repudiar a Cristo, El Hijo de Dios.

El Poder del Islam

Malinterpretando la noción de la Trinidad, Mahoma hizo de Cristo un profeta, que lo anunciaba a El (Mahoma) tal como los cristianos tenemos a Isaías y Juan el Bautista como profetas que anunciaban a Cristo.

El Occidente Europeo cristiano, apenas escapó de la destrucción a manos de los musulmanes. Una vez fueron detenidos cerca de Tours, y otra vez, un tiempo después, a las puertas de Viena. La Iglesia de todo el norte de África fue prácticamente destruida por el poder musulmán. En el presente los musulmanes están muy activos.

Si el Islam es una herejía, tal y como lo cree Hilaire Belloc, entonces sería la única herejía que nunca disminuyó. Otras han tenido su momento de vigor para luego más tarde entrar en un decaimiento doctrinal al morir su líder, y finalmente evaporarse en un vago movimiento social. El mahometismo, por el contrario, solo ha experimentado su primera fase. Nunca hubo tiempo en que disminuyera, ni en su número ni en la devoción de sus fieles.

Los esfuerzos misioneros de la Iglesia para con este grupo han sido, al menos en la superficie, un fracaso, ya que los musulmanes, son hasta ahora, en su inmensa mayoría inconvertibles. La razón es que, para un seguidor de Mahoma convertirse al cristianismo, sería como para un cristiano convertirse en judío. Los musulmanes creen que ellos tienen la final y definitiva revelación de Dios para el mundo, y que Cristo solo fue un profeta que anunciaba a Mahoma, el último de los verdaderos profetas de Dios.

En nuestros tiempos, el odio de los países musulmanes para con el Occidente se está convirtiendo en odio contra el propio cristianismo. Aunque los estadistas aun no lo han tomado en cuenta, aun existe un gran peligro de que el poder temporal del Islam regrese, y con él  la amenaza de que sacuda duramente a un Occidente que ha dejado de ser cristiano. Los escritores musulmanes dicen: "cuando las plagas de langosta obscurecen a los países, en sus alas portan estas palabras en Árabe: "Somos los mensajeros de Dios y cada uno de nosotros lleva 99 huevos, si lleváramos 100, devastaríamos el mundo y a todo lo que en él existe.

El problema es como prevenir la incubación del huevo número 100. Es nuestra firme creencia que los temores que algunos albergan en cuanto a los musulmanes no se verán realizados, sino que, por el contrario, el mahometismo eventualmente se convertirá al cristianismo, y en una forma que ni siquiera muchos de nuestros propios misioneros sospechan. Creemos que esto sucederá, no directamente enseñando el cristianismo, sino a través de un llamamiento a los musulmanes a venerar a La Madre de Dios. Esta es la línea de argumento:

María Madre de Dios

El Corán, que es la Biblia de los Musulmanes, contiene muchos pasajes concernientes a La Santísima Virgen. Primero, el Corán cree en Su Inmaculada Concepción, también en su parto virginal. El Tercer capítulo del Corán coloca la historia de la familia de María en una genealogía que se remonta a Abraham, Noé y Adán. Cuando se comparan los relatos del Corán y del evangelio apócrifo sobre el nacimiento de María, somos tentados a creer que Mahoma dependía mucho de este último. Los dos libros describen la avanzada edad y esterilidad de la madre de María. Cuando, a pesar de todo, concibe, la madre de María proclama, según el Corán: "Oh Señor, te ofrezco y consagro a ti lo que ya está en mi. Acéptalo de mí".

Cuando nace María su madre exclama: "¡y yo te la consagro con toda su descendencia bajo tu protección, Oh Dios, contra Satanás!".

El Corán pasa por alto a José en la vida de María, pero la tradición musulmana conoce su nombre y tiene algo de familiaridad con él. En esta tradición José habla con María, quien es virgen. Al preguntarle como fue que ella concibió a Jesús sin padre, María le contesta: "¿No sabes tú que Dios, cuando creó el trigo no necesitó semilla, y que Dios, por Su poder, hizo crecer los árboles sin ayuda de la lluvia? Todo lo que Dios hizo fue decir "Hágase", y se hizo".

El Corán también contiene versos sobre La Anunciación, la Visitación y el Nacimiento. Contiene pinturas de Ángeles acompañando a La Santa Madre y diciendo: "Oh María, Dios te escogió y purificó, y te eligió sobre todas las mujeres de la tierra".

En el décimo noveno capítulo del Corán, existen 41 versos sobre Jesús y María. Hay tal defensa de la virginidad de María aquí, que el Corán, en su cuarto libro, atribuye la condenación de los judíos a la monstruosa calumnia de ellos contra la Virgen María.

El Significado de Fátima

María, entonces, es para los musulmanes la verdadera Sayyida o Señora. El único posible serio rival en su credo sería la hija del mismo Mahoma, cuyo nombre es Fátima. Pero después de la muerte de Fátima, Mahoma escribió: "Tú serás la más bendita entre todas las mujeres del paraíso, después de María". En una variante del texto, Fátima dice: "Sobrepaso a toda mujer excepto a María".

Esto nos lleva a nuestro segundo punto: ¿Por qué la Santa Madre, en el siglo 20, se reveló en la pequeña aldea de Fátima, para que todas las futuras generaciones la conocieran como "Nuestra Señora de Fátima"?. Ya que nada sucede desde el cielo si no es con la mayor fineza de detalle. Creo que la Santísima Virgen escogió ser conocida como "Nuestras Señora de Fátima", como promesa y signo de esperanza para el pueblo musulmán, y como asegurándoles que ellos, que le manifiestan tanto respeto, un día aceptarán también a su Divino Hijo.

Evidencia para respaldar estas opiniones se encuentra en el hecho histórico de que los musulmanes ocuparon Portugal durante siglos. Cuando al fin los echaron fuera, el último jefe musulmán tenía una hermosa hija llamada Fátima. Un joven católico se enamoró de ella y por él, ella no solo se quedó cuando se retiraron los musulmanes, sino que también abrazó la Fe. El joven esposo estaba tan enamorado de ella que le cambió el nombre al pueblo donde vivía por el de Fátima. Por lo tanto, el lugar donde la Virgen apareció en 1917 tiene una conexión histórica con Fátima, la hija de Mahoma (y con la conversión de los musulmanes)

La última prueba de la relación de Fátima y los musulmanes es la entusiástica recepción que los musulmanes en África, la India y otros lugares le dieron a la estatua peregrina de Nuestra Señora de Fátima. Los musulmanes asistieron a servicios de la Iglesia en honor a Nuestra Señora y permitieron procesiones religiosas, y hasta oraciones frente a sus Mezquitas. En Mozambique, los musulmanes que no se convirtieron comenzaron a ser cristianos después que la imagen de Nuestra Señora de Fátima fue erigida.

Misión Estratégica

Los misioneros del futuro van, cada vez mas a ver que su apostolado entre los musulmanes será exitoso en la medida en que proclamen a Nuestra Señora de Fátima; María es el adviento de Cristo, que trae Cristo al pueblo antes de que Cristo naciese. En el trabajo apologético, es siempre mejor comenzar con lo que la gente ya acepta. Ya que los musulmanes tienen devoción a la Virgen, nuestros misioneros deberán sentirse satisfechos con el solo hecho de aumentar y desarrollar esa devoción con la plena realización de que Nuestra Señora acompañará a los musulmanes el resto del camino hasta su divino Hijo... Igual que aquellos que pierden la devoción a la Virgen pierden la fe en la divinidad de Cristo, aquellos que intensifican la devoción a ella, gradualmente adquieren fe en la divinidad de Cristo.

Muchos de nuestros grandes misioneros en África han logrado quebrantar el odio amargo y los prejuicios de los musulmanes para con los cristianos por medio de sus actos de caridad, escuelas y hospitales. Ahora nos queda tomar otro camino: Tomar el capítulo 41 del Corán y demostrarles que fueron sacados del Evangelio de Lucas, que María no podría ser, aún para ellos "La Más Bendita entre todas las mujeres del cielo, si no hubiera también dado a luz al Salvador del mundo. Si Judit y Ester, del Antiguo Testamento, prefiguraban a María, entonces podría ser que Fátima era una figura posterior de María. Los musulmanes deberán de estar preparados para reconocer que, si Fátima cede paso en honor a La Santísima Madre, es porque ella es diferente a todas las madres del mundo, y que sin Cristo, ella nada sería.

Fulton Sheen.

Fuente: Original publicado en inglés por  La Fundación del Cardenal Mindszenty.

Traducido del inglés por www.corazones.org

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