¿Quien envenena a los jóvenes?
¿Quien envenena a los jóvenes?
Los hechos ocurridos este miércoles en un colegio de Salesianos de Mérida son lo suficientemente graves como para que se enciendan todas las alarmas. En esta sociedad globalizada todo se pega, especialmente lo malo. No hace mucho un joven irrumpía en un centro escolar de Estados Unidos causando una matanza. Y con frecuencia nos sorprenden actitudes delictivas de adolescentes y jóvenes impropias de un mundo civilizado.
Sabemos que esa es la edad de las rebeldías, y que siempre las ha habido. El domingo se trataba el tema en un programa televisivo de la cadena Intereconomía. Pero cuando se sobrepasan los límites en cierto modo comprensibles, hay que poner coto a esa escalada que puede llegar a ser muy peligrosa. Hay desgracias que no se pueden prever, pero otras sí.
Casi todos criticábamos años pasados la lamentable asignatura “Educación para la ciudadanía”, y se advirtió repetidamente de lo que ello podría traer consigo. Cuando se le da alas a los instintos, y se pone en duda el valor de la autoridad y de otros valores básicos, la mezcla puede ser explosiva. Y ahí tenemos los resultados. El anticlericalismo ancestral de los españoles hace acto de presencia cada día. No se tiene en cuenta para nada que la Iglesia esté dando de comer a tantos hambrientos de la crisis. Ni se tiene en cuenta el bien que se hace en los asilos, en las guarderías, en los geriátricos, en los colegios, en las familias, en los desamparados... Lo único que existe es una obsesión enfermiza, alentada por quines ya sabemos, que quiere buscar chivos expiatorios de problemas que ellos mismos han causado.
Estoy muy de acuerdo con el Ministro de Cultura. Pero yo ampliaría el programa en el sentido de HUMANIZAR a los españolitos de todas las autonomías. El problema no es solo el separatismo, sino la convivencia en paz de todos los que vivimos en nuestro solar común. Si somos democráticos debemos respetarnos. Pero si no lo somos tal vez estemos en un terreno equivocado.
Ya se oyen voces que solicitan el control del alcohol y la droga entre la juventud. Si parece que va ganando la batalla del tabaco, ¿qué hacemos con el abuso del alcohol a cualquier hora de día, y en especial los fines de semana y fiestas? Estamos consintiendo ya un futuro de tarados mentales. Y esto la historia no lo va a perdonar. ¿Qué hacer? No lo se, pero para eso están los políticos y sociólogos. Sí veo claro que hace falta más autoridad, mano dura, y respaldar a las fuerzas de seguridad. Se dice que tenemos la mejor policía dl mundo. Al menos de las mejores. Yo así lo creo. Pero la justicia debe funcionar con más seriedad. La sanción debe cumplir su papel ejemplarizante. Que no le salga gratis la fechoría que se le ocurra hacer a un desalmado.
En definitiva, los adolescentes-jóvenes necesitan cultivar su alma. Que alguien, por favor, les ayude. O que nos dejen ellos mismos echarles una mano en ese momento crucial de su vida. Más vale llegar a tiempo que no perder los mejores años de la vida.
Juan García Inza