Jueves, 21 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

Blog

El padre Elías, un apocalipsis

por O santo o nada


 

En una mañana me he leído 636 páginas, sin descanso. Toda una novela. Estoy exhausto, pero feliz. Y lo he hecho fundamentalmente por una motivación digamos que sentimental (como casi todas las mías). Fue el último libro que quiso leer Pilar, mi suegra, pero no pudo: una extrema debilidad, la cirugía a corazón descubierto, y por fin la muerte, se lo impidió. No pudo ser. Pilar era una buena y voraz lectora, y me persiguió durante días para que le dejara la novela que hoy, yo, he vuelto a leer a modo de homenaje, pero también con gusto. Reconozco que soy duro de roer a la hora de prestar libros. En tres palabras: no me fío. Pero al final lo consiguió. La hojeaba, intentaba, pero le faltaba el aliento: "Guillermo, no tengo ya fuerzas ni para leer". Después de muchas lágrimas -una muerte santa la suya, como santa fue su vida-, de idas y venidas, de oración y pena, y esa radical ausencia, rescaté el volumen de su casa. Y hasta esta mañana. Como si lo estuviera leyendo por ella, o se lo estuviera leyendo a ella. Porque es una buena historia. Y bien contada. El hombre y sus postrimerías. Un mundo roto, agonizante, constreñido por el mal, por la irrealidad, por lo vano.

Ya digo: 636 páginas de novela. "El Padre Elías ( Un Apocalipsis)". Editado por Libroslibres. Una novela cuyo principal personaje es la vida interior del hombre. ¿Qué queda de nuestras almas? ¿Cómo afrontamos las verdades eternas? Abocados a una decadencia suicida, a un vacío, a una desesperación y amargura. Estorba el bien, la virtud se desecha, y no se da importancia a la verdad. Una novela tras la cual se advierte una profunda reflexión. Su autor, el canadiense Michael D. O´Brien (1948) ha cumplido, ha escrito un gran libro (la traducción al español es de Jordi Giménez Samanes). Sería muy fácil descalificar la novela con triquiñuelas -literarias o no-, pero la trama del mundo -la de hoy, la de ahora- se mueve en estos parámetros de desespiritualización y engaño. Y permitimos seguir siendo engañados. Es más cómodo no pensar, sin trascender ni un ápice de vida. Y puede que sea cierto, puede que la primera trompeta ya haya sonado, y que haya llegado la hora de pensar un poco, de ser sinceros con nosotros mismos, de auscultar el alma. No es necesario ponerse tremendo -y menos todavía tremendista-, pero nos pongamos como nos pongamos Dios está aquí, y espera un mínimo de amor, y de conciencia. 
 
Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda