Impacto espiritual

            En la vida humana hay hechos y circunstancias…, que cuando las vemos o simplemente nos las cuentan, nos impactan. Impactar según el DRAE, en una de sus varias acepciones, define el impacto como: Golpe emocional producido por una noticia desconcertante. Y como sinónimo del verbo impactar, nos encontramos también con el término Impresionarse. Pero los impactos o impresiones que recibimos en el desarrollo de nuestra vida material humana, son de un pobre valor, ya que la mayoría de ellos cuando el tiempo pasa, enseguida los olvidamos y solo apenas unos pocos los recordamos. Porque el tiempo tiene una buena virtud para los humanos y es que salvo el caso de los rencorosos, todo el mundo termina olvidando lo malo y conservando el recuerdo de lo bueno. La prueba de lo dicho está en el refrán que dice: El hombre es el único animal que tropieza siempre en la misma piedra.

            Pero aunque tenga siempre mucha trascendencia lo que nos ocurre en nuestra vida material humana, en relación con nuestra vida espiritual, las cosas son distintas, es en esta vida interior  nuestra, donde conviene que examinemos el impacto de carácter espiritual. Si, porque en nuestra vida espiritual hay también impactos y algunos de ellos mucha importancia. Y lo curioso es que los impactos espirituales de verdadera importancia, más se dan en almas que carecen de vida espiritual y que a lo mejor ni saben con que se come eso, porque nunca le han prestado atención a las necesidades de su alma. También se impactan las almas que tienen una vida espiritual y algunas veces de una forma y con una fuerza que jamás habían pensado que les pudiese suceder, lo que les llega a suceder y es que el Señor es siempre una caja de sorpresas, sobre todo para aquellas almas que se entregan incondicionalmente a su voluntad.

            Los impactos espirituales, para mí son como pequeños y rápidos destellos de la Luz divina que captan los ojos de nuestras almas y ellos son de muchos tamaños e intensidades, creo que dada la diversidad que tienen nuestras almas, al igual que también la tienen nuestros cuerpos materiales, en cada alma los destellos divinos funcionan y se aprecian de distinta forma. Las almas más entregadas al Señor, son más sensible en la apreciación de los impactos que reciben y que generalmente son el aviso previo el preludio de las mociones e inspiraciones que el Espíritu Santo nos envía.  Jean Lafrance nos dice que la presencia del Espíritu Santo en nosotros es misteriosa, y su acción no lo es menos. Podemos simplemente afirmar que su soplo, es perceptible a aquel que vive recogido en silencio y que habitualmente es dócil a sus llamadas. Es por ello que el Señor le dijo a Nicodemo: “Lo que nace de la carne, carne es; pero lo que nace del Espíritu, es espíritu. No te maravilles de lo que te he dicho: Es preciso nacer de arriba. El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de donde viene ni adonde va; así es todo nacido del Espíritu”. (Jn 3,6-8). Y San Pablo apostilla estas palabras de Señor, diciendo: “Porque los que son movidos por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios”. (Rm 8,14).

            Pero sin profundizar en el tema de las mociones e inspiraciones del Espíritu Santo y sin apartarnos de los impactos espirituales, hemos de ver que estos son muy variados porque son muy variadas las circunstancias en que ellos se nos pueden producir. Por ejemplo, estamos acostumbrados a ver niños mendigos en las calles todos los días y no le prestamos mucha atención, pero un día vemos la foto de un niño desnutrido en África, con un buitre al lado esperando que el niño se muera; hay que tener las entrañas muy duras para no acusar el golpe. Las conversaciones con otras personas, o los hechos que estas puedan contarnos, también pueden ser fuentes de impacto. Son muchas las circunstancias de la vida cotidiana, de las que el Señor se vale para que tomemos nota y se nos remueva nuestra conciencia. Hay una clase de impactos muy extendidos y que nacen de la lectura de un párrafo de un libro, puede ser y a mi personalmente me ha pasado más de una vez, que el libro lo abandonemos a mitad de su lectura por ser un ladrillo insoportable, y dos o tres años más tarde, volver a tomar el libro, y quedarse impactado uno, por alguna frase o por alguna parte de su contenido. Es el Espíritu Santo quien está actuando. Por otro lado todos sabemos que nosotros le hablamos al Señor, mirando su sagrario y Él nos contesta cuando leemos un libro o un texto de carácter espiritual.

            El impacto que más llama la atención, es aquel que da origen a una fulminante conversión de la persona que resultó impactada. Santa Teresa de Jesús, por ejemplo, debió su conversión, a la mirada que hizo sobre una talla de Jesucristo flagelado. San Ignacio de Loyola, a la lectura de un libro de carácter espiritual, libro este que antes y después ha sido leído por muchas personas que no han resultado impactadas, es el Espíritu Santo quien actúa. Y no es el único caso, pues a lo largo de la historia son muchas las conversiones que se han originado por la lectura espiritual. Es muy conocida la frase, de que nosotros le hablamos a Dios por medio de las palabras y Él nos habla a nosotros por medio de la lectura espiritual, tal como ya hemos dicho antes. Más de un santo una santa, han confesado que su conversión y posterior avance en el desarrollo de su vida espiritual, se lo debían a libros como; La imitación de Cristo de Tomás Hemerken de Kempis; Las Obras escogidas de Jan Van Ruusbroec, para los españoles Rubroquio;  Las Obras selectas de Luis de Blois, para los españoles Blosio; o el Combate espiritual de Lorenzo Scupoli. Todos son libros escritos entre los siglos XIII y XVI, que tuvieron una gran importancia en el desarrollo de las corrientes de espiritualidad, que crearon muchos santos contemporáneos o posteriores a estas fechas.

            El alma cuanto más cerca del Señor, se encuentra más facilidad tiene para ver la mano de Dios en todos los acontecimientos y circunstancias que rodean su vida y no solo a ella sino a los demás. Esto no tiene nada de extraño, pues el alma cuanto más cerca esta del Señor, más limpios tiene los ojos de su alma y mayor agudeza visual tiene estos. Y este don del que disfrutan estas almas, no solo las capacita para ver con mayor claridad que los demás la mano de Dios en todo, sino también ver mejor que nadie las actuaciones demoniacas y las técnicas de actuación de satanás, por lo que a este se le hace más difícil ejercer la tentación con estas almas y dada su superior inteligencia sobre ellas busca otros caminos de actuación más sofisticados, pero la fuerza de las gracias sacramentales es en estas almas muy superior. De todas formas, nunca olvidemos que satanás nunca se da por vencido frente a la posibilidad de que el alma de cualquier criatura humana, se la pueda llevar a su reino de odio y tinieblas, puesto que él odia y desprecia a cualquiera de nosotros, ya que nos considera que somos seres inferiores a él y por otro lado sabiendo como sabe todo lo que el señor nos ama, quiere tomarse su venganza en Dios arrebatándole lo que él ama.

Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.

            Otras glosas o libros del autor relacionados con este tema.

-        Libro. MOSAICO ESPIRITUAL.- www.readontime.com/isbn=9788461220595

-        Libro. LOS DESEOS HUMANOS.- www.readontime.com/isbn=9788461316298

-        Mociones e inspiraciones del Espíritu Santo. Glosa del 09-06-11

-        Imitación de Cristo. Glosa del 28-10-09

-        Intervención divina en la vida humana. Glosa del 22-01-10

-        ¿Cuáles son los estímulos divinos? Glosa del 30-07-10

-        ¿Existen las casualidades? Glosa del 01-12-10

-        Nuestra absoluta dependencia de Dios. Glosa del 21-12-10

-        El repostero. Glosa del 05-10-11

-        Tú lo dispones todo Señor. Glosa del 14-12-11

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