Avance en la vida espiritual
Son muchos y muy variados…, las clases de pasos que podemos dar para avanzar en nuestra vida espiritual. En principio y si habitualmente vivimos en gracia y amistad con el Señor, tenemos que pensar que si de verdad le amamos, cualquier cosa por insignificante que esta sea, tiende a su glorificación y provecho nuestro. “…y el que diere de beber a uno de estos pequeños solo un vaso de agua fresca en razón de discípulo, en verdad os digo que no perderá su recompensa”. (Mt 10,40-41). Como decía Santa Teresa, aunque solo se trate de una mirada de amor a una imagen o a una estampa. Todo lo que ejecutemos en esta vida, en especial el trabajo material que constituya nuestra ocupación, si todo lo realizamos en función del amor al Señor, por ello seremos recompensados en el más allá, y aquí nuestra vida discurrirá con una mayor paz interior.
Los pasos que podemos dar para avanzar en el desarrollo de nuestra vida espiritual, pueden ser de dos clases, unos materiales y otros espirituales. Con los espirituales es como si avanzásemos con las botas de las siete leguas, de los lejanos cuentos que leíamos cuando éramos niños; con los pasos materiales, también avanzamos pero mucho más lentamente. Es la conocida dicotomía entre la acción y la contemplación. Que es mejor ¿actuar o contemplar? El tema lo resolvió el Señor, en el pasaje evangélico de Marta y María: “… Tenía esta una hermana llamada María, la cual, sentada a los pies del Señor, escucha su palabra. Marta andaba en los muchos cuidados del servicio, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te preocupa que mi hermana me deje a mi sola en el servicio? Dile, pues, que me ayude. Respondió el Señor y le dijo: Marta, Marta tu te inquietas y te turbas por muchas cosas; pero pocas son necesarias, o más bien una sola. María ha escogido la mejor parte, que no le será arrebatada”. (Lc 10,39-42). Sobre este pasaje, San Agustín comenta: “Marta navegaba para llegar, pero María ya había llegado al puerto”. Esto nos indica la superioridad de los pasos espirituales sobre los materiales.
En general, todo el mundo le da más importancia a la materialidad de los que se hace, que a la razón en función de la cual se hace. Todo el mundo piensa y le llama la atención, la materialidad de los hospitales, atenciones a los enfermos de sida y toda la labor material de la Madre Teresa de Calcuta, pero lo importante no era eso. Lo importante era el amor al Señor que ella tenía y que le movía a realizar lo que realizó. Mucho más valor tuvo la vida de oración y contemplación de Teresa de Calcuta, que pocos conocerán, que la vida material de curación de enfermos y constitución de una orden religiosa que todos conocemos. Y es que lo material siempre nos entra por los ojos y nos encandila, porque la fuerza de nuestro cuerpo material, nos encandila y anula lo más importante que tenemos que es nuestra alma, porque el cuerpo es solo en continente y el alma es el contenido y ya se sabe que siempre es más importante el contenido que el continente.
Los pasos de carácter espiritual que podemos dar son varios, esencialmente podemos dividirlos, entre los que nos donan directamente las gracias santificantes que nos son necesarias para nuestra lucha ascética y las que nos las donan indirectamente. Son esencialmente los sacramentos, que son los canales de distribución de las gracias o ayudas divinas que necesitamos y de estos hay algunos, como el bautismo la confirmación, o el orden sacerdotal, que solo los recibimos una vez en la vida, hay otros como la reconciliación, la extremaunción o el matrimonio que solo obtendremos sus beneficios, cuando tengamos necesidad de ellos, aunque el de la extremaunción si le es accesible a los que se encuentren en la senectud, pues ella de por sí ya es una enfermedad. Y por último tenemos la eucaristía, para el cual no tenemos límite alguno y podemos recibirlo diariamente.
En el grupo de los pasos indirectos de carácter espiritual que podemos dar, se encuentra en cabeza la oración, la cual puede tener muchas y variadas formas. Así tenemos por ejemplo, la lectura espiritual, las visitas al Santísimo, pero esencialmente la oración puede ser de tres clases: vocal, meditativa y contemplativa. Aunque en cierto sentido la clase de oración que se practique marca un cierto nivel del desarrollo espiritual del alma de que se trate, es de considerar que aunque se tenga un elevado nivel de vida espiritual nunca se abandona ni la oración vocal ni la meditativa. Así como en los pasos directos para avanzar en nuestra vida espiritual, la eucaristía, es el más importante, entre los pasos indirectos, es oración contemplativa la que se lleva la palma.
Pero para dar pasos cono la oración, es de ver que la oración, en sí es un don del Señor. Desde luego que en la vida humana todo es un don de Dios, pero esta característica se acentúa más en la vida espiritual, y dentro de ella en la oración contemplativa. Estamos acostumbrados, a considerar y pensamos que en la vida humana, todo es el resultado o fruto de un esfuerzo personal nuestro y esto es así y no es así, porque la intervención divina en la vida humana es absoluta, siempre que no se nos menoscabe el libre albedrío, pues si Dios interviene en nuestra vida, sea esta en su faceta humana o espiritual, es siempre para ayudarnos, aunque nosotros no lo veamos ni lo comprendamos, en alcanzar la salvación eterna.
Y en relación a la oración contemplativa, que es el top que nos permite alcanzar la vía unitiva con el Señor, ella más que todo lo demás es un don del Señor y nosotros solo podemos hacer tres cosas: la primera es desearla, la segunda luchar por alcanzarla y la tercera tener mucha paciencia y continua perseverancia. Porque si Dios estima que nos conviene nos lo donará. Pero nunca desesperarse, hay muchos beatos y santos canonizados que seguramente nunca les dono el Señor el estado de contemplación y la subsiguiente vía unitiva.
Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.
Otras glosas o libros del autor relacionados con este tema.
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- Libro. RELACIONARSE CON DIOS.- www.readontime.com/isbn=9788461220588
- Nuestra vida íntima. Glosa del 06-01-11
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