Domingo, 22 de diciembre de 2024

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Vivir dentro del ámbito de amor

por El Blog de Juan del Carmelo

            El ser humano, puede creer que vive dentro de muchos o al menos varios ámbitos de amor…, pero se engaña, si es que cualquiera de estos, no está dentro del ámbito de amor del Señor. Solo existe un amor que es del que emana todo amor, él es su única fuente creadora, que es el Señor y de este amor sobrenatural, como reflejo suyo existe un amor humano puro y limpio, lo demás, es decir todo aquello que la gente llama amor, si este no es reflejo del amor sobrenatural del Señor, es un engaño, es una astucia demoniaca de querernos dar gato por liebre.

           

            ,Cuando venimos a este mundo, el Señor nos coloca dentro de este ámbito de su amor, a unos en un ámbito más privilegiado, si nace al abrigo de una familia cristiana y se impregna de una correcta vía para andar por este mundo de la mano del Señor. Otros no son tan afortunados y no se lo encuentran todo hecho como los anteriores, bien sea porque les han enseñado un errado camino, o lo que es peor, porque no les han enseñado ninguno y les han negado la existencia de Dios. Pero esto tiene la consecuencia de que unos han de responder más que otros. Desde luego, que no todos seremos medidos con la misma longitud de vara.

 

            Mientras estemos en este mundo, el Señor a todos nos mantiene dentro de su ámbito de amor. A unos para que no yerren el camino, a otros dándoles oportunidades de que lo encuentren y con otros ejerciendo su paciencia y a la espera de que se caigan del guindo. Pero lo importante y trascendente ocurre al final en el momento de abandonar este mundo, porque cuando lo abandonamos, pueden ocurrir dos cosas, una  que es la deseable y es que continuemos dentro del ámbito de amor del Señor y otra es que lo abandonemos definitivamente. Abandonar definitivamente su ámbito de amor, supone una trasformación de nuestro ser, ya que lo que consideramos natural y nos creemos que nunca acabará que es el amor del Señor, desaparece al igual que la luz divina que acompaña a su amor. Y al producirse ese vacío en nuestro ser, es que este vacío, se rellena automáticamente con la antítesis del amor y la luz, que son el odio y las tinieblas. Y ya sabemos todos, a donde conduce la falta de amor y de luz.

 

            Dios, verdaderamente que es una obsesión la que tiene, por que nadie se condene y no solo eso, sino también quiere que nos salvemos todos en las mejores condiciones posibles. Dios no es un cazador que esté esperando que cometamos un error, para en ese momento sacarnos de este mundo. Dios tiene mucha paciencia y es como un jardinero de corta la flor cuando más esplendorosa está y piensa que a partir de ese momento empezará marchitarse. Su paciencia es infinita, y espera siempre, porque sabe lo que va a ocurrir y si saca de este mundo el alma de una persona que a nuestro juicio lo más seguro es que no se vaya al cielo, a lo mejor si va al cielo, y si se va al infierno, es porque sabe, que si espera más no se va a convertir y esta alma se va a ennegrecer más con mas ofensas. Hay que tener en cuenta que así como en el cielo, tiene una mayor gloria quien más a amado, en el infierno tiene una mayor caída el que más ha ofendido al Señor.

 

            Todos hemos oído decir: que se condena el que quiere condenarse, porque hasta el último momento no quiere aceptar el amor que el Señor le ofrece. Y entonces nos surge las preguntas: ¿Cuándo es ese último momento? ¿Cómo sucede todo? Nadie puede darnos una contestación inequívoca a estas preguntas. Existen muchas teorías escatológicas pero no son realidades sino solo suposiciones. Copio a continuación unos párrafos de mi libro Del más acá al más allá.

 

La existencia de un instante final decisivo, se basa con distintas variantes en la idea de que habiéndose producido la muerte que podríamos, denominar médica o clínica, aún no se ha producido la separación del alma sobre el cuerpo, y habiéndose producido ya, el alma se encuentra libre de la carga de la corporeidad, libre de la carne que es la que le ata y le lanza a la ofensa a Dios, entonces el alma es libre de tomar su última decisión y ante la grandeza, bondad y misericordia de Dios que no llega a ver pero que vislumbra, se arrepiente de sus faltas y pecados y se salva.. 

Se dice, que en el último instante de la vida, el que se marcha, ve rápidamente como en una película, lo que ha sido su vida. A este respecto hay quien manifiesta que: Si el Señor, da a cada alma algún instante para que se arrepienta de sus pecados y  decida si acepta o no acepta llegar a Dios. En este breve tiempo se ve como en un film la propia vida. Es decir, para algunos la rápida visión de la vida es una prueba de la existencia de ese último y decisivo “instante de decisión final”.

Por su parte el conocido teólogo Karl Rahner, también ha enunciado una teoría sobre la muerte como hecho, que luego fue completada por su discípulo Ladislaus Boros, con su teoría expresiva de la “decisión final”. Manifiesta esta teoría que: al final de la muerte, el hombre llega a su primer acto plenamente personal. En la muerte se encuentra por primera vez directamente con Cristo, libre, asimismo, de la corporeidad que obstaculiza sus actos espirituales. Por eso aquí, por primera vez es capaz de tomar la decisión fundamental de su vida, la decisión de una fe incondicionada.

 

Sin embargo, en la teología actual, la teoría de la decisión final es cada vez más criticada: la hipótesis de una situación especial de decisión final,  no tiene ni fundamento bíblico, ni se apoya en la experiencia.

 

Como recomendación final, diremos que no hay mejor salvoconducto para acceder al cielo, que vivir continuamente en la gracia de Dios, si uno cayese en tentación, remediar inmediatamente la situación por medio de la confesión. En otras palabras, y empleando un símil taurino, diremos que: hemos bajado a torear a esta plaza llamada mundo, y no es prudente dejarse acercar tanto el toro, porque jugar con él es peligroso y de persistirse en el juego, al final resulta uno empitonado. Por otro lado tampoco olvidemos el dicho popular de que: Como se vive se muere y por ello es prácticamente imposible que una persona que habitualmente vive en gracia de Dios y su cuerpo es un constante templo de la Santísima Trinidad, pueda negarse en el último momento, a aceptar el amor de Dios y condenarse.

 

Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.

 

Otras glosas o libros del autor relacionados con este tema.

-        Libro. DEL MÁS ACÁ AL MÁS ALLÁ.- www.readontime.com/isbn=9788461154913

-        Libro. CONOCIMIENTO DE DIOS.- www.readontime.com/isbn=9788461179107 

-        Ámbito de amor. Glosa del 09-06-1226-05-11

-        Carta de un alma condenada. Glosa del 24-11-11

-        ¿Es terrible la condenación eterna? Glosa del 08-02-12

-        Vías de perdición, vías de salvación. Glosa del 24-08-12

-        ¿Estamos predestinados? Glosa del 08-08-11

 

            Si se desea acceder a más glosas relacionadas con este tema u otros temas espirituales, existe un archivo Excel con una clasificada alfabética de temas, tratados en cada una de las glosas publicadas. Solicitar el archivo a: juandelcarmelo@gmail.com

 

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