Las Cuatro Preguntas
La Semana Santa es un tiempo para acompañar al Señor en su Pasión. Y para acompañarle hay que hacerlo compartiendo sus sentimientos, intentando, de alguna manera, comprender lo infinito del misterio de Cristo.
Pero también, aunque los sentimientos son muy buenos, se corre el riesgo de caer en el sentimentalismo, en estar muy compungido por la Pasión del Señor y quedarse ahí; en emocionarse en los Misterios de la Semana Santa, pero no profundizar.
Para evitar esto, a mí me ayuda, además de la contemplación, de escuchar al corazón, concretar cada día con unas preguntas que ya he usado otros años:
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¿Cómo se comportaron este día los fariseos?
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¿Y los mediocres?
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¿Y los apóstoles?
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¿Cómo me comportaré yo?
¡Feliz y Santa Semana a todos! Los Tres Mosqueteros nos despedimos hasta pasado el Domingo de Resurrección.
D´Artagnan