El buen humor de Dios
El buen humor de Dios
Cuando cumplió 73 años, el entonces cardenal Ratzinger concedió una entrevista a Peter Seewald para la revista española “El semanal”, en la que hablaba del humor de Dios. Es interesante saber lo que el gran teólogo piensa de ese Dios que tanto tiempo ha estudiado, y del que habla cada día.
La primera pregunta es precisamente esta:
-Eminencia, ¿teme usted a Dios?
-Yo no lo denominaría miedo, puesto que Cristo ya nos reveló cómo es Dios y nos mostró que nos quiere. Sabe que somos de carne, que somos polvo y nos acepta como somos, con nuestras debilidades. Pero a menudo siento una profunda inquietud porque pienso que no estoy respondiendo a la idea que Dios tiene de mí.
-¿Dios es siempre serio, o también muestra sentido del humor?
-Pienso que tiene un agudo sentido del humor. A veces hasta puede llegar a darnos un pequeño empujón para que advertirnos: “¡No os toméis tan en serio!” El sentido del humor es una parte esencial del gozo de la Creación.
-¿Cómo podemos imaginarnos a Dios?
-Dios presenta las cualidades esenciales que caracterizan a una persona, a saber: consciencia, comprensión y amor. Por tanto es alguien que puede hablar y escuchar. Considero que es aquí donde radica la esencia de Dios.
-Hay quien discute sobre si Dios es hombre o mujer
-Dios es Dios. No es un hombre ni una mujer. Es el Totalmente Otro. Y tanto el hombre como la mujer son seres creados a su imagen y semejanza.
-En la escuela se nos enseñaba que los ángeles eran puros. ¿Todavía es válida esta creencia?
-Sí, sigue siendo auténtica. La Biblia lo afirma y los seres humanos compartimos la creencia ancestral de que no somos las únicas criaturas espirituales. Dios ha colmado al mundo de otros seres espirituales que sentimos muy cercanos, fiel reflejo de su plenitud, de su grandeza y bondad.
-¿Dispone cada persona de un ángel de la guarda particular?
-No tenemos la misma certeza sobre esta afirmación que, por ejemplo, sobre la existencia de Cristo o de la Virgen María. Sin embargo, una de las convicciones más profundas que nos transmite la enseñanza cristiana es creer que Dios ha brindado un compañero de camino, que se asigna de maneta especial.
-¿Qué es lo que sucede con aquellos a los que denominamos “malos”?
-Me atrevería a decir que nadie puede demostrar la existencia del diablo. No obstante, sí somos conscientes de que más allá de la maldad humana, hay perturbaciones y alteraciones en la Creación, una especie de poder de la envidia que nos arrastra y pretende abatirnos. Sin embargo, nunca debemos forjarnos una imagen del diablo como un Anticristo que podría enfrentarse con Dios y desafiarlo a un duelo. A fin de cuentas, la negación carece de todo poder. La maldad es, desde luego, una constante amenaza y tentación, pero no es un adversario de Dios que se halle a su nivel.
-Según Sartre, el diablo es Hitler
-No es posible asegurar que Hitler fuera el diablo; era un ser humano. No obstante, sí hay testigos que han aportado testimonios fehacientes para suponer que Hitler tuvo de hecho una especie de encuentros demoníacos y que comentaba tembloroso. “Ha vuelto a estar aquí”, etc. No podemos investigar a fondo este tema. Sin embargo, considero que la manera e que Hitler detentaba el poder, la magnitud del terror y la desgracia que ocasionó ese poder sí pueden demostrar que Hitler se hallaba inmerso en un entorno diabólico.
-¿Le parece que siguen siendo actuales los diez mandamientos?
-Como raras veces en la historia, hoy en día vemos con claridad cómo el ser humano se destruye así mismo, vive para satisfacer sus deseos materiales y se pierde en ese camino. Nos damos cuenta del poder que ejerce en el hombre el afán de posesión.
Cuanto más tienen, más y más se esclavizan, porque tanto más tendrán que esforzarse en mantener y aumentar cada día esa preciada posesión.
El entonces Cardenal Ratzinger sigue hablando en la entrevista sobre al matrimonio, la oposición en la Iglesia, la falta de fe, de la ética sin Dios, de cómo será la Iglesia del futuro, de la misión de la Iglesia, etc. Es verdad que de todos estos temas ya ha hablado sobradamente como Papa, pero es importante escuchar al teólogo, despojado de ese poder que le da el cargo, y con solo la autoridad que le presta la sabiduría teológica. Lo que ya dijo entonces, y fue mucho, es lo que ahora está aflorando profusamente. Por eso es interesante escucharlo. Seguiremos con la entrevista en próximo capítulo.
-Juan García Inza